Ilusi¨®n de permanencia

Una de las peque?as ventajas que tiene esto de la cl¨¢sica sobre otras m¨²sicas es que regala al p¨²blico la consoladora sensaci¨®n de continuidad, de permanencia. En un mundo que va a velocidad de internet, en donde los artistas se fabrican en los departamentos de marketing, las obras duran un a?o y las carreras se funden en dos, la m¨²sica cl¨¢sica produce la sensaci¨®n de que no todo es ef¨ªmero.

En 1993 les narr¨¦ en estas mismas p¨¢ginas el debut en Espa?a de una jovenc¨ªsima soprano alemana que promet¨ªa llamada Juliane Banse, ocho a?os m¨¢s tarde, en verano de 2001, les explique que la joven ya era una se?ora artista y que cant¨® embarazada, en 2003 les cont¨¦ que la ya c¨¦lebre Juliane volvi¨® a cantar y que estaba otra vez embarazada. Finalmente, hoy tengo el placer de anunciarles que Juliane Banse, en la cima de una esplendida madurez, reconocida una de las m¨¢s reputadas interpretes de lied del mundo, cant¨® en el Petit Palau, lo hizo muy bien, est¨¢ otra vez embarazada y est¨¢ muy contenta pues tras dos ni?os viene, por fin, una ni?a. A este paso me nombraran portavoz de la familia y t¨ªo putativo de la criatura.

De Sabine Meyer, la clarinetista que actu¨® junto a Banse, ya les cont¨¦ hace quiz¨¢ veinte a?os, que era una muy buena clarinetista que a¨²n ser¨ªa mejor sino se moviera tanto cuando toca. Sigue igual.

De Aleksandar Mad?ar probablemente tambi¨¦n les habr¨¦ hablado, pero ya no recuerdo cuando ni a prop¨®sito de qu¨¦. Es un buen pianista que sabe escuchar y seguir a los cantantes sin por ello perder car¨¢cter.

Una buena parte de las obras tambi¨¦n eran viejas y queridas amigas y fue un placer reencontrarlas: Frauenliebe und Leben (Amor y vida de una mujer), el soberbio miniciclo de canciones de Schumann que narra el ciclo amoroso de una mujer de adolescente enamorada a viuda o Der Hirt auf dem Felsen (El pastor sobre las rocas) el bello lied para voz, clarinete y piano de Schubert que era usado como sinton¨ªa de una antiguo programa nocturno de radio desparecido hace ya muchos a?os. Con el resto de las obras del concierto: lieder de Franz Lachner y Ludwig Spohr para voz, clarinete y piano y las Piezas de fantas¨ªa para clarinete y piano de Schumann, nos hab¨ªamos cruzado ocasionalmente en alg¨²n concierto pero sin trabar conocimiento profundo.

Un tranquilo y agradable concierto que dej¨® en el esp¨ªritu esa fr¨¢gil ilusi¨®n de permanencia que produce la cl¨¢sica.