'Alicia en el pa¨ªs de las maravillas' corona a Wheeldon como el gran core¨®grafo ingl¨¦s
El estreno en Covent Garden lo coprotagoniza con gran ¨¦xito la bailarina canaria Zenaida Yanowsky en el papel de La Reina de Corazones
La Alicia de Lewis Carroll est¨¢ de moda en el ballet anglosaj¨®n. Dos compa?¨ªas americanas y tres inglesas en los ¨²ltimos a?os se han embarcado en versiones de este cl¨¢sico con peque?as variaciones en el t¨ªtulo, desde un escueto Alice a secas o Alice's in wonderland. El primero fue Derek Deane en el English National Ballet en 2000, obra repuesta en 2006 y 2008. En 2002 Serguei Kozadeyev hac¨ªa su versi¨®n en el Salt Creek Ballet (Illinois). En 2010 Lisa Sheppard Robson se embarcaba en la que ha sido la mayor producci¨®n del Gwinnett Ballet Theatre (Atlanta). Otra vez en el Reino Unido, el Royal Ballet de Londres en Covent Garden estren¨® el pasado d¨ªa 2 de este mes Alices's adventures in wonderland, versi¨®n de Christopher Wheeldon protagonizado por Lauren Cuthbertson como Alicia, Serguei Polunin como el Jardinero/Sota de Corazones, Zenaida Yanowsky como La Reina de Corazones y el reputado actor Simon Russell Beale como La Duquesa, que ya hab¨ªa participado en 1999 en una adaptaci¨®n para la televisi¨®n de la obra de Lewis Carroll. Se espera tambi¨¦n con gran expectaci¨®n el estreno de la coreograf¨ªa de Ashley Page el pr¨®ximo 12 de abril en el Teatro Real de Glasgow con el Scottish Ballet y una m¨²sica de encargo a Robert Moran.
A pesar de lo ex¨®tico de su apellido, Zenaida Yanowsky es una canaria nacida en Lyon coyunturalmente, pues sus padres eran bailarines y trabajaban en la compa?¨ªa de la ?pera de esa ciudad francesa (tal como Tamara Rojo naci¨® en Canad¨¢ por las mismas razones: sus padres trabajaban en ese pa¨ªs de Norteam¨¦rica). El hermano de Zenaida, Yuri Yanowsky, es primer bailar¨ªn del Ballet de Boston. Zenaida es en cierto sentido una olvidada para los espa?oles, ha bailado poqu¨ªsimo en nuestro pa¨ªs y tiene una s¨®lida carrera mundial. En 1993, despu¨¦s de ganar medallas y asistir a concursos como una revelaci¨®n, estuvo un a?o en la ?pera de Par¨ªs pero enseguida, en 1994 encontr¨® su sitio en el Royal Ballet de Londres, donde pas¨® por todos los escalafones hasta llegar al de primera bailarina que ostenta hoy.
Su esbelta figura, la fuerza de sus puntas, la determinaci¨®n y limpieza de su baile le han merecido elogios de la cr¨ªtica en roles particulares y complejos, como Myrtha Reina de las Willis de Giselle o El Hada de las Lilas de La Bella Durmiente, tanto como La Reina de las Dr¨ªadas de Don Quijote. Podr¨ªamos hablar de una bailarina con majestad, un adjetivo vern¨¢culo que se usaba para designar a esas artistas capaces de dominar la escena (tambi¨¦n su Odette-Odille de El lago de los cisnes es impactante), como lo hace en Alicia... de Wheeldon, ya que este core¨®grafo la ten¨ªa como su as secreto en la manga y por eso la escogi¨® para debutar en el primer cast del prism¨¢tico papel de La Reina de Corazones, dise?ada toda en riguroso rojo, de la peluca a las puntas pasando por el tut¨² y las mallas. Otra vez la cr¨ªtica no ha escatimado elogios a Zenaida, que soporta gran parte de la obra en la din¨¢mica y la aceleraci¨®n de su baile, donde Wheeldon, cediendo a las exigencias de un p¨²blico ballet¨®mano que conoce a fondo, ha creado para el personaje de La Reina de Corazones una danza donde se acompa?a de cuatro hombres, a la manera del Adagio de la Rosa del primer acto de La Bella Durmiente de Petipa, no exento de cierta sarc¨¢stica iron¨ªa, y esto es lo que ha encandilado mayoritariamente a los cronistas y al venerable de Covent Garden. El papel de La Reina de Corazones es compartido en segundo cast con la otra estrella espa?ola del conjunto londinense: Tamara Rojo.
