Contra las erratas, 'wikidickens'

"No nos iban a dar el dinero por nuestra cara bonita". John Drew contesta al otro lado del tel¨¦fono con un espa?ol m¨¢s que notable. Este investigador brit¨¢nico ha echado mano de cientos de voluntarios online para culminar el proyecto que dirige desde la Universidad de Buckingham: corregir la versi¨®n digital de los 1.101 semanarios (30.000 p¨¢ginas) que cada mi¨¦rcoles, durante 20 a?os, public¨® el insigne novelista Charles Dickens y que contaron con una audiencia de 300.000 lectores. Primero el Household Words (1850-1859) y luego, tras una disputa profesional que le llev¨® a autoeditarse, el All the Year Round (1858-1870).

Esos semanarios, dirigidos a las clases medias victorianas, fueron semillero de autores como Wilkie Collins o el periodista George Sala. Conten¨ªan novelas por entregas, algunas del propio Dickens (como Tiempos dif¨ªciles) que el escritor serializ¨® para tratar de remediar sus pobres ventas.

Los voluntarios, y Drew, tienen un importante jal¨®n en su camino el pr¨®ximo mes de febrero. Porque 2012 ser¨¢ el a?o de Dickens en Reino Unido, cuando se celebrar¨¢ el bicentenario del nacimiento del autor de Oliver Twist. Para entonces este proyecto de wikidickens (en alusi¨®n a los contenidos creados colaborativamente por usuarios de Internet, como la Wikipedia) pretende presentar escaneados (y limpios de las erratas generadas por la digitalizaci¨®n) un tomo completo de cada uno de esos dos semanarios.

Por su "cara bonita" Drew no iba a conseguir fondos para tama?a empresa, que arranc¨® en 2006: "sobre todo cuando ya hab¨ªa pasado la ¨¦poca en que conseguir una beca era relativamente f¨¢cil". Los voluntarios provienen de lugares de habla inglesa (adem¨¢s de Reino Unido, Australia, Estados Unidos...) y tambi¨¦n de pa¨ªses como B¨¦lgica y Espa?a. De 200 personas que hace un par de semanas editaban online los borradores escaneados hahora son ya m¨¢s de 1.600... el motivo, la difusi¨®n del proyecto en medios como The Guardian y en la BBC.

Pero no solo se trata de llevar esas publicaciones ¨ªntegras al formato digital. Drew, un apasionado de las nuevas tecnolog¨ªas y del esp¨ªritu originario de la Red, se propone algo m¨¢s. En esas revistas casi nunca aparec¨ªa un nombre que no fuera el del propio Dickens, con lo que otro reto al que pretende responder el proyecto es el de identificar a los autores de todos los textos (se desconoce la autor¨ªa del 35% de lo publicado). Para ello los investigadores aplicar¨¢n sobre los textos digitalizados, y ya corregidos, el m¨¦todo ideado en 1987 por John Burrows: un sistema computerizado de estilometr¨ªa que, te¨®ricamente, permite saber qui¨¦n ha escrito qu¨¦. No para ah¨ª la cosa, el objetivo es aplicar adem¨¢s otro software que no solo convierte en archivos de audio los textos, sino que adem¨¢s los dota de una entonaci¨®n con cualidades dram¨¢ticas, indica Drew.

Este investigador reconoce que pueden surgir cr¨ªticas desde el ¨¢mbito acad¨¦mico en cuanto al rigor cient¨ªfico de una edici¨®n de Dickens revisada por voluntarios. Drew responde que no cualquier persona es admitida a participar en el proyecto y que su equipo de la universidad realiza un proceso de moderaci¨®n sobre las contribuciones de los voluntarios, am¨¦n de varias relecturas de todo el material.