20 a?os desheredados
El litigio por la colecci¨®n de arte de Julio Mu?oz Ramonet continua dos d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte
Julio Mu?oz Ramonet fue enterrado el 11 de mayo de 1991 en el pante¨®n familiar del cementerio de Montju?c. Con una fortuna hecha en la Barcelona del franquismo, construy¨® un imperio de empresas en las que van a llegar a trabajar 45.000 persones. Todo va acabar en 1986, cuando Mu?oz tuvo que huir a Suiza de la justicia espa?ola que le acusaba de estafa. Al morir dej¨® en herencia a Barcelona su palacete de la calle Muntaner y una colecci¨®n de obras de arte formada por centenares de valiosas pinturas. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, la ciudad todav¨ªa no ha podido disfrutar de este legado. Las hijas de Mu?oz se han opuesto a la ¨²ltima voluntad de su padre y se han enfrentado al Ayuntamiento por la propiedad del edificio y su contenido. En estos a?os, tres sentencias han abalado la validez del testamento y han determinado que las obras de arte son p¨²blicas. Mientras el Tribunal Supremo tiene la ¨²ltima palabra, muchas de las obras han viajado a Madrid y otras han desaparecido. Recientemente la Guardia Civil ha recuperado dos obras firmadas por El Greco y Goya que hab¨ªan sido robadas.
"Puesto que hoy en d¨ªa los medios de comunicaci¨®n no paran de hablar de ciertos financieros espa?oles, deseo poner en su conocimiento las ¨²ltimas actuaciones de un precursor de los actuales, es decir, de Julio Mu?oz Ramonet, y de sus cuatro hijas y ¨²nicas herederas, que pueden ser de mucho inter¨¦s para la ciudad de Barcelona cuyo Ayuntamiento usted preside tan dignamente".
As¨ª comenzaba Bernd Walter la carta "confidencial" que enviaba a Pasqual Maragall, desde R?thenbach el 29 noviembre de 1994, en la que le comunicaba que Barcelona hab¨ªa recibido una herencia de la que no se ten¨ªa. Seg¨²n la carta, el industrial Mu?oz Ramonet, fallecido el 9 de mayo de 1991 en una habitaci¨®n del hotel Quellenhof del cant¨®n suizo de Chur, hab¨ªa legado a la ciudad un palacete situado en el n¨²mero 288 de la calle Muntaner (con su jard¨ªn y otro inmueble anexo de la calle Avenir, 26) y su contenido completo. Algo nada balad¨ª, porque en las paredes del edificio colgaba una colecci¨®n de pinturas formada por m¨¢s de medio millar de pinturas valoradas en miles de millones, aparte de esculturas, tapices, jarrones de cer¨¢mica china o de S¨¨vres y m¨¢s de 300 miniaturas. Como ¨²nica condici¨®n, Mu?oz ped¨ªa que el Ayuntamiento creara una fundaci¨®n con su nombre para gestionar el edificio y la colecci¨®n y que se abriera a la ciudadan¨ªa. La informaci¨®n result¨® tan incre¨ªble que el Ayuntamiento no hizo caso alguno. Por eso, el 28 de marzo de 1995, Walter volvi¨® a enviar una carta al alcalde interes¨¢ndose por el tema, y, adem¨¢s, mand¨® una copia a este diario. Desde entonces se desencaden¨® un proceso que, pasados veinte a?os, todav¨ªa no ha concluido.
Durante dos d¨¦cadas, Helena, Carmen, Isabel y Alejandra Mu?oz Villalonga, las cuatro hijas de Mu?oz Ramonet, se han enfrentado al Ayuntamiento de Barcelona por la propiedad del palacete y de las obras, siendo el aut¨¦ntico caballo de batalla saber cu¨¢les de estas importantes piezas estaban en el edificio en el momento de la muerte del fallecido. Durante estos a?os se han dictado tres sentencias, todas a favor del Ayuntamiento. La primera en 2001 por un tribunal de Landquart (Suiza) en la que la justicia del pa¨ªs helv¨¦tico declar¨® v¨¢lido el testamento del industrial. Las hijas lo hab¨ªan recurrido argumentando que estaba en alem¨¢n y su padre no entend¨ªa el idioma teut¨®n y por lo tanto no sab¨ªa lo que firmaba. No era de extra?ar esta actitud contraria al documento firmado por Mu?oz el 20 de abril de 1988 (en sus 79 a?os de vida realiz¨® 11 diferentes), ya que el padre no solo no dejaba nada de sus innumerables propiedades a sus v¨¢stagas, sino que ni las mencionaba. Las hermanas Mu?oz aseguraban, adem¨¢s, que palacete y pinturas, como el resto del patrimonio, jam¨¢s fueron de su padre, sino de la empresa Culturarte, SA. a la que ellas hab¨ªan accedido tras una ampliaci¨®n de capital realizada tres meses antes de fallecer su progenitor. Este hecho las convert¨ªa, no en herederas, sino en due?as de una fortuna valorada en m¨¢s de 120 millones de euros, seg¨²n personas conocedoras de la operaci¨®n, y de propiedades inmobiliarias, como el pol¨ªgono de Can Batll¨®, la finca los Cedros de Sant Andreu de Llavaneres, la urbanizaci¨®n Mas Mel, en el Vendrell, y el palacete en litigio, valorados en otro buen pu?ado de millones.
