MacGyver, el superh¨¦roe de los alicates
?Qui¨¦n no so?¨® alguna vez con serMacGyver? Lo primero que me viene a la cabeza si pienso en esta serie de nuestra infancia es en un tipo que parec¨ªa normal, pero que se convert¨ªa en una especie de superm¨¢n con la ¨²nica ayuda de una navaja suiza o unos alicates. Creo recordar que, en el colegio, "jug¨¢bamos a MacGyver", lo que ven¨ªa a significar hacer como que est¨¢bamos encerrados e inventar formas para escapar y construir armas con cualquier cosa. Vamos, como en la propia serie.
Vale, es cierto que ver su foto ahora hace pensar en cualquier cosa menos en un "tipo normal", pero digamos que en los 80 se llevaba otro estilo de peinados. En cualquier caso, el agente MacGyver era mi ¨ªdolo y el de otros muchos ni?os. Un momento, ?agente? La verdad es que nunca me qued¨® muy claro si el personaje que interpretaba era un esp¨ªa, un empleado del Gobierno o un vengador solitario. En lo que a m¨ª respectaba, era un hombre que se dedicaba a rescatar a los buenos (a poder ser, del g¨¦nero femenino) y cargarse los planes de los malos, cambiando de misi¨®n y de pa¨ªs a cada cap¨ªtulo. Un tipo de acci¨®n. Un verdadero h¨¦roe.
Por supuesto, todo eso quedaba claro ya desde el inicio de cada cap¨ªtulo. Os reto a no tararear la musiquilla cuando la escuch¨¦is:
La principal virtud de este personaje era la capacidad de utilizar cualquier elemento de la vida cotidiana y convertirlo en un arma mort¨ªfera (ya hay quien se ha ocupado de compilar sus inventos). Supongo que por eso nos parec¨ªa posible lo que hac¨ªa: porque lo ten¨ªamos todo cerca.?Por qu¨¦ no iba a poder transformarse un imperdible en una llave? ?Qui¨¦n dec¨ªa que una toalla no pod¨ªa ser una trampa mortal? Adem¨¢s, la mayor¨ªa de las escenas (al menos, las que recuerdo) estaban bien surtidas de explosiones, cosa que agradec¨ªan nuestras miradas prep¨²beres. De alguna manera, ten¨ªa la extra?a capacidad de hacer explotar cualquier cosa, o tal vez de quedarse encerrado en habitaciones con bidones de gasolina.
Cuando nos hicimos mayores, perdimos la inocencia y la capacidad de sorpresa, y la serie dej¨® de ser tan guay. Empezamos a contar aquel chiste en el queMacGyver estaba al borde de un precipicio, rodeado por un ej¨¦rcito que le disparaba y se acercaba hacia ¨¦l, y un compa?ero de aventuras le preguntaba "?qu¨¦ hacemos?", a lo que nuestro h¨¦roe respond¨ªa "tranquilo, tengo un chicle". Ironiz¨¢bamos, en realidad, sobre lo pardillos que hab¨ªamos sido trag¨¢ndonos aventuras que, a todas luces, eran imposibles.
Sin embargo, ahora que han pasado unos a?os, me gustar¨ªa que nos fij¨¢ramos en algunas de las cosas que nos leg¨®. Lo m¨¢s importante, en mi opini¨®n, es que fue un ejemplo para que entendi¨¦ramos aquel "m¨¢s vale ma?a que fuerza" que tanto repet¨ªan nuestros padres. ?Si MacGyverpod¨ªa, nosotros tambi¨¦n! Una persona que utilizaba antes su inteligencia que su fortaleza (aunque tampoco le temblaba el pulso a la hora de repartir alg¨²n sopapo), que encontraba siempre c¨®mo salir del paso con los objetos que ten¨ªa cerca, era un paradigma con el que ilusionarse pensando que los matones del colegio no iban a ganar siempre. Sin duda, muchos empollones siguieron sus pasos y enfocaron su vida a los inventos y artilugios por lo que, dealguna manera, le debemos parte del auge de Inform¨¢tica.
Adem¨¢s, sublim¨® el arte de la chapuza, tradici¨®n queluego recoger¨ªan, en Espa?a, Bricoman¨ªa,desde el punto de vista del bricolaje, y Manolo y Benito, como serie de costumbrismo zafio y manitas patrios que, a su modo, tambi¨¦n hac¨ªan lo que pod¨ªan con lo que hab¨ªa a mano. Nos ense?¨®, en suma, que no todos los superh¨¦roes necesitaban superpoderes, que algunos pod¨ªan ser tan normales como nosotros y suplir sus carencias con savoir-faire.
Su sombra, por cierto, se alarg¨® m¨¢s en nuestras pantallas. Cuando se nos empezaba a olvidar qui¨¦n hab¨ªa sidoMacGyver,Los Simpsonsse empe?aron en record¨¢rnoslo.Patty y Selma, hermanas de Marge(la madre de peinado imposible) estaban locamente enamoradas del actor, por lo que apareci¨® en varios cap¨ªtulos.Selma estuvo a punto de morir por ¨¦l e incluso llegaron a secuestrarlo...
Podr¨ªamos seguir con las curiosidades, o contar que el protagonista se llamabaRichard Dean Anderson, que la serie estuvo en antena siete temporadas, que luego se grabaron dos pel¨ªculas... En realidad, todo eso ya no tiene mucho que ver con nuestros recuerdos. Tal vez lo mejor sea finalizar con uno de los cap¨ªtulos m¨¢s fastuosos y a la vez m¨¢s cercanos, ese en el que se enfrenta a los 'guerrilleros vascos': los combatientes sonmexicanos con txapela y secuestran a una ge¨®loga estadounidense para que les fabrique una bomba nuclear; MacGyveracude al rescate y los vence, entre otras cosas, porque no conocen el agua caliente. Esto... ?de verdad eran as¨ª todos los cap¨ªtulos? Casi mejor quedarse con esa dulce imagen infantil del superh¨¦roe de los alicates.
Series que nos marcaron: The Young Ones: Aquellos maravillosos'ni-nis'punks | Los 'dibus' con los que crecimos | Cuentos del mono de oro | Friends | Los camioneros | El gran h¨¦roe americano | Las chicas de oro | Dallas | Las chicas Gilmore | Aquellos maravillosos a?os | Retorno a Brideshead
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