Triple salto mortal en 25 l¨ªneas

Cuando cae el tel¨®n de Fen¨®menos de circo (P¨¢ginas de espuma), el ¨²ltimo libro de microrrelatos de Ana Mar¨ªa Shua, aparece un gran espejo. La ¨²ltima s¨ªntesis que la escritora argentina hace de la realidad refleja "la gran met¨¢fora de la vida" que representa este espect¨¢culo. "Todos somos espectadores y freaks. Lo que hay que valorar es lo que cada uno de nosotros estamos dispuestos a hacer por un aplauso, por la fama", dice Shua.

La escritora ha encontrado debajo de la carpa, despu¨¦s de tres a?os y medio de inmersi¨®n en libros circenses, "la posibilidad de romper el cristal del acuario que separa al pez del oc¨¦ano". Es decir, en un malabarismo sin precedentes, Shua considera que ha conseguido dejar de plagiarse gracias a la investigaci¨®n: "Este mundo me sirvi¨® para disparar ideas nuevas e inesperadas". Por eso, los payasos del circo de Shua viven el drama; sus mujeres barbudas son el objeto de deseo de avariciosos del vil metal; y sus magos no pueden recurrir solo al sombrero para cumplir el deseo de la ilusi¨®n, porque el p¨²blico que llena las gradas del imaginario de la escritora es de piedra. Es incapaz de creer, ni siquiera cuando se convierten en parte del espect¨¢culo. "Que enciendan la luz", grita un espectador fagocitado por un monstruo de feria. "Esto es solo un truco".

"Todos somos espectadores y 'freaks'. Lo que hay que valorar es lo que cada uno de nosotros estamos dispuestos a hacer por un aplauso, por la fama", dice la escritora

Un simple truco con el que Shua golpea al lector en un m¨¢ximo de 25 l¨ªneas. Sin tiempo para la descripci¨®n del personaje -poco se sabe de la suerte de ese espectador devorado- ni para el punto y aparte, pero con la compa?¨ªa del espacio en blanco que rodea a cada texto: "Un hecho f¨ªsico que corresponde al tiempo que cada microrrelato necesita para asentarse y ser cabalmente comprendido". Una vez se ha cruzado el umbral del circo, el espect¨¢culo no se desarrolla de una vez. Despu¨¦s de los malabaristas y antes de los tragafuegos es necesaria la pausa. "Se trata de darle a cada texto el tiempo que necesita y merece, no por ser cortito hay que pasarlo r¨¢pido", avisa la autora.

Este ejercicio sobre la cuerda floja da a¨²n m¨¢s v¨¦rtigo cuando al mirar hacia abajo aparece una trayectoria de m¨¢s de mil microrrelatos, muchos de los cuales se publicaron hace dos a?os en un volumen ¨²nico, Cazadores de Letras. La escritora comenz¨® a parcelar su mente en micro y macro a mediados de los setenta. Desde entonces ha desarrollado la habilidad de sentarse a escribir cada ma?ana con "la brevedad incorporada, nunca me ha resultado trabajoso sintetizar", asegura.

Es complicado recorrer la literatura argentina sin encontrarse con alguna de las novelas, poes¨ªas, cuentos tradicionales o libros infantiles de la escritora. Y otro est¨¢ en ciernes, nada breve por lo que adelanta la autora. "Necesito un tiempo de transici¨®n despu¨¦s de un libro de microrrelatos como este", confiesa. La pista del cansancio puede estar en el ¨²ltimo texto de Fen¨®menos de circo, "el final de la humanidad", adelanta la autora. Ese momento en el que el p¨²blico se convierte en payaso, con la ¨²nica diferencia del maquillaje.