Barcel¨®, inventario del caos
Acuarelas, dibujos, p¨®sters... CaixaF¨®rum Madrid expone 25 a?os de trabajo del artista de Felanitx
La multiplicaci¨®n de los panes y los peces -y de los pulpos y las amebas, y de las v¨ªsceras y las frutas, y de los monos y las cabras-, siempre fue interpretada por Miquel Barcel¨® (Felanitx, Mallorca, 1957) en forma de un caos falsamente ordenado, de un inventario infinito de cosas, animales y personas pasado por el t¨²rmix de lienzos maltratados e invadidos hasta la crueldad. En lo que supone la primera gran retrospectiva del artista vivo espa?ol m¨¢s cotizado e influyente desde aquella montada hace m¨¢s de una d¨¦cada en el Macba de Barcelona, las salas de Caixaforum Madrid abren su espacio a ese caos, compuesto esta vez de 180 obras entre pinturas, cer¨¢micas y acuarelas.
El Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes 2003 se presenta en Madrid en forma de un cruce de caminos entre ¨¢ngel exterminador y poeta org¨¢nico, a trav¨¦s de siete salas que quieren ser el compendio de siete universos: un aut¨¦ntico agujero negro (como sus c¨¦lebres forats) de 25 a?os que, bajo el misterioso ep¨ªgrafe La solitude organisative ('La soledad organizativa') recorre la trayectoria del artista.
Un cuarto de siglo ya (el tiempo pasa r¨¢pido, tambi¨¦n para Miquel Barcel¨®, que firm¨® su primera muestra individual en 1974 en una galer¨ªa mallorquina). Un cuarto de siglo que se abre con el colorista, algo naif e inconfundiblemente ochentero Autorretrato con perro (collage de t¨¦cnica mixta de 1983) y se cierra con un inmenso Sin t¨ªtulo que podr¨ªa subtitularse algo as¨ª como La santificaci¨®n del tomate.
En medio, el estallido mat¨¦rico de Barcel¨®, ejemplificado en esa La gran cena espa?ola, esa inabarcable t¨¦cnica mixta que un buen d¨ªa hubo que restaurar porque sus arroces y sus fideos se autoinmolaban ellos solitos... las pinturas del desierto, blancas e infinitas, producto de sus devaneos mentales tras una estancia en el S¨¢hara; su esposa C¨¦cile, embarazada de nueve meses, convertida en una fuente de barro; las inquietantes visiones nocturnas, las crucifixiones, el sexo, la autoparodia, la fruta podrida, los efluvios de la fruta podrida, el inconfundible primitivismo pict¨®rico de un cl¨¢sico del arte contempor¨¢neo. "Mi vida se parece a la superficie de mis cuadros": rugosa, bestia, desolada, temible. La superficie, queremos decir.
'La solitude organisative'. Caixaforum Madrid (Paseo del Prado, 36). Hasta el 13 de junio. Comisaria: Catherine Lampert.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.