Roser Berdagu¨¦ y Jos¨¦ Luis Moralejo ganan el Premio Nacional de Traducci¨®n
"La situaci¨®n laboral de los traductores en Espa?a ha empeorado en los ¨²ltimos diez a?os", afirma la galardonada
"El nivel de la traducci¨®n en Espa?a ha subido en los ¨²ltimos diez a?os, pero las condiciones laborales de los traductores ha empeorado en ese mismo tiempo". Lo dice Roser Berdagu¨¦ (Montcada i Reixac, Barcelona, 1929), que acaba de recibir por toda su obra el Premio Nacional de Traducci¨®n, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 20.000 euros. Id¨¦ntica cantidad recibir¨¢ Jos¨¦ Luis Moralejo (Santiago de Compostela, 1943), que ha obtenido el mismo galard¨®n en la categor¨ªa de mejor traducci¨®n del a?o pasado por su versi¨®n de S¨¢tiras. Ep¨ªstolas. Arte po¨¦tica, de Horacio, publicada por la colecci¨®n cl¨¢sica de la editorial Gredos.
Berdagu¨¦ y Moralejo son, de hecho, dos tipos muy diferentes de traductores. La primera es una traductora profesional que ha vertido al castellano y al catal¨¢n casi 350 t¨ªtulos del ingl¨¦s, el franc¨¦s y el italiano. El segundo es un latinista que considera la traducci¨®n un "trabajo paralelo" a su labor como catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Cl¨¢sica de la Universidad de Alcal¨¢. "Los profesores somos unos privilegiados en comparaci¨®n con los traductores profesionales, que a veces se ven apurados por la necesidad. Son el proletariado intelectual. Su esfuerzo nunca est¨¢ bien compensado", explica el propio Moralejo.
Lejos de cualquier especializaci¨®n, entre los escritores extranjeros que han pasado por las manos de Roser Berdagu¨¦ est¨¢n autores tan literarios como Saul Bellow (su favorito), Charles Dickens, Joseph Brodsky y Agota Kristof. Pero tambi¨¦n Danielle Steel, la reina de la novela rosa. "A los traductores nos ningunean siempre que pueden", dice Berdagu¨¦ sobre la consideraci¨®n que de su gremio tienen muchos editores y bastantes cr¨ªticos literarios. "Y no se entiende, porque nuestra labor es imprescindible. Un traductor es un transmisor de cultura. Sin su trabajo la tradici¨®n de un pa¨ªs estar¨ªa coja. ?Las condiciones laborales? S¨®lo le dir¨¦ que yo sigo cobrando lo mismo que hace diez a?os".
Jos¨¦ Luis Moralejo no se queja de su estatus, pero teme por el futuro de su disciplina: los estudios cl¨¢sicos. "En Espa?a el nivel es muy algo, pero a veces, por el camino que llevan los planes educativos, tengo la sensaci¨®n de que somos los pen¨²ltimos, los albaceas de un patrimonio que en 30 o 40 a?os nadie podr¨¢ leer en la lengua original". Moralejo ha sido galardonado por sus versiones de Horacio, un autor cuya influencia en la literatura espa?ola -de Fray Luis en adelante- ha sido capital. ?Por qu¨¦ traducirlo de nuevo? "Porque el texto no ha cambiado, pero la lengua de los lectores s¨ª. Hay estupendas versiones del siglo XIX que usan t¨¦rminos que ahora no se entienden. Como dice Julio Calonge, el impulsor de la biblioteca cl¨¢sica de Gredos, la media de vida de una traducci¨®n es de 40 a?os".
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