Club de fans de mediana edad

Volvieron los escoceses Teenage Fanclub a Santiago 10 a?os despu¨¦s, con una sala Capitol llena de treinta?eros deseosos de escuchar el rock alternativo del cuarteto, surgido a principios de los noventa. Aunque tres de los miembros de la banda componen y cantan, es Norman Blake, que muestra a sus 45 a?os un preocupante parecido f¨ªsico con Elton John, el que se dirige generalmente al p¨²blico. En Compostela, muy atento, salud¨® con un "boas noites" y cerr¨® cada tema con un "graci?as".

Llevan dos d¨¦cadas juntos y se nota. Tocan de memoria, pulcros, elegantes. Desde Start again, con la que abrieron el recital -que cierra el ciclo Xacobeo Importa-, fueron repasando su repertorio durante una hora y media, sin incidir excesivamente en su ¨²ltimo disco, Shadows, publicado este mismo a?o. El p¨²blico, entretenido, aplaud¨ªa al cierre de cada tema, pero en general no se encendi¨® hasta o¨ªr los primeros acordes de guitarra de Ray McGinley en About you, de su ¨¢lbum Grand Prix de 1995. De Bandwagonesque, su segundo disco y uno de los m¨¢s valorados por la cr¨ªtica, s¨®lo son¨® Star sign, con su comienzo progresivo y cl¨ªmax casi grunge.

Musicalmente impecables, si algo se le puede recriminar a la banda es una cierta tendencia a la soser¨ªa. Salvo Blake, que brome¨® con alg¨²n asistente en un par de ocasiones, los dem¨¢s no mueven un m¨²sculo. En un grupo con un l¨ªder claro, esto ser¨ªa lo normal. Pero en Teenage Fanclub las tareas est¨¢n tan repartidas que se ech¨® de menos alg¨²n gui?o del bajo Gerard Love, escondido en un lado durante todo el concierto y t¨ªmido incluso cuando canta I need direction, el tema principal de Howdy.

Ni siquiera al terminar el concierto tras dos bises, con Everything flows, el primer single que editaron hace 20 a?os, se soltaron un poco. Vale que no quieran ir de estridentes, que su preocupaci¨®n fundamental sea atinar con la melod¨ªa, pero un poco m¨¢s de sangre habr¨ªa servido probablemente para que el p¨²blico, entregado desde el inicio, hubiese salido alabando a los escoceses sin la sensaci¨®n inc¨®moda de haberse quedado a medias.