Internet es el gran aliado de Am¨¦rica Latina
Quinta, y ¨²ltima entrega, del Debate cultural latinoamericano convocado por Babelia con motivo del Bicentenario de las independencias. Intervienen Juan Villoro, Laura Retrepo, Pablo Casacuberta, Guillermo Arriaga y Lucrecia Martel
Dos horas despu¨¦s de iniciada la conversaci¨®n con cinco de los m¨¢s importantes creadores latinoamericanos, y de mayor proyecci¨®n global, termina el Debate cultural latinoamericano, convocado por Babelia. Durante ese tiempo, los dos ventanales de la Sala Julio Cort¨¢zar de la Casa de Am¨¦rica de Madrid no han dejado entrar el ruido matinal de la Plaza de Cibeles. Ni siquiera el de las dos de la tarde cuando aumenta el tr¨¢fico porque todos van en busca del almuerzo. S¨®lo ha entrado la luz di¨¢fana madrile?a y se han escuchado las voces del mexicano Juan Villoro, la colombiana Laura Restrepo, el uruguayo Pablo Casacuberta, el mexicano Guillermo Arriaga y la argentina Lucrecia Martel.
Cerca de las dos y media de la tarde, y ya pasada la conversaci¨®n por temas como la lucha contra los t¨®picos latinoamericanos en el mundo, las trampas de la identidad, la diversidad de los 19 pa¨ªses hispanohablantes y las reflexiones sobre con qu¨¦ debe estar comprometido un creador, llega el momento del futuro-presente: las mejores v¨ªas de comunicaci¨®n y divulgaci¨®n y difusi¨®n de las obras: el ciberespacio.
Al final de esta quinta entrega hay un resumen de las otras cuatro partes a trav¨¦s de frases de los escritores, artistas y cineastas que participaron en este Debate cultural latinoamericano cuando en el oto?o pasado empezaban las conmemoraciones de los 200 a?os de la independencia de las rep¨²blicas latinoamericanas. Un largo debate con un alto nivel de autocr¨ªtica y de optimismo y sin miedo ante los nuevos desaf¨ªos.
El valor incalculable de Internet para unir Am¨¦rica
Aunque todav¨ªa los creadores latinoamericanos sue?an con publicar o exhibir sus obras en Espa?a, para empezar a ser conocidos a nivel panhisp¨¢nico y poder llegar a m¨¢s p¨²blico, eso est¨¢ cambiando. La tradicional incomunicaci¨®n de los 19 pa¨ªses hispanohablantes del continente est¨¢ llegando a su fin gracias a Internet. Un medio que ha contribuido a la mayor y mejor difusi¨®n de los autores y sus obras en los ¨²ltimos a?os, y que los creadores latinoamericanos potencian y explotan en todos los sentidos, tanto como soporte de creaci¨®n como de divulgaci¨®n. Nunca antes ha habido tanto di¨¢logo entre tantos creadores lo que refuerza y facilita la vocaci¨®n universal de la cultura y la creaci¨®n art¨ªstica latinoamericana.
Winston Manrique Sabogal. Otro de los problemas del continente es la incomunicaci¨®n y la poca difusi¨®n de la obras Por no hablar de paso casi obligado por Espa?a para tener repercusi¨®n ?Qu¨¦ hacer?
LUCRECIA MARTEL. He ido a dar charlas a Chile, Ecuador o Colombia y un buen porcentaje del p¨²blico hab¨ªa visto las pel¨ªculas bajadas de Internet. La red ha facilitado la circulaci¨®n. Es incre¨ªble.
JUAN VILLORO. Lo que es fascinante es que es dif¨ªcil de valorar. No sabemos cu¨¢l es la canci¨®n de moda, no sabemos qu¨¦ se est¨¢ leyendo , y eso es un canal alternativo que rompe un poco todo.
L. MARTEL. Entre directores, y supongo que entre escritores, pasa algo parecido; hay una posibilidad de v¨ªnculos y fluidez que creo que no se compadece con la formalidad como se van trasladando nuestras voces en un nivel informal de mucho intercambio, o no se como llamarlo, o pirata.
