Locos por el bolet
Los expertos pronostican que la campa?a de recogida ser¨¢ buena pero no excepcional como la del a?o pasado
La campa?a de recogida de setas que est¨¢ a punto de comenzar ser¨¢ buena, pero no excepcional como lo fue la pasada, con una producci¨®n de 110 kilos por hect¨¢rea, m¨¢s del doble de la media en los bosques de Catalu?a, que es de 46 kilos por hect¨¢rea. Los buscadores de setas, es decir, los boletaires, tienen ya los cestos preparados para lanzarse al bosque en busca de las especies de hongos m¨¢s apreciadas, especialmente el rovell¨®, cep, llanega, fredolic, camagroc, llegua de bou y ou de reig.
Juan Mart¨ªnez, investigador del Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalu?a, con sede en Solsona, calcula que esta temporada la producci¨®n ser¨¢ de 60 a 80 kilos por hect¨¢rea. "Esta campa?a no ser¨¢ excelente como la pasada, pero tampoco mala. Ser¨¢ superior a la media de los ¨²ltimos 16 a?os", afirma Mart¨ªnez.
La fiebre por las setas se desata durante los fines de semana y puentes festivos de oto?o cuando la mayor¨ªa de los bosques catalanes se ven invadidos por centenares de buscadores. Muchos se toman la actividad como una forma m¨¢s de ocio, pero otros la han convertido en un negocio que, en temporadas de buena producci¨®n como la actual, puede reportarles ganancias por los elevados precios que se pagan en los mercados. Algunas familias del Pirineo leridano han llegado a ganar 6.000 euros en un mes.
El mapa comarcal de las setas se extiende desde el Pirineo hasta las sierras cercanas al litoral, pero las zonas que acostumbran a tener una mayor producci¨®n son el Bergad¨¤, Ripoll¨¦s, Montseny, Garrotxa, Alt Urgell, Solson¨¦s, Alta Ribagor?a, Pallars Sobir¨¤ y Val d'Aran. No importa d¨®nde aparezcan las setas, ya que hay un ej¨¦rcito de boletaires que est¨¢ dispuesto a recorrer los kil¨®metros que haga falta para localizarlas y meterlas en el cesto. "Los boletaires se mueven mucho, pero primero se informan de los lugares en los que ha llovido m¨¢s", se?ala Mart¨ªnez.
La aparici¨®n de setas suele estar condicionada a la climatolog¨ªa y depende del r¨¦gimen de lluvias que se registre en los meses de agosto, septiembre y octubre. Este a?o la lluvia se ha repartido de forma desigual por el territorio y las altas temperaturas y los vientos de las ¨²ltimas semanas podr¨ªan alterar tanto el proceso de fructificaci¨®n de los hongos como el inicio y desarrollo de la campa?a, seg¨²n apunta el Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalunya.
En Catalu?a existe mucha tradici¨®n micol¨®gica, aunque seg¨²n Mart¨ªnez el nivel de conocimiento sobre el mundo de las setas es bajo. "Conoce una media de cuatro especies. Con un mayor conocimiento se evitar¨ªa el riesgo de intoxicaciones y se llenar¨ªa antes el cesto", asegura.
Se calcula que 350.000 personas van a los bosques a buscar setas al menos dos veces al mes durante la temporada. El n¨²mero de boletaires ha crecido tanto en los ¨²ltimos a?os que la recolecci¨®n de setas se ha convertido en una afici¨®n de masas. El fen¨®meno ha abierto un debate sobre la necesidad de regular la actividad y controlar el acceso a los bosques estableciendo tasas a los buscadores.
Los expertos consideran que cobrar por buscar setas resulta impopular y no es la mejor soluci¨®n para proteger los bosques. Desde el Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalu?a se propone elaborar una normativa de recolecci¨®n que no implique cobrar a los boletaires, pero s¨ª limitar la cantidad y tama?o de las especies de setas que se pueden recolectar. Se trata de conciliar la parte l¨²dica y, a veces, econ¨®mica de esta afici¨®n con la protecci¨®n de las masas boscosas. Otras comunidades aut¨®nomas ya se han dotado de la normativa que regula la actividad micol¨®gica, pero en Catalu?a todav¨ªa no se ha legislado al respecto. Los agentes rurales y los Mossos d'Esquadra se limitan a vigilar que los buscadores no destrocen el sotobosque con el uso de rastrillos, algo que degrada el ecosistema y merma la producci¨®n de los a?os venideros.
Algunos ayuntamientos como el de Ara¨°s, en el Pallars Sobir¨¤, y Bonansa, en la Ribagor?a oscense, cobran desde hace a?os una tasa de 5 euros para poder coger un m¨¢ximo de 15 kilos de setas por persona en sus bosques comunales. Con esta medida se persigue evitar la entrada masiva de veh¨ªculos que deterioran las zonas boscosas, pero al ser pueblos peque?os sin polic¨ªa local resulta muy dif¨ªcil controlar todos los caminos. Otros pueblos se plantean limitar el acceso motorizado a sus bosques cerrando las pistas forestales y obligando a los recolectores a realizar largos recorridos.
La invasi¨®n de boletaires acaba pasando factura al bosque. En Catalu?a, el 85 % de los bosques son privados y sus propietarios reclaman participar de alguna manera de los beneficios que se obtienen con la recolecci¨®n de las setas para poder invertir el dinero en su conservaci¨®n y mejora de los accesos. Mart¨ªnez se?ala que los propietarios de los bosques est¨¢n en su derecho de cobrar a los boletaires y de prohibir la recogida de setas sin autorizaci¨®n. "No soy partidario de poner cotos, como se hace para la caza, pero s¨ª de un aprovechamiento de los recursos de los bosques por parte de sus amos", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.