Rascacielos a escala Barcelona
La altura de los grandes edificios de la capital catalana sigue siendo discreta en comparaci¨®n con obras como la Torre Caja Madrid
Los rascacielos de Barcelona solo le hacen cosquillas en las nubes. Aunque en la ¨²ltima d¨¦cada se han construido muchos nuevos, la altura sigue siendo discreta en comparaci¨®n con el que ha pasado en el mundo (Torre Burj Dubai, 828 metros de v¨¦rtigo) o hasta en Espa?a (Torre Caja Madrid, 250 metros). De hecho, el Hotel Arts y la Torre MAPFRE son a¨²n, con 154 metros, los m¨¢s altos de la ciudad. La Torre Agbar, uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos, tiene 144 y la siguiente perla de la ciudad, la estilizada Torre Telef¨®nica en la zona F¨®rum, tiene 110. En total, hay una docena de edificios con m¨¢s de 100 metros y poco m¨¢s de un centenar superan los 50 metros. En una ciudad tan planificada como Barcelona, precisamente lo de la limitaci¨®n de la altura no es fruto de una normativa espec¨ªfica sino de un mito con el que todo el mundo parece estar de acuerdo: no se puede superar la torre m¨¢s alta que tendr¨¢ la Sagrada Familia. Lo curioso, sin embargo, es que Gaud¨ª estableci¨® la altura de la torre central en 172 metros para no superar la cota de la naturaleza que hab¨ªa creado Dios, los 173 metros de la monta?a de Montju?c.
Para el arquitecto Robert Brufau, que con su estudio ha hecho el c¨¢lculo de estructuras de muchas de las torres de la ciudad -desde el Hotel Arts a la Torre Agbar, pasando por el Hotel Me o el Hesperia-, esta altura es la correcta. "Barcelona acepta bien torres de esta medida, que no plantean ning¨²n tipo de problema estructural espec¨ªfico", comenta. "Si se hiciesen torres de 250 metros, entonces se tendr¨ªa que ir con mucho cuidado. El tipo de terreno de Madrid, por ejemplo, es mucho mejor y lo que se puede hacer all¨ª es diferente de lo que podemos aplicar aqu¨ª, y se tendr¨ªan que buscar soluciones mucho m¨¢s costosas".
Para asegurar la estructura de la Torre Telef¨®nica, en el F¨°rum, uno de los rascacielos m¨¢s destacados de la ciudad, su arquitecto Enric Massip explica que se tuvieron que hacer unos cimientos de 50 metros de profundidad a causa, precisamente, del tipo de terreno y que la ubicaci¨®n al lado del mar tambi¨¦n ha obligado a reforzar la estructura ante los vientos. "Los aprovechamos para formalizar la torre desde estas nuevas necesidades; de ah¨ª la doble estructura, la exterior met¨¢lica, que nos permite tambi¨¦n ganar espacio interior, y el n¨²cleo interior de hormig¨®n, un sistema que adem¨¢s se adecua bien a las normas antiincendios", explica.
De hecho, los bomberos de Barcelona tienen una ordenanza espec¨ªfica desde 2007 para los edificios de m¨¢s de 50 metros. "Lo que hacemos es reforzar las medidas en este tipo de edificios obligando, por ejemplo, a que siempre haya dos fachadas accesibles a los servicios de emergencia o reforzando los criterios de acceso a las escaleras de evacuaci¨®n", explica Joan Pedreny, jefe de Bomberos de la ciudad. "En Barcelona, las alturas no son muy relevantes y no se plantean grandes problemas, aunque hay un especial control tanto en la fase de proyecto como despu¨¦s en las inspecciones".
En algunos de los foros de Internet (como skyscrapercity.com, con apartados espec¨ªficos para Barcelona), hay muchos amantes de los rascacielos que lamentan que la ciudad no haya hecho una apuesta m¨¢s osada. Y tambi¨¦n algunos arquitectos reconocidos consideran que quiz¨¢ en algunos casos se ha sido un poco r¨ªgido. El mismo Massip reconoce que le habr¨ªa ido bien poder tener "al menos dos metros m¨¢s para ganar un poco en cada piso" ya que ello habr¨ªa facilitado mucho las instalaciones. "Pienso que algunas torres, como el Hotel Me de Perrault tienen la altura correcta, pero la Torre Agbar queda baja y podr¨ªa tener perfectamente unos 200 metros", explica Carles Ferrater. "M¨¢s que la altura, de una torre lo que importa es la esbeltez. Por eso una de las que m¨¢s gustan de Barcelona es la Torre del Banco Atl¨¢ntico [hoy Sabadell] que hizo Francesc Mitjans en 1969; su esbeltez hace que parezca m¨¢s alta de lo que es [83 metros]", a?ade el autor de la Torre Imagina, una de las m¨¢s interesantes de la Diagonal, que solo llega a los 75 metros.
A finales de los a?os noventa, Urbanismo del Ayuntamiento, por entonces en manos de Josep Acebillo, defini¨® la ordenaci¨®n, las alturas y las relaciones volum¨¦tricas entre los diversos edificios que ten¨ªan que colonizar el principio de la Diagonal. Ahora ya se empiezan a ver los resultados de aquella apuesta y para el actual arquitecto jefe municipal, Oriol Clos, "la valoraci¨®n es bastante positiva" en t¨¦rminos generales. "Este juego de vol¨²menes entre los edificios, con un ritmo casi musical, ha ayudado a dar envergadura y valor a?adido a esta zona de la Diagonal. De hecho, estoy bastante satisfecho con el conjunto aunque despu¨¦s, torre a torre, se podr¨ªa matizar ya que tambi¨¦n es importante c¨®mo los edificios tocan el suelo y se relacionan con el espacio p¨²blico. Aqu¨ª valorar¨ªa mucho la soluci¨®n de Massip para la Torre Telef¨®nica, pero es m¨¢s discutible el caso del Hotel Me i de la misma Torre Agbar".
