Tentaciones de verano, o un homenaje a la imaginaci¨®n y al desparpajo
29 de octubre de 1993. Nace una criatura de 156 gramos. No llora. Es de papel y tiene tetas. Las que Gaultier dise?¨® para la Kika de Almod¨®var . El beb¨¦ se llama El Pa¨ªs de las Tentaciones, ense?a los dientes dentro del peri¨®dico, y en sus 48 p¨¢ginas est¨¢n tambi¨¦n Joaqu¨ªn Cort¨¦s e Iggy Pop. Exhibe una declaraci¨®n de intenciones: Los d¨ªas que nos hacen felices nos hacen sabios. A los lectores se les trata de t¨² y se les invita a fabricar contenidos y a interactuar. Eso, en una ¨¦poca en que Internet era un asunto de muy enterados, nadie ten¨ªa m¨®vil y no hab¨ªa m¨¢s redes sociales que las ca?as con los amigos.
Y desde aquel d¨ªa, el pu?ado de j¨®venes periodistas que parieron Tentaciones sorprendieron cada viernes: rodearon de chulazos a Carmen Sevilla en la ¨¦poca de su disparatado telecup¨®n, llenaron de globos el cors¨¦ de Pamela Anderson, pintaron en la cabeza de un amigo un mapamundi para contar historias de vueltas al mundo, liaron a Animalario para hacer un pollo en la cocina de EL PA?S y otras 500 gamberradas m¨¢s. Era la costumbre semanal de darle la vuelta a cualquier tema, al cine, a la m¨²sica, a la televisi¨®n o a las tendencias, a inventar para que la portada fuese algo deseable. Tentaciones de verano es un homenaje estival en forma de blog a la cabecera precursora del actual EP3 -al que le dio el relevo en 2005-, a su frescura y a su desverg¨¹enza, combinadas con el buen periodismo de EL PA?S.
El hombre que cre¨® aquel suplemento semanal por encargo del entonces director del diario, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, ten¨ªa 34 a?os, se llamaba Alex Mart¨ªnez-Roig, ven¨ªa de la secci¨®n de Deportes y se enfrent¨® a dos partos paralelos: el de su hijo Pablo y el de aquella cabecera que incub¨® durante dos meses junto a Fernando Guti¨¦rrez, un dise?ador de origen espa?ol y formaci¨®n brit¨¢nica que le dio a la revista un tono radical con clasicismo tipogr¨¢fico. "Ten¨ªamos la sensaci¨®n de que siendo un peri¨®dico joven nos hab¨ªamos quedado mayores", dice Mart¨ªnez Roig, ahora director de contenidos de Canal +, "nos planteamos escribir sobre todo lo que nos gustaba: cine, m¨²sica, publicidad, televisi¨®n, con una mirada mucho m¨¢s gamberra. Tentaciones era una cabecera que se mov¨ªa por la portada. Siempre bajo la mirada, arriba, a la izquierda, del padre, EL PA?S, que garantizaba el rigor y la calidad".
El experimento fue un ¨¦xito: "El objetivo era conseguir 30.000 ejemplares m¨¢s cada viernes. A la tercera semana ya alcanzamos 120.000", recuerda Mart¨ªnez-Roig. "Recuperamos la autoestima. Demostramos que ¨¦ramos capaces de conectar con la gente".
Efectivamente, desde el primer n¨²mero los lectores estuvieron muy presentes, con dos p¨¢ginas de participaci¨®n. Enviaban por ejemplo (a trav¨¦s de una muy anal¨®gica carta con sello de Correos), los porqu¨¦s m¨¢s peregrinos. Otros les contestaban. Un par de ellos: ?Por qu¨¦ a la parte de delante de los coches se le llama salpicadero?, propusieron Javier Prieto y Jos¨¦ Miguel Arocas, uno desde Valladolid y el otro desde Alicante. La culpa fue de la marcha atr¨¢s, respondieron Los Tres de Castilla desde, de nuevo, Valladolid. ?Por qu¨¦ se aburren las ostras?, fue otro de los porqu¨¦s m¨¢s celebrados. El que eligi¨® la Redacci¨®n: Porque las gambas no les invitan a un c¨®ctel.
En un momento en que la conexi¨®n entre un medio de comunicaci¨®n y sus lectores no era frecuente (ni f¨¢cil tecnol¨®gicamente), Tentaciones publicaba los personajes m¨¢s relevantes de cada a?o tras una votaci¨®n popular. Cuando cumpli¨® 100 n¨²meros entrevist¨® y fotografi¨® a 100 de sus muy dispares seguidores (adem¨¢s de darle un tartazo en la cara al jefe de entonces, Vicente Jim¨¦nez, hoy director adjunto).
Con el paso de los a?os, la carta fue complementada con el correo electr¨®nico y el m¨®vil, y la gente sigui¨® participando en V¨¦ndete, Estamos hartos, Postales ins¨®litas o el celebrado Palabro: Literadura, propuso Agust¨ªn Olivera (uno de los lectores m¨¢s activos que tuvo Tentaciones). Cualquier viagraf¨ªa, respondi¨® EU. O Falshion (Marta I.) El top manta de la moda pija, contest¨® C. Cruz.
