Sinfon¨ªa en el nuevo mundo

Los acordes iniciales del primer ensayo de la orquesta formada por m¨²sicos vascos y venezolanos resultar¨¢n dif¨ªciles de olvidar para los j¨®venes de la EIO (Euskadiko Ikasleen Orkestra, la Orquesta de Alumnos de Euskadi), que se encuentran en el tramo final de una gira por Venezuela para conocer su sistema de educaci¨®n musical. Cuentan que fueron cinco minutos vibrantes de una pasi¨®n y una energ¨ªa contagiosa suficientes para calar en los 85 estudiantes vascos que desde el pasado 26 de abril han compartido vivencias m¨¢s all¨¢ de las partituras con int¨¦rpretes de la Orquesta Sinf¨®nica de Juventudes Francisco de Miranda venezolana.

La EIO, un proyecto respaldado por Educaci¨®n, est¨¢ integrada por estudiantes de los tres conservatorios de la comunidad aut¨®noma de entre 12 y 18 a?os. Durante unos d¨ªas, han aparcado los malabarismos que supone compaginar todas las semanas los libros con la ense?anza musical para infiltrarse en las orquestas venezolanas.

85 estudiantes han podido conocer el sistema de orquestas j¨®venes venezolano

La gira ha sumado ensayos maratonianos y alg¨²n d¨ªa de relax en la playa

Junior Toch¨®n tiene 19 a?os. Hace cinco a?os abandon¨® Ciudad Guayana, una localidad de casi un mill¨®n de habitantes en ese pa¨ªs caribe?o, para instalarse en Bilbao y completar sus estudios de viol¨ªn. "Es emocionante que m¨²sicos de pa¨ªses tan distantes nos podamos reunir para tocar con este nivel de conjunci¨®n y armon¨ªa. Es algo que nos motiva mucho a todos", explica este joven, en las filas de la EIO desde 2005.

Las jornadas para los interpr¨¦tes de la Orquesta de Alumnos han transcurrido entre ensayos maratonianos y alg¨²n que otro d¨ªa de relax playero. El objetivo: llegar afinados al concierto que ambas formaciones, con sus 170 m¨²sicos en total, ofrecieron ayer en Caracas bajo las batutas de sus respectivos directores: Iker S¨¢nchez, por la EIO, y Andr¨¦s Gonz¨¢lez. Juntas interpretaron la Sinfon¨ªa del Nuevo Mundo, la obra m¨¢s renombrada de Dvor¨¢k. "Es una pieza simb¨®lica que refleja lo que estamos viviendo, esa mezcla de sonidos entre dos continentes", cuenta desde Caracas por tel¨¦fono I?aki Iraola, profesor de fagot y subdirector del Conservatorio donostiarra. Antes, la formaci¨®n vasca abord¨® una pieza de Escudero y su hom¨®loga sudamericana, otra de Rossini.

En Venezuela, el sistema de orquestas infantiles y juveniles se concibe como una obra social con la que se busca disminuir la pobreza y la marginalidad. Desde los cuatro a?os, los ni?os ensayan cuatro horas al d¨ªa, de lunes a viernes, casi con una disciplina militar, pero con alegr¨ªa caribe?a. S¨®lo as¨ª se pueden manejar formaciones que pueden llegar a sumar 800 m¨²sicos.

"No s¨®lo tienen por naturaleza una forma muy latina y pasional de tocar; tambi¨¦n la entrenan desde peque?os. As¨ª llegan a los 18 a?os con una capacidad expresiva impensable para nosotros", destaca Iraola,

uno de los 11 adultos que acompa?an a la delegaci¨®n vasca. "Nuestros alumnos necesitan una motivaci¨®n extra porque tienen m¨¢s distracciones, aunque en la t¨¦cnica no tienen nada que envidiarles", concluye.