Am¨¦rica Latina lucha contra los t¨®picos
Primera jornada del debate cultural con Juan Villoro, Laura Restrepo, Pablo Casacuberta, Guillermo Arriaga y Lucrecia Martel
Un territorio de promesas que lucha contra los estereotipos. Eso es Am¨¦rica Latina. Una regi¨®n que vive en la paradoja, porque mientras sus gobiernos y la econom¨ªa han llevado al continente a situaciones decepcionantes o vergonzosas, la cultura y sus diferentes manifestaciones se han convertido en su b¨¢lsamo y motivo de orgullo para sus pobladores. Su creaci¨®n art¨ªstica mira de igual a igual al resto de obras del mundo.
?Es real todo eso? Sobre esa mirada interior y la percepci¨®n que existe fuera del continente debaten cinco de los creadores latinoamericanos con m¨¢s rodaje internacional: los escritores Juan Villoro, de M¨¦xico; y Laura Restrepo, de Colombia; el escritor y artista Pablo Casacuberta, de Uruguay; el escritor, guionista y director de cine Guillermo Arriaga; y la directora de cine argentina Lucrecia Martel. Un encuentro de dos horas en el Sala Julio Cort¨¢zar, de Casa de Am¨¦rica de Madrid, celebrado cuando empezaban las conmemoraciones de los 200 a?os del bicentenario de las independencias de las rep¨²blicas latinoamericanas. La idea era hablar y debatir sobre la cultura latinoamericana: su realidad, la imagen que proyecta y su la lucha por lograr un sitio claro en el mundo.
Un tema de eterno debate lleno de bifurcaciones al que el Nobel peruano Mario Vargas Llosa se ha referido en varias ocasiones, que se pueden resumir en dos frases: "El arte y la literatura latinoamericanos han dejado de atr¨¢s hace tiempo lo pintoresco y lo folcl¨®rico y alcanzado unos niveles de elaboraci¨®n y de originalidad que les garantiza una vigencia universal". Y la segunda es un consejo-sentencia clave: "Am¨¦rica Latina no puede renunciar a esa diversidad multicultural que hace de ella un prototipo del mundo".
LA RUPTURA AD?NICA Y LA CULTURA COMO CAPITAL
Entre las dos grandes columnas de luz que entran por las dos ventanales de la Sala Julio Cort¨¢zar, en la esquina de Cibeles, los cinco creadores latinoamericanos trazan el recorrido de un continente que ha dejado de ser puerto de llegada y desembarco de aquellos que exploran, conquistan o quieren una nueva oportunidad; a ser puerto de salida y emanaci¨®n de creaciones y manifestaciones art¨ªsticas hacia todas partes del mundo.
Winston Manrique Sabogal. ?C¨®mo ha sido la evoluci¨®n de la cultura en el continente? ?Es considerada como un capital social, pol¨ªtico y econ¨®mico importante?
LAURA RESTREPO. En arte y en cultura no se avanza. Parece que esa es una de las caracter¨ªsticas del arte y de la cultura, que no se avanza, no estamos mas adelante de lo que est¨¢bamos hace siglo, es decir, no se producen mejores cosas de las que se produc¨ªan...
JUAN VILLORO. No hay una idea de progreso...
L. RESTREPO. Lo que hay son cambios. De pronto lo que tenemos que preguntarnos es, si hay ciertos cambios que marcan la pauta dentro de la enorme diversidad de lo que es la producci¨®n art¨ªstica latinoamericana. Yo dir¨ªa que en este momento existe la necesidad expresa, o explicita, por parte de los escritores de ganar el territorio de la cotidianidad y del tema menor. Me parece que este aspecto, que tiene larga trayectoria en Estados Unidos o en Europa, ha sido bastante ajeno a nuestras letras. ?C¨®mo llegar ah¨ª sin desdibujarnos en el mar de la literatura mundial? ?C¨®mo reclamar tambi¨¦n para los latinoamericanos el no tener que ser fen¨®menos de feria para existir en el terreno de la cultura?
J. VILLORO. Yo creo que se ha roto con el referente tel¨²rico de que el escritor latinoamericano tiene que reflejar un mundo que en cierta forma es 'ad¨¢nico' y que ¨¦l nombra por primera vez. Durante mucho tiempo en Am¨¦rica Latina el escritor ten¨ªa un impulso ¨¦pico, como dice Laura, o "civilizatorio", de ordenar en las p¨¢ginas lo que no estaba ordenado en la realidad. Convertir el caos de la selva y de los gobiernos provisionales de la regi¨®n en un orden l¨®gico, nombrar y de alguna manera abarcar como un todo, una Latinoam¨¦rica que tiene un referente tel¨²rico muy claro.
Yo creo que con eso afortunadamente se ha roto por completo. Am¨¦rica Latinase ha normalizado, y la normalidad siempre es un poco aburrida. Ya no son los tiempos de los dictadores extremos, de las guerrillas ultras, de las utop¨ªas posibles, quiz¨¢s vista desde fuera, Am¨¦rica latina ha perdido inter¨¦s como esa utop¨ªa del atraso donde todos los excesos eran posibles y donde se daban las frutas y los dictadores m¨¢s ex¨®ticos.
En la medida en que Am¨¦rica Latina se ha modernizado hacia democracias m¨¢s o menos imperfectas tambi¨¦n la literatura se ha atomizado, se ha pulverizado y ha entrado en territorios m¨¢s del misterio de lo cotidiano. Un aspecto que yo destacar¨ªa en el caso de M¨¦xico es el descubrimiento, tard¨ªo, del humor y la iron¨ªa. Afortunadamente se ha podido entender que el humor es un atributo de la inteligencia, hay escritores contempor¨¢neos como Fabricio Mej¨ªa Madrid, por ejemplo, que hacen del sentido del humor un ejercicio cr¨ªtico y me parece que ah¨ª tambi¨¦n hay algo nuevo en la literatura latinoamericana.
