Doctora Montserrat Caball¨¦
La soprano catalana recibe el 'honoris causa' de la Universidad de Barcelona en una teatral y emotiva ceremonia
El marco no era esta vez el Liceo de Barcelona, pero la ornamentaci¨®n de ra¨ªz mud¨¦jar del magn¨ªfico Paran¨ªnfo de la Universidad de Barcelona (UB) no pod¨ªa ser un escenario m¨¢s teatral para acoger a Montserrat Caball¨¦ (Barcelona, 1933) en la ceremonia de su investidura como doctora honoris causa de la m¨¢s antigua de las universidades catalanas. Emocionada, la soprano, vestida con la toga ceremonial y la muceta azul celeste distintivo de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, ha recibido este mediod¨ªa de manos del rector de la UB, D¨ªdac Ram¨ªrez, el birrete octogonal que la distingue como doctora, el anillo como emblema para firmar y sellar los dict¨¢menes y consultas, los guantes blancos s¨ªmbolo de pureza y el abrazo fraternal en nombre del claustro. El rector de la Universidad de Barcelona ha a?adido a todo ello un casto beso.
Desbordada, Caball¨¦ no ha podido contener las l¨¢grimas. Y ha recordado en su parlamento de agradecimiento la emoci¨®n que le hab¨ªa embargado desde que a finales del pasado mayo le comunicaron que la universidad de su ciudad natal le hab¨ªa concedido un doctorado honoris causa a propuesta de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia. "Me falta el aire", suspir¨® la soprano, cuyo prodigioso dominio de la respiraci¨®n convirti¨® su c¨¦lebre fiato en una sus m¨¢s admiradas se?as de identidad, junto a la belleza de su voz y el dominio de la t¨¦cnica. Y todoslos presentes en el acto lo han podido constatar cuando se haproyectado en una pantalla su portentosa interpretaci¨®n de la c¨¦lebre aria Casta diva de la representaci¨®n de la ¨®peraNorma que protagoniz¨® en 1974 en el festival de Orange (Francia).Una interpretaci¨®n que pone la piel de gallina.
Montserrat Caball¨¦ ha tenido como padrino al profesor de Historia de M¨²sica de la UB Xos¨¦ Avi?oa, quien ha glosado la carrera de la soprano en su discurso de presentaci¨®n. En su turno, Caball¨¦ ha le¨ªdo un breve discurso de poco m¨¢s de cinco minutos en el que se ha declarado afortunada porque su vida haya girado entornoa la m¨²sica y ha hecho un llamamiento en favor de la paz y de la m¨²sica como veh¨ªculo para el entendimiento entre las personas y los pueblos.
Al finalizar el acto de investidura, la soprano ha cantando desde su sitio como nueva doctora el tradicional himno universitario Gaudeamus Igitur, interpretado por el Coro de C¨¢mara Dyapason, que ha abierto la ceremonia con el Canticorum Iubilo de H?ndel. Y como si del final de una magn¨ªfica representaci¨®n oper¨ªstica se tratara, el numeroso p¨²blico que ha llenado el Paran¨ªnfo se ha precipitado al encuentro de la soprano para felicitarla, fotografiarse con ella y pedirle un aut¨®grafo.
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