"El objetivo era que sorprendiera. Conceb¨ªamos la portada como un cartel, us¨¢bamos trucos publicitarios y trabaj¨¢bamos gr¨¢ficamente los titulares y los textos, de una manera muy din¨¢mica", recuerda desde M¨¦xico el dise?ador Fernando Guti¨¦rrez, ahora responsable de la imagen del Museo del Prado, entre otros muchos proyectos. "Tentaciones no ten¨ªa pauta, era muy libre, era lo que yo quer¨ªa crear. Fue un momento de suerte, nadie sab¨ªa hacer aquello pero todos en el equipo ten¨ªan mucha disposici¨®n para conseguir algo distinto. Aprendimos juntos. Y yo descubr¨ª Espa?a a trav¨¦s de la mirada de Tentaciones". Guti¨¦rrez recuerda c¨®mo le arrebataban las p¨¢ginas de las manos para poderlas imprimir: "Dec¨ªan que ¨¦ramos lentos, pero es que trabaj¨¢bamos mucho cada reportaje". El dise?ador rememora hasta qu¨¦ punto la cabecera se populariz¨® en los ¨¢mbitos period¨ªsticos y de dise?o. "Acab¨¦ en Colors por el Tentaciones".
"Quer¨ªamos llamar la atenci¨®n con creatividad. Se contrat¨® a un grupo de periodistas muy j¨®venes y con mucha calidad para este proyecto, que no se sintieron acongojados por la cabecera de EL PA?S", asegura Vicente Jim¨¦nez, el jefe del tartazo, que relev¨® a Mart¨ªnez Roig. "Fue muy arriesgado y muy chocante para aquella ¨¦poca, pero enseguida cuaj¨®. La direcci¨®n nos dej¨® trabajar con total libertad". ?l, Guti¨¦rrez y se equipo montaron una portada simulando dos peque?os agujeros con sangre resbalando para presentar Entrevista con el vampiro, dibujaron una interrogaci¨®n con una pastilla de ¨¦xtasis, colocaron a los Beatles en un rinc¨®n contemplando un escarabajo o presentaron, silueteada, la boca de Julia Roberts (con los 24 dientes que ense?a cuando sonr¨ªe) por el estreno de El informe Pel¨ªcano. "No ten¨ªamos mucho dinero para hacer una producci¨®n ni mucho material gr¨¢fico", cuenta Jim¨¦nez sobre la famosa boca. Llov¨ªan los premios de dise?o, como el otorgado por la primera p¨¢gina en la que Julio Medem fue enterrado en tierra roja en ocasi¨®n del estreno de Tierra. Otros peri¨®dicos lanzaron revistas de ocio similares. Hasta Liberation.
A aquel equipo que tanto se divirti¨®, con 25 a?os, se incorpor¨® Goyo Rodr¨ªguez, ahora subdirector: "Era un festival de la imaginaci¨®n. Si, como dicen, la profesi¨®n de periodista tiene 10 a?os maravillosos, sin duda yo consum¨ª parte de ellos en Tentaciones. No hab¨ªa complejos, no hab¨ªa cors¨¦s. Me ayud¨® a despertar la creatividad, a comprender que la imaginaci¨®n no tiene l¨ªmites. Para m¨ª, junto con mi paso por Europa Press, fue la mejor escuela. Aprend¨ª que creatividad e imaginaci¨®n nos enriquecen. ?ramos libres e inconscientes. Pod¨ªamos ejercer la profesi¨®n en EL PA?S, el peri¨®dico m¨¢s importante en espa?ol en el mundo, sin la presi¨®n de EL P?IS. Tentaciones fue la gran ventana a la modernidad del periodismo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Hoy no ser¨ªa posible, porque el reto y la batalla por la modernidad se libra sobre todo en Internet".
??igo L¨®pez Palacios, responsable de m¨²sica de EP3, se incorpor¨® como becario en 1999. "Soy un hijo de Tentaciones. Profesionalmente le debo todo. He aprendido un compromiso con la calidad en las propuestas. Yo creo que ha sido un producto para no gustar especialmente a nadie pero al que se le echa de menos cuando pasa algo".
Joseba Elola lider¨® uno de los redise?os, en 2001, cuando se introdujo una secci¨®n de sexo (que fue examinada con lupa por m¨¢s de un compa?ero), o la del astronauta, en la que el cr¨ªtico de m¨²sica cl¨¢sica de EL PA?S acab¨® en un after de m¨²sica tecno, Tambi¨¦n impuls¨® un buz¨®n de contactos a trav¨¦s de mensajes de m¨®vil, "algo precursor de las redes sociales", dice. "Est¨¢bamos mucho menos sometidos a la autocensura, ten¨ªamos m¨¢s libertad". Muchos de los periodistas que disfrutaron con aquel festival de la transgresi¨®n, cuyas reuniones eran disparatadas tormentas de ideas, son ahora responsables de otras secciones, como Pablo Guim¨®n, redactor jefe de Madrid, quien, por ejemplo, se encarg¨® de reunir a un centenar de activistas para construir una C de copyleft y fotografiarlos desde la azotea de la sede del peri¨®dico. "Se trataba de no conformarte con la primera idea, de experimentar, de atreverte con cosas que no sabes si van a funcionar".
Pablo fue el responsable del n¨²mero que, en 2003, conmemor¨® los 10 a?os de Tentaciones, y en el que los lectores, una vez m¨¢s, fueron los protagonistas: no s¨®lo escogieron a los mejores artistas de la d¨¦cada sino que tambi¨¦n enviaron sus preguntas para que nosotros se las plante¨¢ramos. Todos ellos, desde Javier Bardem hasta Roberto Begnini, pasando por el escurridizo Manu Chao, fueron retratados por Javier Salas con una manzana, s¨ªmbolo de la tentaci¨®n.
En aquella portada sal¨ªa Jenni, una ni?a de 10 a?os que se li¨® a martillazos con la tarta de cumplea?os. Hab¨ªa nacido el mismo d¨ªa que Tentaciones. Todo un s¨ªmbolo. ?O no?
Babelia
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