GUILLERMO ARRIAGA. Yo creo que esa literatura siempre ha estado presente lo que pasa es que no ha sido reconocida por los mercados europeos. En M¨¦xico estaba Ciro Cevallos al principio del siglo XX con narraciones completamente cotidianas; s¨¦ que parecer¨¢ extra?o, pero Juan Rulfo escrib¨ªa cosas cotidianas incluso con sentido del humor; siento que esa literatura ha existido siempre, pero Europa ha consumido m¨¢s el clich¨¦ ex¨®tico. En el caso de M¨¦xico, el capital cultural ha sido uno de los m¨¢s poderosos. Sin embargo, la influencia que ha tenido la cultura mexicana ha sido denostada por estos economistas que han dicho que si la cultura no genera ganancia entonces no tiene por qu¨¦ existir.
PABLO CASACUBERTA. Me parece que un problema que ha tenido Latinoam¨¦rica, y es un problema en el cual los intelectuales tienen que ir haciendo un examen de conciencia, es que en muchas oportunidades hemos sido instrumentales en lo que se espera de nosotros. Es decir, Latinoam¨¦rica ha venido siendo en tres etapas: una, viene a ser el descubrimiento y conquista de Am¨¦rica, donde apenas se le descubre se convierte en una fuente de recursos. Despu¨¦s, en el siglo XX comienza el descubrimiento de Am¨¦rica en lo que tiene que ver con una riqueza cultural especifica. Y reci¨¦n comienza ahora a conceb¨ªrsela como una fuente de riqueza culturalmente inespec¨ªfica. Es decir, los productos culturales latinoamericanos tienen mucho que decir no solo sobre la condici¨®n de ser latinoamericanos sino sobre la condici¨®n humana. Cuando pienso en una pel¨ªcula de Lucrecia Martel me interesa lo que esa pel¨ªcula dice de la condici¨®n humana, la soledad, del ego¨ªsmo, etc. Creo que en cierta medida nosotros mismos tendemos a pensar en Latinoam¨¦rica como una fuente de valores culturalmente espec¨ªficos. Es como si nosotros esper¨¢ramos que Fernando Savater hablara exclusivamente sobre su relaci¨®n con la hispanidad o con la identidad vasca, sobre la cual tiene mucho que decir, pero es que realmente tiene mucho que decir sobre muchas otras cosas. Otro problema, es que cuando los latinoamericanos escribimos sobre nuestra cultura s¨®lo hablamos de la cultura human¨ªstica. Pero nuestro sentido de la cultura latinoamericana tendr¨ªa que incluir a la ciencia que tambi¨¦n es muy vigorosa. Hay un creciente ¨¦nfasis en la investigaci¨®n y en ¨¦l, la regi¨®n ha aportado y tiene mucho para aportar, pero nadie se lo reconoce, nadie piensa en Am¨¦rica latina como un lugar donde haya aportaciones tecnol¨®gicas o donde existe ensanchamiento del conocimiento sobre la fisiolog¨ªa humana. Siempre se piensa en t¨¦rminos de: haber dime algo cultural, cu¨¦ntame alguna mexicanidad, dime algo del argot mexicano a ver si me impresiono y esa parte es importante. En M¨¦xico se invent¨® la televisi¨®n a color, esto es importante, eso es cultura mexicana.
L. RESTREPO. Ah¨ª la diferencia es que los escritores somos los m¨¢s artesanales de todos los artistas. Por ejemplo, nosotros no necesitamos gran capital para trabajar, s¨®lo l¨¢piz y papel. La instancia frente al apoyo oficial no solamente es una traba sino que es importante porque te permite estar al otro lado del poder que es como el sitio donde puedes estar como pez en el agua en alg¨²n momento. Yo desempe?¨¦, de forma muy desafortunada, una secretaria de cultura para un alcalde de izquierda que hubo en Bogot¨¢, ah¨ª viv¨ª lo que era la avidez de los artistas por esperar la cuota que les pasaba el ministerio, y yo pensaba por un lado, qu¨¦ bueno que se les pueda dar esta ayuda, pero otro lado no era agradable ver la dependencia tremenda del aporte oficial. En M¨¦xico esto tambi¨¦n se ve mucho.
J. VILLORO. Es cierto, existe una dependencia muy grande de los recursos oficiales. No se hace nada sino tienes presupuesto oficial.
L. RESTREPO. Y en relaci¨®n con lo que tu dices el momento es muy interesante porque los mangos o las mulatas no dan para m¨¢s, eso ya se agot¨®. Yo no digo que en el pasado eso haya sido artificial, necesit¨¢bamos ese tipo de s¨ªmbolos para saber quienes ¨¦ramos, pero es que ya no somos solamente eso. Siempre me llama la atenci¨®n que nadie dice nunca: Madame Bovary es un libro sobre el adulterio en Francia, al contrario, se dice, es un libro sobre el adulterio. Cu¨¢ndo va a pasar que nosotros mismos primero, y luego los dem¨¢s, digan por ejemplo: Fernando Vallejo, el del libro que aborda el drama avasallador de la condici¨®n humana y no, ?ah! el del libro sobre la violencia en Colombia.
Ma?ana: La identidad: ?Qu¨¦ es eso? ?y para qu¨¦?
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