DJ lehendakari
Patxi L¨®pez, un apasionado de la m¨²sica, 'pincha' en Eskup sus 20 canciones de pop-rock favoritas, una selecci¨®n que da fe de su eclecticismo: de Deep Purple a Crystal Fighters
Patxi L¨®pez no espera que la m¨²sica venga a ¨¦l; todo lo contrario, la busca con voracidad. Desde la primera cinta que se compr¨®, un grandes ¨¦xitos de Simon & Garfunkel para un magnet¨®fono que le hab¨ªa regalado un compa?ero de su padre; o desde ese verano loco so?ando en casa de un amigo con tocar la guitarra como Pink Floyd. La m¨²sica para el lehendakari no es un tema cualquiera.
Ayer por la noche dej¨® prueba de ello en Eskup con una selecci¨®n de 20 canciones que muestran su eclecticismo de gustos y ¨¦pocas dentro del pop-rock y, sobre todo, el cord¨®n umbilical que le une a la m¨²sica. Pocas cosas de su d¨ªa a d¨ªa no encuentran una conexi¨®n sonora. Entre sus elegidas, un tema "diferente para bailar" (Blind, de Hercules and Love Affair), otro para "remolonear un s¨¢bado entre las s¨¢banas" (La Ma?ana, de Dotore), otro para "un d¨ªa melanc¨®lico de lluvia" (The night I heard Caruso sing, de Everything but the girl), un recuerdo de su primer concierto y su primer disco (Highway star, de Deep Purple)...
"Cuando preparo los discursos y las intervenciones, escojo la m¨²sica seg¨²n el tono que quiero darle a mis palabras"
"?Lo que hubiera dado yo por tener en mis tiempos j¨®venes una oferta de conciertos como la de ahora!"
Entre vinilos y ced¨¦s, en su discoteca cuenta m¨¢s de 8.000 unidades. "Tengo mi propio orden, por estilos. Bego?a, mi mujer, se vuelve loca para encontrar lo que busca. Y yo me vuelvo loco cuando me los desordena", cuenta Patxi L¨®pez. Como buen coleccionista, necesita palpar, manosear el libreto -"utilizo la tienda del iTunes y el Spotify para escuchar algunos antes de comprarlos"- y le cuesta dejar discos a la ligera: "Mentir¨ªa si dijera que presto sin problemas. Es como arrancarme un pedacito de m¨ª. Prefiero regalar un ejemplar", reconoce.
"Tengo la sensaci¨®n de que, cuando ¨¦ramos unos chavales y comprar un disco supon¨ªa ahorrar durante mucho tiempo, los exprim¨ªamos. Les d¨¢bamos vueltas y vueltas hasta que te los sab¨ªas de memoria. Ahora, el de la semana pasada parece ya viejo", explica cuando se le pregunta por ese ¨¢lbum irrenunciable, al que m¨¢s enganchado ha estado en su vida. Le cuesta dar nombres y t¨ªtulos, pero en la entrevista queda claro que hay dos en sus altares: Animals, de Pink Floyd, y Made in Japan, de Deep Purple.
Este segundo tambi¨¦n por un concierto inolvidable de juventud en el pabell¨®n de La Casilla de Bilbao. Con el grupo ya separado, Ian Gillan acudi¨® con su banda y solt¨® uno a uno todos los ¨¦xitos de Deep Purple. "Fue el primer concierto al que acud¨ª y, tanto para mis amigos como para m¨ª, fue la experiencia de nuestras vidas. A partir de entonces, voy a todos los conciertos que puedo", afirma.
A todos los conciertos que puede en estos momentos no son muchos por las obligaciones del cargo. "?Lo que hubiera dado yo por tener en mis tiempos j¨®venes una oferta como la de ahora!", se lamenta. Adem¨¢s de su experiencia inici¨¢tica con Ian Gillan, el lehendakari recuerda con emoci¨®n los directos de Bruce Springsteen en el Palau Sant Jordi y de Peter Gabriel en San Sebasti¨¢n -"me qued¨¦ con la boca abierta por su dominio del escenario y todav¨ªa se me pone la piel de gallina cuando pienso en ¨¦l"-. Persegu¨ªa tambi¨¦n un concierto de Enrique Morente y Lagartija Nick, autores de uno de esos discos clave en la uni¨®n del flamenco y el rock, Omega, pero la muerte hace unos meses del primero le ha dejado con las ganas.
Pinchadiscos en la boda de Madina
Por su sesi¨®n de anoche en Eskup, queda claro que sus gustos son variados dentro del pop-rock: cl¨¢sicos como Johnny Winter y Jacques Brel, exponentes del indie actual (Russian Red o Crystal Fighters), productos de la tierra (Ruper Ordorika y Gari)... Tal vez el estilo que m¨¢s se le escapa es la electr¨®nica. "Tengo unos amigos enganchados y cada vez que estoy con ellos insisten en ponerla. A m¨ª ni me dice ni me gusta nada", reconoce. Lo que no ha sido impedimento, eso s¨ª, para que en su selecci¨®n aparezca una canci¨®n de Fever Ray, el proyecto de la sueca Karin Dreijer Andersson. "Me parece diferente, crea espacios transitables", se?ala.
Los suplementos de los viernes de los peri¨®dicos son su fuente de informaci¨®n para las novedades, con varios amigos se intercambia material sonoro, opina a menudo de ello en su blog y en los pasillos pol¨ªticos debate de todo esto con su amigo y compa?ero de partido Eduardo Madina. En el blog de este, ya cerrado, le llamaba a Patxi L¨®pez "DJ Crack" y el lehendakari lleg¨® a ejercer de pinchadiscos en la boda de Madina ("una selecci¨®n verbenera, con cosas de Radio Futura y Alaska", cont¨® en una entrevista con la revista Rolling Stones).
M¨¢s all¨¢ de lo l¨²dico y placentero, las canciones, en su caso, tambi¨¦n cumplen una funci¨®n laboral. "Cuando preparo los discursos y las intervenciones, escojo seg¨²n el tono que quiero darle a mis palabras", indica sin dar m¨¢s detalles de cu¨¢les son mejores para poner en valor su alianza con el PP y cu¨¢les para mediar en el debate nacional y pedir (sin ¨¦xito) un Congreso que decida el nuevo l¨ªder del PSOE. Trabajando o de asueto, la m¨²sica nunca falta en la vida del lehendakari.
Recuerda las selecciones musicales de Julio Ruiz y Jes¨²s Ordov¨¢s.
"Mi canci¨®n para Rajoy... 'Luego vendr¨¢n los madrem¨ªas', de Klaus & Kinski"
Uno de los grandes placeres de todo musiquero es pensar canciones para personas o situaciones. Patxi L¨®pez no se resiste a la tentaci¨®n.
-A Zapatero le pondr¨ªa The Logical song, de Supertramp. "Porque s¨¦ que es uno de los grupos favoritos y porque habla de no olvidar las utop¨ªas e ilusiones juveniles".
-Rajoy: Luego vendr¨¢n los madrem¨ªas, de Klaus & Kinski.
-Basagoiti: Born to be wild, de Steppenwolf. "Quiz¨¢s sea t¨®pico, pero como motero reconocido esta canci¨®n le es muy apropiada. Adem¨¢s, Antonio siempre ha tenido un punto rebelde".
-Eguiguren: Lau haizetara, de Imanol, "porque s¨¦ que le encanta y hay cosas que hay que decir a los cuatro vientos".
-Una para este momento en Euskadi: Esperantzara Kondenatua (Condenados a la esperanza), de Gari.
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