El cuarto de siglo de David el gnomo

"Soy siete veces m¨¢s fuerte que t¨², y veloz, y siempre estoy de buen humor". Esta frase marc¨® la infancia de muchos espa?oles. Pertenece a la canci¨®n con la que comenzaba la serie de animaci¨®n David el gnomo, que Televisi¨®n Espa?ola emiti¨® por primera vez en 1985. Para celebrar el 25 aniversario, la Primera emitir¨¢ este oto?o un largometraje basado en esa animaci¨®n. Y lo har¨¢ a las 15.30 horas, justo el momento en el que se retransmit¨ªan los dibujos en aquella ¨¦poca. Los nost¨¢lgicos ya tienen excusa para recordar viejos tiempos.

David el gnomo contaba la vida de David, un m¨¦dico gnomo de 399 a?os al que le llamaban desde todos los lados para solucionar problemas de salud. Siempre viajaba sobre su zorro, Swift, o encima de aves migratorias. Durante sus viajes, David y sus amigos ten¨ªan que esquivar distintos peligros, especialmente a los trolls, sus mayores enemigos. La serie estaba basada en El libro secreto de los gnomos de Will Huygen y Rien Poortvliet.

"Los ni?os envejecen muy r¨¢pidamente. Se hacen adolescentes mucho antes", comenta Carlos Biern, vicepresidente ejecutivo de BRB.

Los Pitufos, Los Picapiedra, Los Diminutos, Los caballeros del zodiaco, La familia Teler¨ªn... son solo algunos de los dibujos con los que crecieron miles de espa?oles

Las series de antes sol¨ªan estar basadas en cl¨¢sicos de la literatura

"El ni?o que ahora tiene ocho a?os no se explicar¨¢ por qu¨¦ ten¨ªamos que estar sentados en el sill¨®n esperando a ver una serie en lugar de interactuar con ello", dice Carlos Biern

En estos 25 a?os han cambiado muchas cosas en el mundo de la animaci¨®n. "Antes, los dibujos los ve¨ªa toda la familia junta. Pod¨ªa haber 20 millones de personas delante del televisor porque solo hab¨ªa dos canales", explica Carlos Biern, vicepresidente ejecutivo de BRB, la compa?¨ªa que cre¨® David el gnomo, D'Artacan y La vuelta al mundo de Willy Fog, entre otras series. Era una ¨¦poca dorada en la animaci¨®n espa?ola, antes de que los dibujos japoneses y las series americanas inundaran las parrillas de programaci¨®n. Pero en este tiempo no solo se han transformado los h¨¢bitos de consumo de televisi¨®n, sino tambi¨¦n las formas de hacer animaci¨®n. Las dos dimensiones han dado paso al 3D y se ha cambiado la apariencia de los personajes.

Los ni?os de hoy tampoco son como los de antes. Seg¨²n explica Carlos Biern, los m¨¢s peque?os son ahora los que eligen qu¨¦ ver porque la mayor¨ªa tienen una televisi¨®n en su habitaci¨®n. "Los ni?os envejecen muy r¨¢pidamente. Antes, a los ocho a?os sol¨ªan seguir a Teresa Rabal o a Parch¨ªs. Ahora eso no les gusta ni a los que tienen tres a?os. Se hacen adolescentes mucho antes", comenta.

El futuro de los ni?os

Los veintea?eros y los treinta?eros pueden decir que crecieron viendo series como La abeja Maya, Los Fruittis, Los Trotam¨²sicos o Los Pitufos, pero muchos se preguntan qu¨¦ dir¨¢n los ni?os de ahora dentro de 20 a?os. Carlos Biern lo tiene claro. "El ni?o que ahora tiene ocho a?os no se explicar¨¢ por qu¨¦ ten¨ªamos que estar sentados en el sill¨®n esperando a ver una serie en lugar de interactuar con ello, poder elegir su desarrollo... No entender¨¢ la animaci¨®n como es hoy en d¨ªa", asegura.

Zookaboo, Canimal, Kambu y Suckers son los nombres de algunas de las series de animaci¨®n de BRB que se estrenar¨¢n pr¨®ximamente. Suceder¨¢n en el tiempo a algunos de los dibujos animados espa?oles m¨¢s representativos del pasado. La mayor¨ªa de ellos estaban basados en obras cl¨¢sicas de la literatura, a diferencia de los actuales:

La familia Teler¨ªn. "Vamos a la cama, que hay que descansar, para que ma?ana podamos madrugar". Miles de ni?os espa?oles esperaban a escuchar estas palabras en la televisi¨®n para irse a dormir. Cleo, Tet¨¦, Marip¨ª, Pelus¨ªn, Coletas y Cuqu¨ªn avisaban de que se terminaba la programaci¨®n infantil. La Familia Teler¨ªn la crearon los hermanos Santiago y Jos¨¦ Luis Moro en 1964.