W. Manrique Sabogal. Internet ha facilitado esa labor, suplido a los gobiernos ante su incapacidad o desidia de difundir, promover y fomentar cultura. Si no existiera internet seguir¨ªamos como hace 40 a?os.
PABLO CASACUBERTA. Yo conozco esto en Uruguay. All¨ª paso algo ins¨®lito para Am¨¦rica Latina y el mundo: como pol¨ªtica estatal se dio un computador port¨¢til a todo ni?o en edad escolar y est¨¢n conectados a Internet, no solo en los ni?os sino en la vida de los padres es gigantesco. Padres que estaban en pueblos en transici¨®n a pueblos fantasmas empezaron a colocar cosechas de cosas que nunca se hab¨ªan cultivado en Uruguay. Como Ar¨¢ndanos, ahora es exportador de Ar¨¢ndano, y exportador de caviar hecho en condiciones locales, Por eso se subestima el impacto cultural, cuando hablamos del mapa de la cultura en t¨¦rminos de qu¨¦ est¨¢n haciendo los creadores de obra y la cultura es una cosa mucho mas extensa que incluye este tipo de interacci¨®n. Cuando veo por la calle a estos ni?os que van con su computadora us¨¢ndola de c¨¢mara de video, uno de los videos m¨¢s exitosos es un ni?o rural es el que film¨® el parto de una vaca , la mitad de los ni?os uruguayos lo vio. Esa sensaci¨®n de t¨² est¨¢s all¨¢ yo estoy aqu¨ª, estamos en el campo unidos, etc¨¦tera. A veces me parece ese tipo de datos no se ven desde la perspectiva de la inclusi¨®n . Yo soy de la ¨¦poca en que la escuela publica uruguaya era buena entre comillas. No recuerdo nada que yo estudie ah¨ª, tengo ni?os de 9 a?os que van a la escuela p¨²blica y tienen otro modelo de cultura donde esta idea de que los nombres de los dinosaurios y las especies y entrar en google es distinto a lo que yo viv¨ª. Ni siquiera me atrevo a decir que es mejor y en relaci¨®n a su medida y tiempo es un ni?o culto. Y vive en un contexto de escuela p¨²blica. Este tipo de intercambio deber¨ªamos incluirlo dentro de la gr¨¢fica de cuan excluidos estamos. La irrupci¨®n del tel¨¦fono celular en ?frica ha tenido mucho m¨¢s impacto en la generaci¨®n de redes sociales que siglos de lucha armada; en la irrupci¨®n de peque?as instancias de desarrollo cooperativos de personas que nuclean para hacer desarrollo y producci¨®n local y no se puede subestimar.
L. MARTEL. Sin duda. Estoy a favor de las tecnolog¨ªas porque creo que generar esa pirater¨ªa eso no significa ni diminuye la autocr¨ªtica o revisi¨®n de la tarea del intelectual. Son datos positivos.
P. CASACUBERTA. Una de las tareas del intelectual es analizar qu¨¦ es lo que se ha hecho bien. Porque en cierta medida vos ten¨¦s que trabajar sobre cierto nivel de modelo de contraposici¨®n de una realidad tales cosas no son producentes, y ah¨ª las encuentras . Ese conocimiento que incluye realidades regionales y nacionales es importante.
L. MARTEL. En este momento tengo una enorme desconfianza con todos los sistemas de producci¨®n de la obra que terminan en un solo circuito y no pueden trasladarse a otros medios. Por ejemplo el mundo del cine con su sistema de circulaci¨®n formal de pel¨ªculas de sala me parece una inutilidad. La pirater¨ªa es una zona de esperanza, es terrible pero es as¨ª y cualquier distribuidor de pel¨ªculas m¨ªas me va a llamar y me va a decir algo.