La segunda sentencia la dict¨® el juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 de Barcelona en 2007, tras presentar una demanda de reclamaci¨®n la Fundaci¨®n Julio Mu?oz Ramonet (constituida por el Ayuntamiento en julio de 1995). La sentencia obligaba a las hermanas a entregar "los bienes muebles e inmuebles del legado o a pagar la justa estimaci¨®n de adquisici¨®n de los que resulte imposible". Seg¨²n el texto, estaba probado por varios inventarios y declaraciones de testigos, que la colecci¨®n de arte estaba en la calle Muntaner cuando Mu?oz falleci¨® y por lo tanto ahora pertenec¨ªa a los barceloneses.
Los representantes legales de las hermanas recurrieron ante la Audiencia Provincial que en febrero de 2009 confirm¨® la sentencia a favor del Ayuntamiento, asegurando que la voluntad del industrial fue la de crear una fundaci¨®n para la ciudad. Incluso la sentencia afirmaba que "el testador no enajen¨® el legado, le fue arrebatado, mediante enga?o, para violentar su voluntad de que fuera constituida una fundaci¨®n que llevara su nombre".
Sin embargo, expertos en derecho consultados, afirman que las sentencias previas no son garant¨ªas de nada en la decisi¨®n final que ha de adoptar el Tribunal Supremo tras el recurso de casaci¨®n que presentaron las hermanas. "No es un caso f¨¢cil y tendr¨¢ un resultado en funci¨®n del inter¨¦s del magistrado por llegar hasta el final", afirman fuentes conocedoras del caso. "Adem¨¢s seguro que recurrir¨¢n a tribunales internacionales". Desde la Fundaci¨®n mantienen una aptitud m¨¢s positiva y esperan que la causa civil prospere. "Antes de finales de a?o esperamos que haya una sentencia firme y nuestro abogado asegura que la v¨ªa judicial est¨¢ agotada", explica Montserrat Ballar¨ªn, regidora de Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de la fundaci¨®n desde 2003. "Cuando haya una sentencia firme utilizaremos los inventarios para buscar todas y cada una de las obras que Mu?oz dej¨® a la ciudad", explica Ballar¨ªn.
Pero puede ser que no encuentren nada. Las cuatro hijas del industrial siempre se han considerado leg¨ªtimas herederas. Joaquin de Nadal, concejal de cultura en 1998, tras acceder al palacete junto con los expertos enviados por orden judicial para hacer un inventario, explic¨® que "hab¨ªan paredes vac¨ªas en las que se pod¨ªan observar las marcas que dejan los cuadros colgados". Adem¨¢s, seg¨²n la sentencia de 2007, quedaba claro que en octubre de 1991 Culturarte contrat¨® una p¨®liza con la compa?¨ªa Zurich que ascend¨ªa a 1,8 millones de euros, el traslado a Madrid, de 325 obras, donde viven tres de las hijas, algo que el juez utiliz¨® para comprobar que, efectivamente, las obras se encontraban en Barcelona tras la muerte del industrial. Incluso puede ser que algunas de las obras est¨¦n en paradero desconocido.
