Bernard¨ª Roig regresa de Venecia con sus obsesiones
El artista exhibe en el IVAM de Valencia las creaciones que puso a dialogar con las obras de Ca Pesaro
En la explanada del Institut Valenci¨¤ d'Art Modern (IVAM), un figura blanca de cara a la pared regurgita agua en una enorme piscina cubierta por una rejilla met¨¢lica. Es el particular homenaje de Bernard¨ª Roig a la celebre imagen Self Portrait de Bruce Nauman y que sirve al artista mallorqu¨ªn para dar la bienvenida a su exposici¨®n en el museo Valenciano. En Bernard¨ª Roig. Shadow must dance el creador exhibe las desconcertantes creaciones que puso a dialogar con las obras de Klimt, Rosso, Matisse o Morandi del c¨¦lebre museo de Ca Pesaro, en Venecia, y tambi¨¦n las que mostr¨® all¨ª en solitario, "m¨¢s onanistas, en mon¨®logo". Unas creaciones, 25 en total, que cartograf¨ªan hasta el 31 de enero la mente del artista: "Hablan sobre todo de mis obsesiones".
"No hay imagen m¨¢s hermosa que una persona delante de un lienzo o leyendo un libro"
Roig, que ya ilumin¨® el IVAM con los 800 fluorescentes de Somnium lucis amb la figura ligh dreams en verano de 2008 en la exposici¨®n dedicada a Jaume I, impacta de nuevo en el museo con sus figuras de resina de poli¨¦ster realizadas con moldes de personas de su entorno. Entre las que su padre y un cr¨ªtico de arte suelen ser los m¨¢s frecuentemente martirizados con la depilaci¨®n y la inmovilidad.
As¨ª, en la galer¨ªa superior de la sala donde se exhiben sus obsesiones una ¨²nica figura, la de Repentance exercices, se rebela a base de cabezazos en la pared cuando "se siente acosada por los voyeurs". Mientras, en Diana y Acte¨®n, recrea el deseo mediante un hombre con rostro de ciervo en plena culminaci¨®n sexual con una mujer agarrada a una barra de stripper.
Muy cerca, una figura permanece de rodillas con la cara helada mientras se descongela poco a poco ante una figura femenina. Otra se mantiene colgada en el techo con unos libros en su hombro. Otra arrastra eternamente un manojo de fluorescentes. Con todas ellas Roig intenta atraer al espectador hacia la soledad: "No hay imagen m¨¢s hermosa que una persona delante de un lienzo o leyendo un libro, porque est¨¢ delante de un espejo que le hace ver lo que es". Por ello, el creador invita a contemplarlas con tolerancia, "pero no con las obras que no se merecen ning¨²n respeto", sino con uno mismo.
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