Estados Unidos: Control, cooperaci¨®n privada y alternativas comerciales a las descargas
A una estricta legislaci¨®n y varios castigos ejemplares hay que a?adir el dinamismo del sector de contenidos on-line en streaming
En Estados Unidos la ley conocida como 'Digital Millenium Copyright Act', aprobada en 1998, proh¨ªbe el ofrecimiento y la descarga de contenido digital protegido por los derechos de autor. Durante a?os, las discogr¨¢ficas se centraron en combatir la pirater¨ªa espiando los sitios web de descargas y demandando a los internautas que ofrecieran o descargaran canciones o v¨ªdeos de forma ileg¨ªtima. En junio de 2009, en uno de los casos m¨¢s sonados, un juzgado de Minesota conden¨® a Jammie Thomas-Rasset (foto) a pagar 1'4 millones de euros por descargarse 24 canciones.
Aquella fue una importante victoria-por el elemento disuasorio, sobre todo- para las discogr¨¢ficas y productoras de cine. ?stas, sin embargo, han dejado de perseguir al usuario y se han centrado en colaborar con los proveedores de Internet. Esa cooperaci¨®n ha resultado fruct¨ªfera y ha reabierto el debate desde otra perspectiva: la de la neutralidad de la red. Seg¨²n diversas opiniones judiciales, las proveedoras de conexi¨®n pueden discriminar el tr¨¢fico de sus redes seg¨²n sus propios criterios comerciales.
Esto se ha traducido, recientemente, en una pr¨¢ctica que inici¨® la telef¨®nica Comcast. Con un programa de inspecci¨®n de contenido del tr¨¢fico web, esa empresa detecta cu¨¢ndo un usuario utiliza programas de transferencia de archivos a trav¨¦s de redes P2P y le ralentiza el tr¨¢fico. Comcast asegura que las redes son suyas y puede obrar de ese modo, alegando motivos comerciales: si muchos internautas utilizaran ancho de banda para transferir archivos, la navegaci¨®n por la Red se ralentizar¨ªa considerablemente para todos los clientes.
El Gobierno, sin embargo, no opina del mismo modo. En 2008, la Comisi¨®n Federal de Comercio amonest¨® a Comcast por esas pr¨¢cticas de discriminaci¨®n del tr¨¢fico web. En abril, finalmente, un juzgado de Washington reprendi¨® al Gobierno por haber actuado de ese modo y ratific¨® el derecho de Comcast y de las dem¨¢s telef¨®nicas de gestionar las redes como quieran. Aquello supon¨ªa, en teor¨ªa, luz verde para que ¨¦stas, en un futuro, lleguen a acuerdos con la discogr¨¢ficas y productoras audiovisuales para entorpecer el tr¨¢fico web cuando detecten el uso de redes P2P o programas de descarga, algo contra lo que est¨¢ luchando la Administraci¨®n de Obama.
En el din¨¢mico mercado norteamericano, sin embargo, est¨¢n apareciendo leg¨ªtimas alternativas a la pirater¨ªa que, adem¨¢s, generan nuevas oportunidades de negocio. Es el caso de la empresa Netflix, que ofrece una videoteca online que permite acceder ilimitadamente a m¨¢s de 17.000 t¨ªtulos de pel¨ªculas y series de televisi¨®n en streaming, por un precio de unos cinco euros mensuales. Otros portales, como Hulu.com, ofrecen contenido similar, pero con cortes publicitarios.
Babelia
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