El hallazgo de restos de un infante neandertal resolver¨¢ enigmas sobre la especie previa al homo sapiens
"La ni?a de Lozoya" ten¨ªa dos a?os y medio y vivi¨® hace 40.000 a?o
Ten¨ªa dos a?os y medio. Med¨ªa menos de un metro. Era, posiblemente, una ni?a. Y pelirroja. Pertenec¨ªa a una comunidad neandertal, la especie previa del homo sapiens a la que todos hoy pertenecemos. Su rastro ha sido hallado en un calvero de la localidad serrana de Pinilla del Valle, a 90 kil¨®metros al norte de Madrid.
La ni?a viv¨ªa con sus padres en una cueva de piedra junto a una caudalosa corriente de agua que, entre 70.000 y 40.000 a?os despu¨¦s, llamar¨ªamos r¨ªo Lozoya. En sus frondosas riberas abrevaban toros enormes, rinocerontes esteparios y feroces leones. Con lanzas los acechaba su padre, que a¨²n no conoc¨ªa las flechas. Mientras ¨¦l cazaba, a ella la destetaba su madre. Y entonces, por razones desconocidas, la ni?a muri¨®.
Pero el rastro de su cuerpecillo, muy presumiblemente depositado de manera intencional por sus padres en un lugar a salvo de las hienas, no se perdi¨®: ten¨ªa dientes de leche bien formados; cuatro de ellos, dos incisivos, un canino y una muela, han llegado hasta nosotros intactos. Conservan el fulgor del que fuera su blanqu¨ªsimo esmalte. Es un hallazgo extraordinario. No s¨®lo por la enorme cantidad de informaci¨®n biol¨®gica y gen¨¦tica que los dientes, por su dureza imperecedera, brindan, sino tambi¨¦n porque "el hallazgo de las piezas dentales se encuentra contextualizado, es decir, se inserta dentro de un conjunto de referencias que permiten generalizar los conocimientos cient¨ªficos que proporciona", explica el arqueopaleont¨®logo Enrique Baquedano, mentor principal de la excavaci¨®n y director del Museo Arqueol¨®gico Regional.
Y a?ade: "No hay precedente de un descubrimiento as¨ª en la regi¨®n madrile?a, es muy importante en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y, en verdad, relevante en Europa". Este continente vi¨® extinguirse aquella especie de hom¨ªnidos robustos, dotados con el gen de los pelirrojos y de una capacidad craneal de hasta 1.500 cent¨ªmetros c¨²bicos, 200 m¨¢s que la de sus sucesores, nosotros, los homo sapiens, ancestros que s¨ª conoc¨ªan las flechas y gozaban adem¨¢s de una organizaci¨®n social superior y mejor trabada que la de los neandertales, razones por las cuales los sobrevivieron -y quiz¨¢s, los aniquilaron-.
Los dientes de la ni?a han sido datados en torno a la misma fecha en la que se calcula que se extingui¨® un rinoceronte coet¨¢neo, el Stephanorhinus hemitoechus, hace 40.000 a?os. La dentici¨®n ha sido encontrada por un nutrido equipo de arque¨®logos, paleont¨®logos, ge¨®logos y top¨®grafos que desde hace una d¨¦cada excava en Pinilla del Valle, uno de los yacimientos prehist¨®ricos m¨¢s prometedores de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El descubrimiento sucedi¨® el 29 de agosto, a 1.100 metros de altitud y a 40 cent¨ªmetros de profundidad. Fue a las 10.30 de la ma?ana. Dos piezas dentales se hallaban junto a un rinc¨®n conocido como El camar¨ªn y otros dos dientes, procedentes del mismo sitio, fueron detectados entre la arena cribada en cedazos con una luz de 0,05 cent¨ªmetros en el lavadero del yacimiento. "Casi todos los indicios se?alan que el cuerpo del infante fue depositado intencionalmente donde han sido hallados sus dientes" se?ala Baquedano, que cree que se trata de un enterramiento, ins¨®lito en los vestigios de neandertales en la pen¨ªnsula.
All¨ª, hasta 130 especialistas han desfilado bajo toldos protectores del sol y la intemperie desde el mes de junio, empu?ando delicadamente un instrumental para recoger hasta la brizna m¨¢s peque?a de hueso o s¨ªlex que pueda dar noticia de una estirpe hom¨ªnida precursora, repleta de enigmas que este hallazgo puede contribuir grandemente a despejar.
Con los dientes de leche de La ni?a del valle del Lozoya, nombre que se ha asignado a la neandertal madrile?a, los especialistas han comenzado a precisar su aut¨¦ntica edad, su ADN, llave de su c¨®digo gen¨¦tico y el de sus parientes. Podr¨¢n adem¨¢s descubrir qu¨¦ alimentos tomaba, cu¨¢les eran las dimensiones de su cr¨¢neo, d¨®nde ten¨ªa ubicada la laringe, de qu¨¦ capacidad de hablar dispon¨ªa, su facultades cerebrales para formular abstracciones o vertebrar un lenguaje simb¨®lico...y de esta manera abrir la senda para indagar, eludiendo la consanguinidad, los principales rasgos de las otras comunidades con las que sus mujeres se emparentaban.
El paleoantrop¨®logo Juan Luis Arsuaga, codirector de Apatuerca, que lleva seis a?os vinculado al yacimiento de Pinilla como codirector, defin¨ªa ayer su emoci¨®n al saber que el rastro de la ni?a neandertal reci¨¦n hallado va a permitir responder a muchas de estas preguntas.
Con entusiasmo y las mismas metas en el horizonte, a sabiendas de la apuesta a favor de las investigaciones en este yacimiento madrile?o garantizadas por Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente del Gobierno regional, el arqueopaleont¨®logo Enrique Baquedano, as¨ª como Alfredo P¨¦rez Gonz¨¢lez, m¨¢xima autoridad de la arqueogeolog¨ªa espa?ola, presentaron ayer el hallazgo sobre el lugar donde fue recientemente descubierto.
El vicepresidente anunci¨® que su Gobierno ha adquirido los predios contiguos a los yacimientos de Pinilla -hasta 3,3 hect¨¢reas del llamado Calvero de la Higuera- para que las excavaciones prosigan. Se propone as¨ª crear un parque arqueol¨®gico abierto al p¨²blico e integrarlo cuanto antes en el circuito de yacimientos visitables de la Comunidad de Madrid.
Ahora queda por delante una ardua tarea de laboratorio, que medir¨¢ con precisi¨®n el alcance de tan importante noticia cient¨ªfica.
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