Kore-eda y su 'Kiseki' revolucionan Donostia
La ma?ana la completa la estupenda 'Le skylab', de Julie Delpy
Ma?ana de gloria en la secci¨®n oficial del festival de cine de San Sebasti¨¢n. Segunda pel¨ªcula con fuerza para ganar la Concha de Oro, Kiseki (Milagro), del maestro japon¨¦s Hirokazu Kore-eda, otra obra grande en el concurso tras No habr¨¢ paz para los malvados, de Enrique Urbizu. Kore-eda aparece en Donostia por cuarta vez; la ¨²ltima sali¨® sin premio a pesar la grandeza de su Still walking. ?Volver¨¢ a pasarle?
Al japon¨¦s, autor de Nadie sabe, no parece importarle mucho. ?l sigue a lo suyo, a rodar como pocos la infancia, a contar con ni?os m¨¢s inteligentes que los adultos c¨®mo es tener sue?os y luchar por ellos. En rueda de prensa ha confesado: "De peque?o siempre estaba preocupado. Era m¨¢s adulto que un adulto normal". En el coraz¨®n de su pel¨ªcula un grupo de ni?os capitaneados por dos hermanos separados (uno vive con su padre, otro con su madre) busca cumplir sus sue?os, que se haga un milagro. "En nuestra vida cotidiana hay cosas importantes que a veces olvidamos, que obviamos y no nos damos cuenta de su importancia. En marzo, el terremoto y el tsunami en Jap¨®n hicieron que mucha gente perdiera estas cosas. Deseo recuperar todo lo que perdimos en marzo", a?ade el autor, poni¨¦ndose en paralelo a los ni?os. "En principio pens¨¦ que era un t¨ªtulo demasiado directo, pero luego me gusta que el p¨²blico, al ver que ninguno de los deseos imposibles se cumplen, busque peque?os milagros en la pel¨ªcula". Preguntado sobre a qui¨¦n dirige su trabajo, el japon¨¦s reflexion¨®: "Esta pel¨ªcula la hice para que la disfruten los adultos, pero tambi¨¦n es cierto que suelo hacer mis largometrajes pensando en una persona concreta. Still walking estaba dirigida a mi madre, y Milagro es para mi hija, que tiene cuatro a?os, para que la vea m¨¢s adelante".
En 'Milagro' un grupo de ni?os capitaneados por dos hermanos separados busca cumplir sus sue?os
Rodar con ni?os
El talento para rodar ni?os, para incluirnos en la infancia japonesa, de Kore-eda es excepcional: "En realidad yo llevo un guion base y seg¨²n voy escogiendo a los ni?os int¨¦rpretes cambio los personajes, su car¨¢cter y sus frases. Aqu¨ª eran un ni?o y una ni?a, y cuando encontr¨¦ a Koki Maeda y Oshiro Maeda, los dos hermanos actores, supe que los protagonistas ser¨ªan ambos chicos".
El otro t¨ªtulo de la ma?ana tambi¨¦n ha dejado buen sabor de boca. Le Skylab es la cuarta pel¨ªcula como directora de Julie Delpy (ya ha rodado la quinta), y escarba con humor y ligereza en una macrorreuni¨®n familiar en Breta?a en el verano de 1979, cuando el Skylab [estaci¨®n espacial estadounidense] estaba a punto de caer sobre la Tierra. "Para m¨ª la familia es important¨ªsima pero no s¨¦ por qu¨¦, no soy capaz de explicarlo", dice la directora, que se guard¨® un papel para ella y as¨ª poder homenajear a su madre, fallecida hace dos a?os.
"Espero que la gente no piense tanto en que me he inspirado en mi familia, sino que busque sus propias referencias. Por eso la c¨¢mara se mete dentro de las comidas y del barullo, quer¨ªa que no hubiera barreras entre la pantalla y el p¨²blico. Para m¨ª el cine es intentar que las personas olviden la realidad exterior". Pero era obligatorio preguntar por sus padres: "Eran ultraliberales y anarquistas. Me educaron como un animal salvaje, quiero decir de forma libre, con libertad para pensar y libertad art¨ªstica". Por supuesto, Delpy sabe que no todas las familias son perfectas. Tampoco la de la pel¨ªcula: "La familia no me gusta nada, a veces la odio, pero tambi¨¦n me encanta que est¨¦ reunida. Es tan importante, en cierto sentido". Sin embargo, logra su objetivo inicial: "No quer¨ªa sonar a nost¨¢lgica, yo no lo soy, sino, sencillamente, que Le Skylab fuera alegre, divertida".
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