En las sentencias de 2007 y 2009 se recoge una denuncia, ahora sobrese¨ªda, presentada en el 2000 en un juzgado de Alcobendas. La demandante es Isabel Mu?oz, una de las hijas, que acusa a su exmarido Jes¨²s Castelo de sustraer del edificio conyugal dos pinturas valoradas en seis millones de euros: La Anunciaci¨®n de El Greco y La Virgen del Pilar con Santiago y tres figuras, de Goya. Seg¨²n la denuncia, estas obras "no fueron entregadas en dep¨®sito al demandado Sr. Castelo para que las trasladase a su domicilio a Madrid, hasta finales del a?o 1997". Un tema lateral pero que permiti¨® a ponente de la Audiencia, la juez Maria Sanahuja, afirmar que estos importantes cuadros estaban en la calle Muntaner cuando muri¨® Mu?oz y por lo tanto seg¨²n la voluntad del industrial pertenec¨ªan a los barceloneses.
Curiosamente estos mismos cuadros son los que la Guardia Civil recuper¨® en abril pasado de un domicilio de Alicante dentro de la "operaci¨®n Creta", cuando "posiblemente iban a ser vendidas". Seg¨²n la nota "desaparecieron hace a?os tras su regreso a Espa?a tras participar en exposiciones internacionales". "La responsabilidad de que las obras no desaparezcan, hasta ahora, es de las herederas", puntualiza Ballar¨ªn que afirma que se envi¨® al juzgado y al Tribunal Supremo un escrito en el que se relacionaban las obras con el proceso pendiente. El martes pr¨®ximo el patronato de la Fundaci¨®n Julio Mu?oz Ramonet se re¨²ne por ¨²ltima vez en este mandato. Ser¨¢ la ¨²ltima que presidir¨¢ Ballar¨ªn. "Podr¨¦ trasmitir buenas noticias, aunque no la definitiva", se lamenta la concejala que no volver¨¢ a repetir tras las elecciones.
Guido Hugelshofer, persona de confianza de Mu?oz Ramonet en los ¨²ltimos 27 a?os de su vida, explica que desde los a?os ochenta cre¨® varios proyectos de fundaci¨®n y que hasta el final de su vida defendi¨® la idea de dejar la colecci¨®n a la ciudad. ¡°Esa fue su ¨²ltima voluntad y me gustar¨ªa que se cumpliera, aunque creo que no se est¨¢ haciendo lo suficiente para conseguirlo. No se si la llegar¨¦ a ver¡±, se lamenta Hugelshofer. No sabemos lo que pasaba por la cabeza de Mu?oz cuando redact¨® el testamento en el que no citaba a sus hijas, pero deb¨ªa intuir lo que se iba a desencadenar. Por eso no dud¨® en poner una clausula al final: ¡°Aquel que lo impugne ser¨¢ desheredado¡±. De nada le sirvi¨®.
18 'goyas' y 12 'grecos'
La colecci¨®n de arte de Julio Mu?oz Ramonet est¨¢ basada en la de R¨°mul Bosch i Caterineu que acab¨® dejando en dep¨®sito en 1934 en el Museo de Arte de Catalu?a a cambio de un cr¨¦dito para intentar salvar su empresa. Cuando en 1950, la Uni¨®n Industrial Algodonera pas¨® a manos de Mu?oz, Folch i Torres le inform¨® que, junto a la empresa, hab¨ªa adquirido sin saberlo las obras. Hasta 1991 la colecci¨®n cambi¨® de due?o en diferentes ocasiones, siempre dentro de la ¨®rbita empresarial de Mu?oz. Se conocen varios inventarios, con listas de las obras, autores, medidas y precios. Destaca uno en el que se aparecen citadas 758 pinturas y 67 objetos (esculturas y jarrones de porcelana china o de S¨¦vres). Entre el m¨¢s de centenar de pintores representados destacan: Eugenio Lucas (con 41 obras), Fortuny (26), Goya (18), El Greco (12), Anglada Camarasa, Mart¨ª Alsina y Sorolla (con 7 obras cada uno); Nonell, Rembrandt y Viladomat (4), Murillo, Casas, Madrazo, Winterhalter y Zurbar¨¢n (3); Mengs, Monet, Pantoja de la Cruz y Rafael (2), seguido de un gran n¨²mero de autores con una sola obra, como Berruguete, Carre?o de Miranda, Corot, Delacroix, Giordano, Mel¨¦ndez, Renoir, Ribalta, Tiepolo, Tiziano, Vayreda, Vel¨¢zquez, Veronese, Zuloaga, el mism¨ªsimo Boticelli o el poco prol¨ªfico Gr¨¹newald que aportaba la obra m¨¢s cara: un Boceto de las tentaciones de San Antonio valorado en 1 mill¨®n de euros.
