El odio y la furia del joven Loquillo
Dos exposiciones muestran fotos in¨¦ditas del cantante de rock catal¨¢n
La actitud tambi¨¦n cuenta. Eso lo sabe bien Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz -alias Loquillo- que coge el tel¨¦fono y, antes de que nadie diga nada, suelta: "Me alegro de que me haga esa pregunta". Se adivina una sonrisa al otro lado de la l¨ªnea. El hombre que puso voz a himnos generacionales como Cadillac Solitario se encuentra en un coche junto a su amigo Jordi Garc¨ªa, el hombre que le acompa?¨® y retrat¨® en bares, conciertos y sesiones de foto. Eran los a?os setenta, El Loco no hab¨ªa alcanzado la mayor¨ªa de edad y viv¨ªa intensamente un periodo de "libertad absoluta" que ahora reivindica la exposici¨®n Barcelona Rock & Roll 1979, primeros acordes de Loquillo, presente en galer¨ªa Signo's 5 (Santander). A treinta kil¨®metros de all¨ª, en el Relaix & Chateau San Rom¨¢n der Escalante, tambi¨¦n se pueden ver algunas im¨¢genes. Se trata de un material hasta ahora in¨¦dito. "Ni Loquillo hab¨ªa visto muchas de ellas", comenta el autor.
El origen de esta muestra, que la organizaci¨®n quiere llevar a otras comunidades, es la publicaci¨®n de Barcelona Ciudad, un libro en el que el cantante revive aquellos a?os. "Es l¨®gico que se repase un momento crucial. La Barcelona de mitad de los 70 fue el embri¨®n de lo que luego surgi¨® en Madrid y en otros sitios. Tenemos muy presente la movida madrile?a, pero de este momento a¨²n no se hab¨ªa hablado", comenta El Loco, con el aplomo que le caracteriza.
Las im¨¢genes constatan lo que ya sab¨ªan los que acud¨ªan a los conciertos de los Intocables o Trogloditas: que este chico salido del barrio del Clot no era de los que se quedaban en un esquina del escenario, intentando pasar desapercibido. "Yo fui un testigo, un adolescente que descubr¨ªa la vida a trav¨¦s del rock and roll", explica hoy este catal¨¢n de 49 a?os de edad (m¨¢s de 30 dedicado a la m¨²sica), que entonces ya peinaba tup¨¦. Las 40 im¨¢genes de esta selecci¨®n permiten ver como la influencia de varios g¨¦neros como el rockabilly se iban reflejando en su estilo "Rocker, Teddy boy y punk", tal como enumera ¨¦l mismo. El trabajo de Jordi Garc¨ªa le inmortaliza pein¨¢ndose junto a la barra del Georgia o posando junto a otros m¨²sicos tantas veces reivindicados como Carlos Segarra, de Los Rebeldes.
?Qu¨¦ queda de aquel Loquillo en blanco y negro? Como corresponde a una estrella, ¨¦l tiene una respuesta elegante para todo. "Entonces me mov¨ªa el odio y la furia. Despu¨¦s de tanto tiempo, el odio se ha ido... pero la furia queda", apunta, con un punto de teatralidad. Subrayar la importancia de aquella ¨¦poca no implica convertirse en un abuelo cebolleta: "No tiene sentido comparar la juventud de entonces con la de ahora. Los que hacen eso es se est¨¢n volviendo viejos". Eso, de momento, no entra en sus planes.
"Es una 'rock 'n' roll star vigente"
Tener la c¨¢mara "siempre encima". As¨ª se explica que Jordi Garc¨ªa pudiera capturar la esencia de ese joven de gesto serio, la barbilla alta, una saber estar que le ha hecho una incontrovertible figura para sus seguidores. "Es una rock and roll star vigente. Fue un pionero en un desierto cultural", resalta el fot¨®grafo tras una lista de virtudes que dejan a las claras que habla de un amigo, pero sobre todo de un artista al que admira. Eso es mucho decir, teniendo en cuenta que este Garc¨ªa ya fotografiaba entonces a m¨²sicos de primera l¨ªnea como Lou Reed y ha hecho portadas para revistas como Star, o portadas de libros de Stephen King o Anne Rice.
"No ha habido nostalgia en la selecci¨®n de las fotos, y s¨ª mucha alegr¨ªa. Queda mucho material in¨¦dito, m¨¢s de 200 fotos; que utilizaremos si la exposici¨®n se lleva a otros lugares". Otro de los proyectos que ilusiona a este inquieto artista es retratar al Loquillo actual. Ese que ya no siente "odio", pero s¨ª furia. Un sentimiento, una actitud que la c¨¢mara de Garc¨ªa deber¨¢ plasmar una vez m¨¢s. "El esp¨ªritu prevalece, asegura ¨¦l mismo. Porque la pose, la actitud tambi¨¦n cuenta, y eso lo sabe bien Loquillo; y la c¨¢mara de Garc¨ªa, entonces y ahora, toma buena nota de ello.
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