Siempre colgado con usted, se?ora Faithfull
De esa dama turbia, guapa, sensual, solo puedo decir que la amaba. Su boca, sus ojos, su estilo, su pinta, el infinito sentimiento que transmit¨ªa con su preciosa voz
Que cada uno haga y sienta lo que quiera, sentenciaba mi amada madre, tradicional en su expresividad, pero liberal y ¨¢crata en su fondo, aunque, pobrecita m¨ªa, jam¨¢s le permitieran identificarse socialmente con esas cosas. Y deduzco que el rap, el reguet¨®n, el hip hop, son estilos en la m¨²sica que forman el apasionado alimento de la gente joven. Yo, desgraciadamente tan anciano f¨ªsica y emocionalmente, no logro pillar el punto de su atracci¨®n, aunque esa m¨²sica exprese el sentimiento y la hipnosis de las nuevas generaciones.
En mi senectud vac¨ªa de significado, con una depresi¨®n cr¨®nica en la que ya no esperas nada de nadie, a veces me alimento de sentimientos ancestrales mediante la infrecuente relaci¨®n con algunas personas, o con el milagroso sentimiento que te sigue provocando el arte. En el cine, los libros, la m¨²sica. Pero con la sensaci¨®n de que casi todo pertenece al pasado, a ese mundo de ayer, frecuentemente mal¨¦fico, que describ¨ªa el maravilloso escritor Stefan Zweig.
Y por ello percibo un sobresalto, una pena y un recuerdo infinitamente agradecido cuando me entero de que la ha palmado Marianne Faithfull. Hay m¨²sicos y cantantes a los que admiro mucho. Pero solo unos pocos me pueden despertar las l¨¢grimas, son una inyecci¨®n de vida y de sufrimiento, expresan con sentimiento ¨¦pico o dolorido cosas que has sentido en tu piel y en tu alma. Me despiertan emoci¨®n y sentimientos intensos, aunque no est¨¦ necesariamente borracho. Me ocurre de siempre con Van Morrison, Cohen, Dylan, Ferr¨¦, Holiday, Joplin, Veloso. Tambi¨¦n Sabina y Serrat si hay que hacer justificada patria.
Y de esa dama turbia, guapa, sensual, conmovedora superviviente a millones de picos, esnifadas y borracheras, amante de tantos t¨ªos incluidos los m¨¢s cool como Jagger y Richards, incluso alquilando su cuerpo en el Soho en ¨¦pocas desastrosas, solo puedo decir que la amaba. Su boca, sus ojos, su estilo, su pinta, el infinito sentimiento que transmit¨ªa con su preciosa voz. Me sirvi¨® de consuelo y de plenitud. El que proporciona la belleza, la seducci¨®n, el sufrimiento trasmitido con arte. Existen dos discos suyos que he escuchado y sentido inagotablemente. Son Broken English y Blazing Away. Me acompa?aron en momentos desoladores y en momentos de ¨¦xtasis. Seguir¨¢n ah¨ª. Muchas gracias, se?ora. Me toc¨® el coraz¨®n con su voz, con su m¨²sica, con su presencia.
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