Willy Ronis, el fot¨®grafo del Par¨ªs humano

Willy Ronis, exponente de la fotograf¨ªa de la segunda posguerra mundial, ha fallecido este s¨¢bado a la edad de 99 a?os. Hijo de un refugiado ucranio jud¨ªo y una profesora de piano lituana, el joven Willy Ronis estuvo en contacto con la fotograf¨ªa toda su vida, ya que su padre ten¨ªa un estudio en el barrio parisino de Montmartre. Sin embargo tir¨® de ¨¦l la profesi¨®n materna, y durante su adolescencia jug¨® m¨¢s con la m¨²sica que con la fotograf¨ªa. Pese a todo se tiene constancia de que su primera fotograf¨ªa la firma a los 16 a?os.

No fue hasta 1932, una vez cumplido con el servicio militar, cuando entra de lleno en la fotograf¨ªa. El c¨¢ncer que padeci¨® su padre oblig¨® a Ronis a hacerse cargo del estudio. El joven fot¨®grafo no aguanta entre las paredes del estudio, y decide salir a retratar el exterior, primero deportes de invierno, para m¨¢s tarde retratar la vida urbana de Par¨ªs.

Es la capital francesa en ese tiempo cuna de fot¨®grafos apegados a lo humano. Coincide y comparte experiencia con otros grandes como Doisneau, Cartier-Bresson o Robert Capa. Los objetivos de las c¨¢maras se fijan por aquel entonces en la agitaci¨®n social que vive Francia durante la d¨¦cada de los treinta. A partir de 1936, a?o en el que vence la izquierda francesa agrupada en el Frente Popular, Ronis empieza a publicar en la revista Regards una serie de trabajos sobre los movimientos sociales, entre ellos las huelgas de obreros en Citr?en.

La Segunda Guerra Mundial hace que Ronis cuelgue las c¨¢maras. Por su origen jud¨ªo, huye del Par¨ªs ocupado por los nazis y se instala en la Francia de Vichy. Trabaja en las taquillas de un teatro, como ayudante de decorados en el cine, o como pintor de bisuter¨ªa, oficio en el que conoce a su futura Marie-Anne, a la que retrata y convierte en su principal modelo, en obras como El desnudo provenzal.

El fin de la contienda hace que Willy Ronis retome la fotograf¨ªa. Y lo hace a lo grande y con otros grandes: en 1946 entra a formar parte de la agencia Rapho, junto a Doisneau y Brassa?. El humanismo que impregna su estilo es ya indiscutible. Ronis retrata la vida cotidiana, como por ejemplo al Peque?o parisino, un ni?o que corre llevando debajo del hombro una baguette m¨¢s grande que ¨¦l. "La aventura no solo se mide en kil¨®metros", dir¨¢ sobre su fotograf¨ªa. "Las fuertes emociones no se encuentran solo en Parten¨®n. Emoci¨®n, si eres digno de ella, ser¨¢ sentida detr¨¢s de la sonrisa de un ni?o que vuelve a casa con los libros del colegio, un tulip¨¢n en un jarr¨®n tocado por un rayo del sol, o el rostro de una mujer enamorada".

Sus retratados son eso: ni?os que corren por los barrios populares de la capital, que se esconden para jugar debajo de unas escaleras, el beso de una pareja de enamorados, y como escenario siempre Par¨ªs. "En los diferentes g¨¦neros en los que he trabajado", dec¨ªa en una entrevista en mayo pasado a Mediapart, "no me gustaba mucho el retrato [posado]. Me gustaba mucho m¨¢s el movimiento, la gente en la calle, los hechos, las cosas que se mueven". En esa misma entrevista confesaba que durante toda su vida solo trabaj¨® con tres. "Es el fot¨®grafo quien hace la fotograf¨ªa, no el aparato", sentenciaba.

La d¨¦cada de los cincuenta es para Willy Ronis su ¨¦poca dorada, convirti¨¦ndose en el primer fot¨®grafo franc¨¦s en firmar en la revista LIFE. Edward Steichen (director de fotograf¨ªa por aquel entonces del MOMA de Nueva York) lo incluye junto a Izis, Cartier-Bresson, Brassa? y Doisneau, en la exposici¨®n Cinco fot¨®grafos franceses, y poco despu¨¦s en Family Man (1955), la gran muestra que recoge el trabajo de 273 fot¨®grafos con el ser humano como centro exclusivo de las obras.

En los a?os 60 las fotograf¨ªas que imperan en la prensa son las instant¨¢neas impactantes, "y a mi", confesar¨¢ tiempo despu¨¦s, "la fotograf¨ªa de impacto, no me interesa". El "fot¨®grafo parisino", como el mismo se autodefin¨ªa, se dedicar¨¢ desde entonces a la fotograf¨ªa de publicidad, de moda y a los desnudos as¨ª como a dar clase del oficio, dejando un tanto de lado ese estilo que comparti¨® con Robert Doisneau (captar el instante de la vida cotidiana y convertirlo en una obra de arte). Tambi¨¦n c¨¦lebres son sus autoretratos. Uno de ellos (Nirvana), lo tomar¨¢ bien entrados los 80 a?os mientras salta en paraca¨ªdas.

Legi¨®n de honor de la Rep¨²blica Francesa (m¨¢xima condecoraci¨®n de su pa¨ªs), Willy Ronis tambi¨¦n fue premiado con el Gran Premio de las Artes y de las Letras de Francia en 1970. En 1983 dona toda su obra al estado franc¨¦s, pero no es hasta 2001 (?a los 91 a?os!) cuando decide colgar definitivamente sus c¨¢maras, con un desnudo como ¨²ltima fotograf¨ªa firmada por ¨¦l. El pasado mes de julio acudi¨® al encuentro de fotograf¨ªa de Arles, compartiendo con el p¨²blico experiencias de toda una vida dedicada a la fotograf¨ªa.