La gran esperanza
El core¨®grafo Christopher Wheeldon (Yeovil Somerset, 1973) es la gran esperanza creativa del ballet cl¨¢sico moderno a nivel mundial. Esto es un hecho, buena muestra de sus ballets est¨¢n en el repertorio de todas las compa?¨ªas importantes del mundo, y en Espa?a las podemos disfrutar en el repertorio del Corella Ballet Castilla-Le¨®n. Siempre muy ingl¨¦s a pesar de sus a?os en Norteam¨¦rica, su compositor preferido es Britten y ha tocado con ¨¦xito y elegancia temas hist¨®ricos como Enrique VIII y la cabeza rodante de Ana Bolena. Alicia en el pa¨ªs de las maravillas est¨¢ en su c¨®digo gen¨¦tico y en su sensibilidad natural (entr¨® con 11 a?os a la escuela del Royal Ballet), eso tambi¨¦n es evidente, como es un hecho el paralelo con El Cascanueces de Hoffmann que dio lugar al ballet de Tchaikovsky sobre el gui¨®n de Marius Petipa y con la coreograf¨ªa de Lev Ivanov: una joven en el mundo de los sue?os, las escenas de miedo, el ideal principesco, el regreso final a la vida real...
?Pero c¨®mo acercarse al cl¨¢sico de la literatura infantil que escribi¨® Carroll? Pues a trav¨¦s de su experiencia ballet¨ªstica, y as¨ª lo ha hecho Wheeldon. Pero tambi¨¦n hay que preguntarse: ?ha desaparecido del todo la hip¨®crita moral victoriana a la hora de biografiar a Lewis Carroll? Evidente que no. Se pasa de puntillas sobre el hecho de que era un cura que retrataba ni?as preadolescentes con poca ropa, semidesnudas o disfrazadas seg¨²n sus fantas¨ªas claramente de fondo er¨®tico, y que de paso, la inspiraci¨®n le dejaba en su tiempo libre escribir una obra maestra entre paseos en barca y excursiones al campo.
Las fotograf¨ªas m¨¢s comprometedoras de Carroll tardaron d¨¦cadas en ver la luz y han recibido argumentos justificativos tanto desde el sesudo div¨¢n de los psiquiatras como de los estudiosos de la literatura: nos queda la extraordinaria obra como catalizador de virtudes y miserias a medio desvelar, y acaso esas cosas ocultas est¨¦n tambi¨¦n entre l¨ªneas en la obra y algunas se dejan intuir en los ballets, en algunos m¨¢s que en otros. Wheeldon hace un personaje dicot¨®mico entre Lewis Carroll y El Conejo Blanco interpretado por Eduard Watson (lo alterna con Jonathan Howells). Lewis Carroll tambi¨¦n ser¨¢ personaje de ballet en la creaci¨®n de Ashley Page que se estrena en abril.
El equipo art¨ªstico de Alice's adventures in wonderland se completa con la m¨²sica original encargada a Joby Talbot, abundante en citaciones de Tchaikovsky o Prokofiev, tal como la coreograf¨ªa de Wheeldon hace sus referidos al Enigma Variations de Frederick Ahston o al Checkmate de Ninette de Valois, dos pilares del ballet brit¨¢nico. Varios cr¨ªticos londinenses han admirado el segundo acto concebido por Wheeldon como "45 minutos de oro puro". La obra dura dos horas y media con un solo intermedio. Jann Parry, de Ballet Magazine, concluye: que esta Alicia de Wheeldon es "una alternativa caprichosamente inglesa al omnipresente Cascanueces". Otros espectadores se han visto golpeados por la fragmentaci¨®n epis¨®dica a que obliga el argumento y Parry razona que es pronto para categorizarlo como "un nuevo cl¨¢sico de nuestro tiempo". La obra est¨¢ hecha en coproducci¨®n con el Ballet Nacional de Canad¨¢ y participa de manera importante el mecenazgo privado de ambos lados del Atl¨¢ntico.
Como es f¨¢cil imaginar, no hay una sola entrada ni para el gallinero. El p¨²blico y la prensa se ha quejado de las pocas funciones ofrecidas dentro del estrecho calendario de la casa de ¨®pera titular brit¨¢nica, un teatro que abre pr¨¢cticamente los 365 d¨ªas del a?o y que ofrece sobre todo ¨®pera y ballet tanto local como de grandes compa?¨ªas extranjeras. Pero hay que entenderlo, aunque se intuyera el triunfo: todo estreno mundial es un experimento, una caja de sorpresas inesperadas. El resultado, clasificado ya como "un nuevo gran ballet para todos los gustos" y primer gran estreno de Royal ballet en los ¨²ltimos 20 a?os, se podr¨¢ ver de nuevo los d¨ªas 9 y 15 de marzo con Zenaida Yanowsky en su papel de La Reina de Corazones, mientras que Alicia lo har¨¢ el 9 la Cuthbertson y el d¨ªa 15 la argentina Marianela Nu?ez. El d¨ªa 10 bailar¨¢ Sarah Lamb como Alicia y Tamara Rojo en el papel que hace honores a su apellido: La reina de corazones.
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