La vuelta al mundo de Willy Fog. Basada en la obra La vuelta al mundo en ochenta d¨ªas, de Julio Verne, esta serie de animaci¨®n se emiti¨® en Espa?a por primera vez en 1983. Cuenta la historia de Willy Fog, un le¨®n que se juega 20.000 libras con el director del banco de Inglaterra a que consigue dar la vuelta al mundo en 80 d¨ªas. En su viaje le acompa?ar¨¢n su mayordomo, el gato Rigod¨®n, y el rat¨®n Tico. Otra protagonista de la historia es Romy, una princesa india a la que salvan la vida. Los enemigos eran Dix y Bully, polic¨ªas que confunden a Fog con un malhechor, y Transfer, que intenta hacer fracasar al protagonista.

D'Artacan y los tres mosqueperros. Esta serie tambi¨¦n estaba basada en una obra literaria: Los Tres mosqueteros, de Alejandro Dumas. Se emiti¨® por primera vez en Espa?a en 1981. D'Artacan es un perro joven que se marcha a Par¨ªs para convertirse en un gran espadach¨ªn. All¨ª conoce a Amis, Dogos y Portos, los tres mosqueperros, junto a los que luchar¨¢ frente al cardenal Richelieu. Su amor se llamaba Juliette.

Los Trotam¨²sicos. Esta serie, que se emiti¨® en Espa?a por primera vez en 1989, estaba basada en el cuento Los m¨²sicos de Bremen de los hermanos Grimm. Narra las aventuras de cuatro animales que forman un grupo de m¨²sica para escapar de la triste vida que llevaban. Koky, el gallo, el burro Tonto, el perro Lupo y el gato Burl¨®n se enfrentan, durante los 26 episodios de los que se compon¨ªa la historia, a tres ladrones llamados Chef, Bestia y Tap¨®n y a su perro, Atila.

Los Fruittis. Emitida en Espa?a por primera vez en 1991, esta serie estaba protagonizada por el pl¨¢tano Mochilo, la pi?a Gazpacho, el cactus o higo chumbo Pincho y la ni?a Kumba. La historia se desarrollaba en una isla poblada por frutas y hortalizas. Ese territorio comenz¨® a sufrir temblores y los tres protagonistas tuvieron que emprender un viaje para buscar otra tierra en la que pudieran vivir sus vecinos.

Tambi¨¦n algunas series extranjeras marcaron la infancia de muchos espa?oles:

La abeja Maya. Esta serie japonesa se emiti¨® en Espa?a por primera vez en 1978, aunque ha sido repuesta varias veces, la ¨²ltima en 2008. Cuenta la vida de Maya, una abeja que conoce el mundo mientras busca polen, y sus amigos Willi el z¨¢ngano, Flip el saltamontes, la ara?a Tecla o la mosca Puck. Tambi¨¦n estaba inspirada en un libro, esta vez del alem¨¢n Waldemar Bonsels.

Heidi. La ni?a Heidi y su amigo Pedro protagonizaron una de las series de dibujos m¨¢s famosas. El abuelo, el perro Niebla, Clara y la se?orita Rotenmeyer son personajes que les suenan a muchas personas que ni siquiera vieron los cap¨ªtulos. La m¨²sica, con la frase "abuelito dime t¨²", tambi¨¦n se hizo muy conocida. Narra la historia de una ni?a que se va a vivir a los Alpes suizos con su abuelo. Estaba inspirada en el libro de Johanna Spyri.

Marco. La madre de Marco, un ni?o italiano, se marcha a Argentina a trabajar. Un a?o despu¨¦s, Marco deja de recibir cartas suyas y decide comenzar un viaje para buscarla junto a su mono Amedio. Con este argumento, la serie japonesa tuvo en vilo a miles de ni?os. Como en el caso de Heidi, la letra de la m¨²sica ("En un puerto italiano, al pie de las monta?as, vive nuestro amigo Marco...") ha pasado a la historia de la animaci¨®n y contin¨²a en el recuerdo de muchos espa?oles. Al final, Marco encontr¨® a su madre. La serie estaba basada en un relato de Edmundo de Amicis.

Vickie el vikingo. Esta serie germano-japonesa narraba las historias de Vickie, un ni?o que viv¨ªa en una aldea vikinga y que viaja con su padre, Halvar, que era el jefe del grupo. Vickie lograba solucionar siempre los problemas en los que se met¨ªan los adultos.

Estas son solo algunas de las series con m¨¢s ¨¦xito de los 70 y los 80, pero no fueron, ni mucho menos, las ¨²nicas. Los Pitufos, Los Picapiedra, ?rase una vez..., Los Diminutos, Los caballeros del zodiaco, Popeye, La pantera rosa, Noeli, Oliver y Benji o Snoopy son parte del pasado de varias generaciones que crecieron junto a las dos dimensiones. "Los personajes marcaron una generaci¨®n y siguen estando ah¨ª. Han llegado mucho m¨¢s lejos de lo que estaba previsto", afirma Carlos Biern. Las tres dimensiones no matar¨¢n su recuerdo.