P. CASACUBERTA. Tambi¨¦n hay que tener confianza para ver que las soluciones provienen justamente de los usuarios de la cultura, porque esa soluci¨®n la inventaron ellos. En Ecuador debe ser tan grande la pirater¨ªa que ni siquiera piensan en eliminarla desde el Estado porque el impacto que tiene en la superviviencia de una porci¨®n enorme de la poblaci¨®n es tan grande que si la combaten generan marginaci¨®n y otros problemas sociales . No puede hacerse una pol¨ªtica muy agresiva o frontal porque forma parte sustancial de la econom¨ªa informal.
W. Manrique Sabogal. Pero todo cuesta. No se puede hacer nada sin que cueste algo y quieres recuperarlo. Si se sigue en esa din¨¢mica qui¨¦n va a financiar a los creadores, c¨®mo se fomentar¨¢ la creaci¨®n?
L. MARTEL. Todos estos datos que son muy positivos para mi no disminuyen la creaci¨®n. Me tranquilizan respecto de la tarea de directora de cine. Una cosa es cierta circulaci¨®n a trav¨¦s de estos sistemas y otra cosa es
JUAN VILLORO. La circulaci¨®n requiere que llegue y se complete con la lectura o la exhibici¨®n. Pero la circulaci¨®n finalmente tambi¨¦n es accidental no forma parte de la prioridad de nosotros y si los libros o pel¨ªculas u obras de arte pueden circular mejor pues bien. A veces se centra mucho la atenci¨®n en c¨®mo se va a distribuir m¨¢s y eso es totalmente secundario. La clave es la novela y la claridad de lo creado.
Resumen del Debate cultural latinoamericano
Luchar contra los t¨®picos: "En este momento existe la necesidad expresa o expl¨ªcita, por parte de los escritores, de ganar el territorio de la cotidianidad y del tema menor. Un aspecto que tiene larga trayectoria en Estados Unidos o en Europa, ha sido ajeno a nuestras letras. ?C¨®mo llegar ah¨ª sin desdibujarnos en el mar de la literatura mundial? ?C¨®mo reclamar tambi¨¦n para los latinoamericanos el no tener que ser fen¨®menos de feria para existir en el terreno de la cultura?", se pregunta la escritora colombiana Laura Restrepo.
"Se ha roto con el referente tel¨²rico de que el escritor latinoamericano tiene que reflejar el mundo que en cierta forma es ad¨¢nico, y que ¨¦l nombra por primera vez. (...) En la medida en que Am¨¦rica Latina se ha modernizado hacia democracias m¨¢s o menos imperfectas, tambi¨¦n la literatura se ha atomizado, se ha pulverizado y ha entrado en territorios m¨¢s del misterio de lo cotidiano", afirma el escritor mexicano Juan Villoro.
"Un problema que ha tenido Latinoam¨¦rica, y es un problema en el cual los intelectuales tiene que ir haciendo un examen de conciencia, es que en muchas oportunidades hemos sido instrumentales en lo que se espera de nosotros. El continente ha venido siendo en tres etapas: una es el descubrimiento y conquista, y se convierte en una fuente de recursos; despu¨¦s en el siglo XX empieza su descubrimiento en lo que tiene que ver con lo culturalmente espec¨ªfico y una riqueza espec¨ªfica; y reci¨¦n comienza ahora a conceb¨ªrsela como una fuente de riqueza culturalmente inespec¨ªfica", resume el escritor y artista uruguayo Pablo Casacuberta.
Las trampas de la identidad: "No hay nada m¨¢s pat¨¦tico que tratar de tener una identidad. La identidad viene por a?adidura si uno se concentra en contar lo que quiere; la identidad va a estar all¨ª de cualquier manera y el ¨¦nfasis en esa parte, que es la parte inevitable, es cierta medida es trist¨ªsimo", asegura Pablo Casacuberta
"No ser¨ªa v¨¢lido discutir si hacemos o no literatura ex¨®tica. Lo que tenemos que hacer es concentrarnos en contar la historia que nos llega a nosotros. Hay avance en la cultura cuando somos capaces de seducir a la sociedad y somos capaces de hacer que la cultura sea importante para la sociedad y no para el gobierno", sentencia el escritor y cineasta Guillermo Arriaga.