En 1987 Joan Ainaud de Lasarte estudi¨® la colecci¨®n. El cr¨ªtico de arte destac¨® entonces una serie de 19 obras que valor¨® en 1.630 millones de pesetas (9,7 millones de euros) "tras analizar los datos de exposiciones y subastas de los diez ¨²ltimos a?os". Esta es la relaci¨®n, con el precio en euros:
- Retrato del nuncio don Sabas Millini, de Juan Carre?o de Miranda (1,5 millones)
- La Anunciaci¨®n, El Greco (1,2 millones)
- La Virgen de la Leche y Los Siete Gozos de la Virgen, de Andreu Marsal de Sas y Pere Nicolau, retablo siglo XV (1,2 millones)
- La Virgen del Pilar con Santiago y tres figuras, de Goya (961.619 euros)
- La familia del general Li?¨¢n, de Vicente L¨®pez (841.416 euros).
- Retablo de San Pedro, de la iglesia de Cubells. Cuatro tablas del siglo XIV, de Pere Serra (661.113 euros el conjunto).
- Retablo de Salvador de Guardiola, de Llu¨ªs de Borras¨¤ de 1404 (601.012 euros).
- Retratos de un hombre y una mujer, de Jacint Rigau (480.809 euros cada uno).
- San Juan Evangelista, de Juan de Flandes, siglo XV (420.708 euros).
- Retrato de Felipe V con traje espa?ol, de Jacint Rigau (360.607 euros).
- San Juan Bautista con un cordero, de Ribera (300.506 euros).
- Pareja de cuadros de flores con cabeza humana, de Mario Nuzzi o Juan de Arellano (240.404 euros cada uno).
- Retrato de Don Gregorio de Castellbranco y Retrato de Magdalena de Lancastre, de Juan Pantoja de la Cruz (180.303 euros cada uno).
Esta selecci¨®n aparece inventarios posteriores, donde se puede ver c¨®mo se han revalorizado las obras. Si en 1987 su precio era de 9,7 millones de euros, las obras llegaron a valer 39 millones. Seg¨²n personas que lo conocieron, Mu?oz "no entend¨ªa nada de arte, y su colecci¨®n le serv¨ªa para presumir delante de sus invitados. El ¨²nico pintor del que compraba todo fue Ram¨®n Aguilar Mor¨¦". En los inventarios aparecen 52 obras de este pintor de paisajes, marinas y retratos autodidacta nacido en Barcelona en 1924.
Una vida pol¨¦mica
Julio Mu?oz Ramonet podr¨ªa ser el protagonista de novela. De origen humilde amas¨® su fortuna en la Barcelona de los a?os cuarenta por los favores que consigui¨® del r¨¦gimen y, sobre todo, por el estraperlo de algod¨®n y la especulaci¨®n inmobiliaria. Su emporio textil lleg¨® a emplear a 45.000 personas y fue due?o de almacenes m¨ªticos como El Aguila (un ave que adopt¨® como el s¨ªmbolo de su grupo) y El Siglo, propiedad que compart¨ªa con el exdictador dominicano Rafael Le¨®nidas Trujillo. Su fortuna se vio reforzada cuando se cas¨® con Carmen Villalonga, hija del presidente del Banco Central. Tuvo negocios en Jap¨®n, Tailanda, Filipinas (donde se codeaba con Marcos), Cuba o Suiza, donde lleg¨® a crear dos bancos, el Spard und Kredit y el Genevoise de Comerce et Cr¨¦dit. Dirigi¨® un entramado de 30 empresas pantalla que le permit¨ªan ocultar la propiedad de los bienes, entre ellas Inmobiliaria Al¨®s, Interservi, Culturarte, Porvemunte y un largo etc¨¦tera. Su ca¨ªda se produjo tras el esc¨¢ndalo de la Compa?¨ªa Internacional de Seguros al descubrirse que hab¨ªa generado un agujero de 4.000 millones. En 1986 huy¨® a Suiza para escapar de la justicia. Dos meses antes de fallecer, Baltasar Garz¨®n, entonces juez instructor de la Audiencia Nacional, pidi¨® 11 a?os de c¨¢rcel, tras acusarle de estafa y falsedad. No volvi¨® jam¨¢s a Barcelona, excepto muerto. La noche del 11 de mayo de 1991 su cad¨¢ver fue velado en el palacete de Muntaner. Desde all¨ª realiz¨® su ¨²ltimo viaje al cementerio de Montju?c, a un pante¨®n familiar, donde hoy, justo hace 20 a?os fue enterrado.
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