Jordi Nadal 'conduce' un Hispano-Suiza en su 'Honoris Causa' por la UPF
El decano Albert Carreras lo defini¨® como "una marca ligada a calidad y relevancia investigadoras"
Ni que fuera s¨®lo por dos libros tan fundamentales en la historiograf¨ªa moderna como La poblaci¨®n espa?ola (siglos XVI al XX) y, sobre todo, El fracaso de la revoluci¨®n industrial en Espa?a (1814-1913), el historiador Jordi Nadal (Cass¨¤ de la Selva, 1929) habr¨ªa merecido llegar ayer a la investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (UPF) en un Hispano-Suiza, el coche m¨¢s rutilante de los fabricados nunca en Espa?a y parte de Europa. De alguna manera, el veh¨ªculo se lo puso ¨¦l mismo porque un peque?o avance de la que est¨¢ siendo su ¨²ltima investigaci¨®n, la historia de este mito rodante, "la empresa industrial m¨¢s gloriosa que ha existido nunca en Catalu?a y Espa?a", fue el eje de su discurso de agradecimiento.
Propuesto por el Instituto Universitario de Historia Jaume Vicens Vives y ante un selecto auditorio de unas 200 personas, con primeras espadas de la historiograf¨ªa catalana y espa?ola (Josep Fontana, ?ngel Vi?as, Borja de Riquer, Josep Maria Bricall y su editor Gonzalo Pont¨®n, entre otros) intercalados con nietos y amigos, el que es el primer acad¨¦mico catal¨¢n reconocido como Honoris Causa por la UPF fue m¨¢s aut¨¦ntico que nunca. As¨ª, al m¨¢s puro estilo de su maestro, Jaume Vicens Vives, sedujo al auditorio con un tema in¨¦dito en la historia econ¨®mica de Catalu?a mezclando erudici¨®n (el n¨²mero de piezas de un motor de la casa catalana, unas 500, frente a las 900 de los Mercedes; las cifras del capital social de la filial que se mont¨® en Francia...) con an¨¦cdotas o detalles de factor humano, vitales en su opini¨®n siempre en la pol¨ªtica econ¨®mica, como las vicisitudes del genial ingeniero suizo de 26 a?os Marc Birkigt, art¨ªfice t¨¦cnico del milagro de la Hispano-Suiza, o la del presidente de la compa?¨ªa, el comerciante de hierros Dami¨¤ Mateu, que logr¨® retener al ingeniero a pesar de las suculentas ofertas europeas que le fueron lanzando. Ello sin olvidar aportaciones desconocidas -como la fabricaci¨®n tambi¨¦n por la empresa de motores de aviaci¨®n- y hasta cargas de profundidad, como el triste final de la compa?¨ªa tras la intromisi¨®n del gobierno franquista entre 1943 y 1946.
Mano izquierda en el bolsillo de su traje, apoyado en el atril, Nadal, calificado en el elogio por el decano de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas y Empresariales del UPF, Albert Carreras, como "una marca ligada a calidad y relevancia investigadoras, a exigencia intelectual, a af¨¢n de excelencia", tuvo tiempo para la iron¨ªa, al recordar que el prestigio de la Hispano-Suiza fue desde 1904 tal que "hoy una empresa ha usado su nombre y parte de su logotipo para crear una bater¨ªa de cocina que sirve de promoci¨®n para los lectores de La Vanguardia; es un impostura, claro, pero lo dice todo". Jordi Nadal, pues, en estado puro.
Babelia
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