"Con respecto a lo que dec¨ªa Juan de no perder el arraigo, es que no hay que perderlo ni siquiera cuando el arraigo es el desarraigo. Es un aspecto muy propio de estos tiempos donde la di¨¢spora tambi¨¦n nos ha llegado a los latinoamericanos y estamos contando historias que no tiene el terru?o como eje", reconoce Laura Restrepo.
El segundo descubrimiento: "Yo me he opuesto a que en Estados Unidos digan que soy un escritor latino. La idea es como si fu¨¦ramos todos lo mismo. Los espa?oles cuando llegaron a Am¨¦rica destruyeron todas las culturas dici¨¦ndoles indios a todos, a los aztecas, a los mayas, a todos", dice Guillermo Arriaga.
"A pesar de que exista esa sensaci¨®n de pertenencia, esto no necesariamente implica que nosotros entendamos el lugar al que pertenecemos. El hecho de escribir del lugar de donde t¨² eres no implica que lo comprendas del todo, y muchas veces escribes precisamente por eso, porque hay un desaf¨ªo de comprensi¨®n que solo a trav¨¦s del trabajo con la historia se va esclareciendo", reconoce Juan Villoro.
"Aunque estoy conforme con mi trabajo y lo que genera en el p¨²blico, siento que no es suficiente. Que hay una actitud, que hay un trabajo de los intelectuales en Latinoam¨¦rica que no estamos pudiendo cumplir, que es insuficiente", advierte Lucrecia Martel.
El compromiso es con la obra: "Nuestro compromiso como creadores es con la obra, con las historias que tengo que contar, aunque en algunas ocasiones esas obras puedan tener repercusiones pol¨ªticas. Yo siento que el arte es incapaz de dar respuestas pero s¨ª tiene la capacidad de generar preguntas, y si el arte genera preguntas eso a la larga en la sociedad puede generar respuestas", afirma Guillermo Arriaga.
"La vida de uno es una lectura de su tiempo, ni siquiera con la necesidad de expresarlo p¨²blicamente. Cada movimiento nuestro es a favor de la felicidad o infelicidad de los otros. Lo que me planteo es que si uno hace una obra que tiene el raro car¨¢cter de ser p¨²blica es que algo quiere compartir con los dem¨¢s", confiesa Lucrecia Martel.
"No podemos asumir nunca la experiencia integral del otro. No podemos sustituir la experiencia integral del otro porque, evidentemente, no vamos a correr su suerte", asegura Juan Villoro.
"Los que hacemos arte ya no estamos enfrentados a un p¨²blico, ahora hay clases de p¨²blico. Tambi¨¦n ha cambiado esa actitud pasiva de que la cultura se recibe y la aprendemos", advierte laura Restrepo.
Internet como atajo de la incomunicaci¨®n: "La circulaci¨®n de las obras por Internet es incre¨ªble. (...) Estoy a favor de las tecnolog¨ªas, y creo que en general la pirater¨ªa no disminuye la autocr¨ªtica o revisi¨®n de la tarea del intelectual. Eso es positivo. Es un momento de desconfianza con todos los sistemas de producci¨®n cuyas obras no pueden llegar a este", asegura Lucrecia Martel.
"Se subestima el impacto cultural cuando hablamos del mapa de la cultura en t¨¦rminos de qu¨¦ est¨¢n haciendo los creadores. La cultura es una cosa mucho m¨¢s extensa que incluye este tipo de interacci¨®n. La irrupci¨®n del tel¨¦fono celular en ?frica ha tenido mucho m¨¢s impacto en la generaci¨®n de redes sociales que siglos de lucha armada", se?ala Pablo Casacuberta.
"Es fascinante y es dif¨ªcil de valorar la difusi¨®n de la cultura por este canal alternativo que rompe con todo. (...) La circulaci¨®n requiere que llegue y se complete con la lectura o la exhibici¨®n, pero la circulaci¨®n tambi¨¦n es accidental, no forma parte de la prioridad de nosotros. La clave siguen siendo la obra y la claridad de lo creado", sentencia Juan Villoro.
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