Cesaria Evora se retira
La cantante de Cabo Verde, de 70 a?os, anuncia el final de su carrera debido a "su d¨¦bil estado de salud"
Cesaria Evora, conocida como la reina de la morna o la diva de los pies desnudos, ha anunciado hoy en Par¨ªs su retirada de los escenarios y la cancelaci¨®n de los conciertos que ten¨ªa programados las pr¨®ximas semanas por motivos de salud. Su casa de discos, Lusafrica, ha confirmado la decisi¨®n de la cantante en un comunicado en el que se?ala que la int¨¦rprete "no podr¨¢ cumplir con los conciertos que iba a dar en las pr¨®ximas semanas". "Sus nuevos problemas de salud siguen a varias intervenciones quir¨²rgicas que sufri¨® durante los ¨²ltimos a?os, entre ellas una operaci¨®n a coraz¨®n abierto, en mayo de 2010", agrega el comunicado. Los m¨¦dicos de la cantante le "ordenaron" anular su pr¨®xima gira de conciertos y ella, de acuerdo con su productor y m¨¢nager, Jos¨¦ da Silva, decidi¨® "poner fin a su carrera", afirma la nota.
La artista "renuncia a esta vida itinerante que la lleva por las cuatro esquinas del mundo", inform¨® su discogr¨¢fica
La cantante, de 70 a?os, viaja con el pasaporte diplom¨¢tico que le facilit¨® hace m¨¢s de 10 a?os el gobierno de Cabo Verde. "Cuando se llena de sellos lo devuelvo", suele decir con una sonrisa de ni?a traviesa. El d¨ªa de su cumplea?os, este verano, el presidente de la Rep¨²blica visit¨® la casa de Cesaria para entregarle un gran ramo de flores. Y es que la cantante se ha convertido en la mejor imagen de su pa¨ªs. Muchos viajes tur¨ªsticos a las islas de Cabo Verde surgieron a ra¨ªz de la escucha de sus discos o tras haber asistido a uno de sus conciertos. Por alguna de esas melanc¨®licas mornas cantadas en crioulo con las que Cesaria Evora emociona. Porque su canto es tan aut¨¦ntico como el de Billie Holiday o el de Edith Piaf.
Naci¨® el 27 de agosto de 1941, hija de una cocinera y un violinista, en Mindelo, el puerto de San Vicente, una de esas islas volc¨¢nicas del archipi¨¦lago de Cabo Verde, azotadas por los vientos y castigadas por las sequ¨ªas. Unas islas de las que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n -de alrededor de un mill¨®n de habitantes- ha tenido que emigrar. Pas¨® tres a?os en un orfanato cat¨®lico -de monjas portuguesas aunque la madre superiora era espa?ola- en el que las hermanas le ense?aron a coser, bordar y planchar. Y los domingos cantaba en la iglesia.
El ¨¦xito le lleg¨® tarde, cuando ya ten¨ªa 50 a?os y llevaba muchos arrastrando su talento por bares y tabernas como el Caf¨¦ Royal, de Mindelo, d¨®nde la llamaban desde las mesas y cantaba de pie ante los clientes a cambio de unos escudos -Cabo Verde fue colonia portuguesa hasta 1975- o un vaso de grog, el aguardiente local. A principios de los noventa, en Par¨ªs, y de la mano del productor Jos¨¦ da Silva, que ha estado con ella desde entonces, el mundo le abri¨® sus brazos y ella dej¨® atr¨¢s una vida de pobreza y menosprecios. Con los discos Mar azul y Miss Perfumado, y con la canci¨®n Sodade, comenzaba un cuento de hadas para esta mujer que incluso renunci¨® al alcohol que estaba acabando con ella. Aunque sigui¨® fumando como una condenada.
Cantaba igual en los escenarios de los mejores auditorios del mundo -recorri¨® el planeta desde China y Australia hasta Brasil o Estados Unidos- que lo hac¨ªa anta?o en aquellos barcos extranjeros atracados en el puerto de Mindelo a los que la invitaban a subir o en las casas particulares de portugueses que le pagaban algo. Poco, pero lo suficiente para poder vivir.
M¨¢s de seis millones de discos vendidos, el reconocimiento un¨¢nime a su voz y su forma de cantar, y d¨²os con Caetano Veloso, Sakif Keita, Compay Segundo, Bonnie Raitt, Erykah Badu, Goran Bregovic, Chucho Vald¨¦s, Marisa Monte o Pedro Guerra.
Cesaria Evora, que regresa a Mindelo con sus dos hijos y sus dos nietos, ser¨¢ para siempre la voz de esas peque?as islas perdidas en el Atl¨¢ntico que ella coloc¨® en nuestro mapa afectivo.
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