Una mujer espa?ola en la cumbre de la fotograf¨ªa
El Premio Internacional de Alcobendas reconoce la trayectoria de Garc¨ªa Rodero
La imagen es hermosa, sincera y tierna. Tres ni?os aparecen en una pared de lona de campamento militar en pleno exilio kosovar. Pas¨® en 1999, y Cristina Garc¨ªa Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) estaba all¨ª para fotografiar el momento que le ha valido hoy el reconocimiento a toda su carrera. Alcobendas le ha otorgado su Premio Internacional de Fotograf¨ªa por la "importante presencia de la infancia en la mayor¨ªa de sus trabajos, prestando una especial atenci¨®n a las relaciones humanas en la demostraci¨®n de sus sentimientos".
Se define a si misma como una persona "t¨ªmida y miedica", pero los miembros del jurado se deshacen en elogios coincidiendo en su valent¨ªa. El Getty Center de Santa M¨®nica (California) tiene 6.000 obras suyas, que ella misma catalog¨®, y es la ¨²nica espa?ola que pertenece a la prestigiosa agencia Magnum. Ha recibido casi todos los reconocimientos posibles, pero no se le ha subido la fama a la cabeza, por eso se muestra humilde y cercana a pesar de ser Premio Nacional de Fotograf¨ªa de 1996. Sus inquietudes: la cultura popular, la guerra, la infancia, el agua... los temas se cruzan en su obra con todas las perspectivas y encuadres posibles, del paisaje al retrato y de los costumbrista a lo ex¨®tico.
Tres ni?os kosovares asoman tras una lona en un campo de refugiados en su foto de 1999. Cu¨¦ntenos qu¨¦ historia se esconde detr¨¢s de esta escena.
Cuando me enter¨¦ que se estaba formando una bolsa de gente en Macedonia porque estaban expulsando a los kosovares, recuerdo que yo estaba en M¨¦xico e inmediatamente volv¨ªa Espa?a para fotografiar lo que estaba sucediendo con los kosovares, que era un problema que a mi me llegaba muy profundo pero que nunca hab¨ªa sido capaz de ir a Kosovo. Y ya no pude aguantar m¨¢s. En un momento decid¨ª que me iba. Conoc¨ªa d¨®nde estaba Skopje y d¨®nde estaba la frontera y fui para all¨¢. Se iban formando campamentos donde poder refugiar a la gente, y estos ni?os estaban jugando, que es algo que te demuestra la capacidad del ser humano para poder adaptarse a las circunstancias tan terribles que est¨¢n viviendo. Estos ni?os me estaban persiguiendo para jugar conmigo. All¨¢ donde yo iba, iban detr¨¢s para provocarme y se hizo el peque?ito da?o, y en la foto los ni?os lo est¨¢n consolando. Sus compa?eros eran tambi¨¦n peque?os y, al sacar los brazos por la ventana para saludarme, el m¨¢s joven se hizo da?o y los otros con ternura lo cuidaron y lo consolaron, porque comenz¨® a llorar.
Le gusta que los protagonistas de las fotograf¨ªas sean los ni?os porque, a pesar de las tragedias, siempre representan la esperanza.
Un ni?o es una fuente de esperanza, por eso debemos procurar darle un mundo mejor. De los ni?os me sorprende su fragilidad y, al mismo tiempo, la fuerza tan enorme que tienen.
Pero, ?no es en los ni?os precisamente donde se ve m¨¢s el dramatismo de las tragedias?
Los ni?os son la parte m¨¢s fr¨¢gil, pero tambi¨¦n los que tienen la capacidad de reacci¨®n y de adaptaci¨®n m¨¢s r¨¢pida. En Kosovo aparec¨ªa una pelota e inmediatamente jugaban, o con palos hac¨ªan cosas para poder jugar y olvidarse.
Aunque cada vez hay m¨¢s mujeres fot¨®grafas, en los peri¨®dicos sigue manteni¨¦ndose una mayor¨ªa masculina en la fotograf¨ªa. ?C¨®mo ve la situaci¨®n?
Yo creo que la mujer hoy en d¨ªa est¨¢ en todas partes, hasta en los sitios menos femeninos, como el ej¨¦rcito. La mujer ha tenido fuerza, decisi¨®n y una capacidad para ganarse el protagonismo y hacer todo aquello de lo que es capaz. Y es capaz de todo lo que se proponga. Yo voy a muchos sitios y me encuentro a chicas con c¨¢maras de fotos y enormes c¨¢maras de televisi¨®n sobre sus hombros, y tambi¨¦n en escenarios dif¨ªciles de guerra.
Despu¨¦s de haber ganado tanto, de haberlo conseguido casi todo, ?c¨®mo se siente despu¨¦s de haber recibido este premio en Alcobendas?
Cada premio es una alegr¨ªa. Una hace el trabajo para si misma, quiz¨¢ con una necesidad de crear, contar y dejar testimonio. Y si encima te lo valoran, pues es una felicidad. Todos los premios son bienvenidos porque te dan muchas m¨¢s fuerzas para continuar, y agradezco sinceramente al jurado que haya valorado mi trabajo.
?Cree que la fotograf¨ªa sigue siendo la hermana peque?a de las artes?
No. Es una de las artes.
Despu¨¦s de tantos a?os con la c¨¢mara a cuestas, ?qu¨¦ te queda por fotografiar?
Todo. Pero me gustar¨ªa ir cerrando los trabajos sobre el agua que estoy haciendo, y volver a algunos continentes a los que he ido poco, trabajar mucho m¨¢s en Asia y en ?frica. Me queda mucho, lo que pasa es que ya tengo muchos a?os, y tengo que pensar en lo que necesito para ir a aquellos puntos que no quiero que se queden sin tratar. No olvidarlos antes de no poder ir a una monta?a. Por ejemplo, hay un lugar en Per¨² al que quiero ir y que me han dicho que son varios kil¨®metros en una mula. Tengo que ir antes de que no pueda subirme a ella.
?Hace falta irse lejos para hacer una buena foto o puede estar a la vuelta de la esquina?
La foto puede estar en tu casa, con tus propios hijos, con tu familia, con los vecinos. Lo importante es que lo sientas, que lo conozcas bien, porque yo creo que conocer bien aquello que est¨¢s fotografiando te produce amor. Y la pasi¨®n hace que ahondes donde otros no llegan, y no te quedes en la superficie. Y eso da una obra llena de sinceridad y honestidad, que se puede diferenciar de otras.
?Se hacen fotos con el cerebro o con el coraz¨®n?
Con las dos cosas. Pero lo primero es el golpe del coraz¨®n, porque la decisi¨®n dura una fracci¨®n de segundo.
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