Hawking planta cara a Dios

Venimos de la nada. De un universo que lo conten¨ªa todo, y que se crea a s¨ª mismo continuamente, sin la intervenci¨®n de un Dios. Y la filosof¨ªa ha muerto. Estas son algunas de las conclusiones de Stephen Hawking en su ¨²ltimo y pol¨¦mico libro El gran dise?o (Cr¨ªtica) que ha escrito junto al cient¨ªfico Leonard Mlodinov. Aseguran que el Big-Bang es una consecuencia inevitable de las leyes de la f¨ªsica y no de ninguna mente superior. Un asomo a dichas teor¨ªas lo ofrece hoy Babelia, en esta edici¨®n de ELPAIS.com, al avanzar del primer cap¨ªtulo c¨®mo el Big-Bang contiene las claves de todas las teor¨ªas desarrolladas de este esperado ensayo. Adem¨¢s de este adelanto de El gran dise?o, que llegar¨¢ a las librer¨ªas el pr¨®ximo 15 de noviembre, Babelia publicar¨¢ el s¨¢bado un art¨ªculo a cargo del cient¨ªfico y acad¨¦mico Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron.

El nuevo libro del cient¨ªfico brit¨¢nico llega ocho a?os despu¨¦s de su anterior ¨¦xito: El universo en una c¨¢scara de nuez (Cr¨ªtica). El astrof¨ªsico escribe ahora que "dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo crearse a s¨ª mismo -y de hecho lo hizo- de la nada. La creaci¨®n espont¨¢nea es la raz¨®n de que exista algo, de que exista el Universo, de que nosotros existamos. Para eso no es necesario invocar a Dios".

El profesor de Cambridge y autor de Breve historia del tiempo socava argumentos creacionistas. Afirma que el universo no s¨®lo tiene una historia posible. Ante las preguntas que el ser humano alguna vez se plantea, como ?cu¨¢l es la naturaleza de la realidad? O ?de d¨®nde viene todo lo que nos rodea? Hawking asegura contundente que la filosof¨ªa ha muerto porque "no se ha mantenido al corriente de los desarrollos modernos de la ciencia, en particular de la f¨ªsica. Los cient¨ªficos se han convertido en los portadores de la antorcha del descubrimiento en nuestra b¨²squeda del conocimiento. El objetivo de este libro es proporcionar las respuestas sugeridas por los descubrimientos y los progresos te¨®ricos recientes".

En ello juega un papel fundamental la que parece ser una teor¨ªa definitiva que acabe con el rosario de preguntas una vez que se da respuesta a una de ellas. Es la Teor¨ªa M, que "no es una teor¨ªa en el sentido habitual del t¨¦rmino, sino toda una familia de teor¨ªas distintas, cada una de las cuales proporciona una buena descripci¨®n de las observaciones pero solo en un cierto dominio de situaciones f¨ªsicas".

Seg¨²n esa teor¨ªa M, nuestro universo no es ¨²nico, sino que hay much¨ªsimos universos m¨¢s que no requirieron de la intervenci¨®n de ning¨²n Dios o Ser Sobrenatural. Y entra en juego las teor¨ªas de espacio-tiempo: "Cada universo tiene muchas historias posibles y muchos estados posibles en instantes posteriores, es decir, en instantes como el actual, transcurrido mucho tiempo desde su creaci¨®n. La mayor¨ªa de tales estados ser¨¢ muy diferente del universo que observamos y resultar¨¢ inadecuada para la existencia de cualquier forma de vida. S¨®lo unos pocos de ellos permitir¨ªan la existencia de criaturas como nosotros. As¨ª pues, nuestra presencia selecciona de este vasto conjunto solo aquellos universos que son compatibles con nuestra existencia. Aunque somos peque?os e insignificantes a escala c¨®smica, ellos nos hace en un cierto sentido se?ores de la creaci¨®n".

Hacia el final del libro Hawking y Mlodinov reconocen que las leyes de la naturaleza nos dicen c¨®mo se comporta el universo pero no responde a las preguntas de por qu¨¦: ?por qu¨¦ hay algo en lugar de no haber nada? O ?por qu¨¦ existimos?. Y como saben que la respuesta de muchas personas puede ser un Dios que decidi¨® crear todo, afirman que eso desviar¨ªa la pregunta a qu¨¦ o qui¨¦n cre¨® a Dios. Es decir, volvemos a la pregunta eterna. Los cient¨ªficos recuerdan, entonces, que nuestras respuestas obedecen o est¨¢n limitadas por nuestra capacidad cerebral. "Tal como en nuestro universo, en el Juego de la vida la realidad depende del modelo que utilicemos".