El latido de los Apalaches
El fot¨®grafo estadounidense Shelby Lee Adams muestra en EFTI una selecci¨®n de im¨¢genes que documentan la vida en la zona monta?osa del este de EE UU, un proyecto en el que trabaja desde hace tres d¨¦cadas
Enfrentarse a un estereotipo requiere valent¨ªa. Intentar desmontarlo, paciencia y perseverancia. El fot¨®grafo estadounidense Shelby Lee Adams lleva 36 a?os haci¨¦ndolo con uno de los m¨¢s arraigados en la mente de sus compatriotas: el hillbilly, el paleto de las monta?as Apalaches, pobre, ignorante, con una prole numerosa, bebedor de licores que destila ilegalmente en alambiques caseros, propenso a la ri?a, endog¨¢mico y, por tanto, con m¨¢s riesgo de sufrir atraso mental. Todo empez¨® cuando Adams, a¨²n adolescente, empez¨® a viajar por el este de su estado natal de Kentucky -los Apalaches se extienden, adem¨¢s, por Tennessee, Virginia, Maryland, Virginia Oeste y Carolina del Norte- con su t¨ªo m¨¦dico, tambi¨¦n oriundo de la zona.
Pronto se dio cuenta de que, m¨¢s all¨¢ de las ideas preconcebidas, la gente de aquellas monta?as ten¨ªa tales peculiaridades que los hac¨ªan ¨²nicos. "Pr¨¢cticamente todos los valles tienen su propio acento al hablar, una diversidad cultural y un forma de vivir diferente en cada valle. La m¨²sica es una de las herramientas que m¨¢s se comparte, casi todas las familias tienen alguien que toca o canta la m¨²sica de las monta?as. La religi¨®n es una forma apasionada de expresi¨®n personal creativa. La familia, y no el individuo, es lo m¨¢s valorado, y la tierra en la que se nace crea fuertes ra¨ªces simb¨®licas", explica el fot¨®grafo. La Escuela de Fotograf¨ªa Centro de Imagen EFTI ha recogido en la exposici¨®n Salt and truth (Sal y verdad) 70 im¨¢genes del fot¨®grafo.
Siguiendo la estela de Walker Evans o Dorothea Lange, cuyo trabajo para la Farm Security Administration (FSA) retrat¨® la dureza de las condiciones de vida de la poblaci¨®n rural estadounidense durante la Gran Depresi¨®n, Adams se acerca a los habitantes de los Apalaches con igual rigor. Pero, a diferencia de aquellos, no se queda fuera, establece lazos de afecto con los sujetos que fotograf¨ªa. "En la actualidad estoy fotografiando la tercera y hasta la cuarta generaci¨®n en algunas familias de las monta?as", se?ala el autor. Esa cercan¨ªa se ha plasmado en un m¨¦todo de trabajo que implica trabajar con una c¨¢mara de gran formato sobre un tr¨ªpode y equipo de iluminaci¨®n. Primero toma polaroids y discute las im¨¢genes con sus protagonistas: no dispara la c¨¢mara hasta que todos est¨¢n de acuerdo. As¨ª trabaja desde 1974. "Este simple proceder a lo largo del tiempo ha contribuido a generar una confianza en m¨ª y en mi fotograf¨ªa. Los ni?os han crecido viendo mis fotograf¨ªas colgadas en las casas de sus padres y de sus abuelos. Esperan que yo les fotograf¨ªe, ni siquiera se establece una conversaci¨®n, es simplemente algo que hacemos, es lo que yo llamo una relaci¨®n sin costuras", explica. En 1993 public¨® su primer libro, Appalachian Portraits (Retratos de los Apalaches) en 1998 apareci¨® Appalachian Legacy (El legado de los Apalaches) en 2003 Appalachian Lives (Vidas de los Apalaches). Este a?o saldr¨¢ a la luz Salt and truth (Sal y verdad).
Las im¨¢genes est¨¢n preparadas, hay una escenificaci¨®n, una iluminaci¨®n, pero ello no les resta ni un ¨¢pice de verdad. En 2002, la cineasta Jennifer Baichwald registr¨® el complejo v¨ªnculo entre Adams y sus sujetos en el documental The true meaning of pictures. Son escenas que conducen al espectador a un territorio inc¨®modo a primera vista, pero cuya intenci¨®n es acercarlo, romper la barrera del prejuicio e invitar a una aceptaci¨®n sin condiciones de la diferencia: "El prop¨®sito de mi trabajo es extender la aceptaci¨®n del otro, especialmente de aquellos que se salen de lo convencional, expandir la tolerancia y la diversidad de la humanidad que tanto f¨ªsica como mentalmente son diferentes de alguna forma y grado y apreciar a aquellos que son m¨¢s dependientes, sin tener en cuenta sus circunstancias", indica Adams.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.