Clos asegura que en ning¨²n caso se prev¨¦ replantear el tema de las alturas para el futuro y como mucho se llegar¨¢ a los 150 metros. "Es verdad que la percepci¨®n ha variado y que igual que Londres ha hecho la apuesta, tambi¨¦n la podr¨ªa hacer Barcelona, pero pienso que esta medida es bastante adecuada a nuestra ciudad siempre que sea en zonas concretas y sin ir poniendo torres por todos lados". Otra cosa, reconoce, ser¨ªa la estrategia metropolitana donde qui¨¦n sabe si en el futuro alguien plantear¨¢ rascacielos m¨¢s osados.
El caso es que con el otro gran n¨²cleo de rascacielos, la plaza de Europa, ya en el t¨¦rmino municipal de L'Hospitalet, las alturas tambi¨¦n son discretas y no superan los 115 metros. "El l¨ªmite lo da la proximidad al aeropuerto", explican fuentes del Consorcio para la Reforma de la Gran V¨ªa. All¨ª, de la treintena de edificios previstos, los cinco de m¨¢s de cien metros ya est¨¢n acabados o en fase final de construcci¨®n. El m¨¢s espectacular es la torre roja del Hotel Porta Fira, que dise?¨® Toyo Ito con la colaboraci¨®n de Ferm¨ªn V¨¢zquez de B720, pero tambi¨¦n puede resultar interesante cuando est¨¦ acabado el Hotel Catalonia, que han dise?ado Jean Nouvel y Ribas & Ribas, ya que tiene una fachada prefabricada de hormig¨®n con ventanas en forma de hojas de palmera que se recubrir¨¢ de vidrio serigrafiado para mostrar un curioso juego de luz y sombras.
"Posiblemente s¨ª que hemos sido demasiado prudentes y en algunos casos se podr¨ªa haber construido con m¨¢s altura", asegura Josep Ribas, que recuerda que su padre fue pionero con el Edificio Col¨®n, en las Drassanes (Atarazanas), el emblem¨¢tico edificio brutalista de los a?os 70 que con 110 metros fue el rascacielos m¨¢s alto de la ciudad hasta las torres ol¨ªmpicas.
Ferm¨ªn V¨¢zquez, que tambi¨¦n colabor¨® con Nouvel en la Torre Agbar, reconoce que podr¨ªa haber sido un poco m¨¢s alta, "pero nos tuvimos que adecuar al planteamiento y a la edificabilidad del solar. Seguramente, el edificio habr¨ªa sido mucho m¨¢s eficiente si fuese no solo m¨¢s alto sino tambi¨¦n m¨¢s grande en general". A pesar de la "timidez" de la ordenaci¨®n, al fin y al cabo V¨¢zquez considera que "el equilibrio de la ciudad en general es razonable". "Cualquiera que haya viajado un poco por Asia ver¨¢ que lo de Barcelona no son rascacielos, sino edificios muy modestos, y en este sentido la ciudad est¨¢ siendo conservadora. Tal vez, algunas piezas quiz¨¢ s¨ª que podr¨ªan haber sido m¨¢s altas y, sobre todo, posiblemente podr¨ªa haber m¨¢s concentraci¨®n en algunas zonas porque las torres est¨¢n dispersas y ordenadas de manera lineal cuando normalmente los edificios altos funcionan mejor juntos. Pero no me parece mal lo que se ha hecho y lo ¨²nico que echo en falta es m¨¢s debate p¨²blico sobre el tema".
En general, todo sea dicho, la opini¨®n p¨²blica suele ser m¨¢s bien conservadora y poco amante de las torres, aunque sean peque?as. Sin entrar en la pol¨¦mica del Hotel Vela de Ricardo Bofill que, aunque le hicieron rebajar la altura de los 178 metros originales a los 99 actuales, todav¨ªa hoy recibe muchas cr¨ªticas de los vecinos, los rascacielos no tienen muy buena fama. Es una contradicci¨®n porque, por una parte, resultan atractivos como emblema y marca de la ciudad, que realmente tiene como hitos m¨¢s altos la Torre de Collserola (289 metros) y las torres de la T¨¦rmica del Bes¨°s (200 metros). Pero molesta que los edificios altos rompan la perspectiva acostumbrada de las calles, se los relaciona con la especulaci¨®n y tambi¨¦n como representaci¨®n "f¨¢lica" del poder, generalmente econ¨®mica ya que suelen ser o bien hoteles de lujo o sedes corporativas. Sin embargo, cada vez hay m¨¢s gente que los reivindica porque, bien hechos, son m¨¢s sostenibles ya que ocupan menos territorio. Ferrater cita el caso de Benidorm, que ha pasado a convertirse en un modelo frente a la dispersi¨®n de la urbanizaci¨®n de la costa. Y para Ram¨®n Prat, editor y director del Disseny Hub, est¨¢ claro que, en una ciudad tan densa como Barcelona, las torres pueden ser una soluci¨®n para el crecimiento futuro. "Aqu¨ª se ha hecho de manera t¨ªmida con edificios de una altura media y pienso que a¨²n se pueden asumir algunas torres m¨¢s en algunas zonas. Pero vala la pena preguntarse ?para qu¨¦? Todo depende de si hay necesidad o no porque lo que est¨¢ claro es que ahora mismo lo que hay son miles de metros cuadrados vac¨ªos en la ciudad. ?Qu¨¦ uso tendr¨ªan?".

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