Leonard Cohen canta por se?as
Nacho Vegas, Duquende, Javier Mas y Laura Garc¨ªa Lorca homenajean al artista en un vibrante acto en Gij¨®n
"T¨² cantas bien hasta por se?as", suelen decirle los flamencos a los cantaores a los que falla la voz. Y eso, cantar por se?as, es lo que hizo anoche Leonard Cohen desde uno de los palcos del Teatro Jovellanos de Gij¨®n. Estos van a ser los 50.000 euros m¨¢s f¨¢ciles de su carrera si pensamos en la dotaci¨®n del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras que recibe ma?ana viernes en Oviedo, donde pronunciar¨¢ uno de los discursos de la ceremonia.
Dicen que ver hacer el pase¨ªllo a Curro Romero val¨ªa el precio de la entrada a la Maestranza, y el p¨²blico que abarrotaba el teatro -y que hab¨ªa agotado las invitaciones gratuitas a la hora y media de ser distribuidas- rompi¨® a aplaudir puesto en pie cuando apareci¨® el artista canadiense. Mezcla de sabio, torero y monje budista -nada estrella del rock-, ¨¦l saludaba alternativamente con el sombrero y con las manos juntas, bajando la cabeza. Desde lejos, pareci¨® enjugarse las l¨¢grimas.
Laura Garc¨ªa Lorca le agradeci¨® todo lo que ha hecho por la difusi¨®n de la obra de su t¨ªo
Javier Mas: "Siempre le ha interesado mucho que yo llevara sus canciones a la guitarra espa?ola"
Un coro juvenil cerr¨® el homenaje cantando 'Hallelujah'
Los m¨²sicos del m¨²sico. Minutos antes se hab¨ªa proyectado el documental que su hija Lorca rod¨® en el backstage de la ¨²ltima gira. Minutos despu¨¦s, tres de los protagonistas de la pel¨ªcula estaban sobre el escenario: el guitarrista aragon¨¦s Javier Mas y las dos hermanas Webb, que acompa?an a Cohen en los coros.
Lorca vive en Nueva York. Mas fue el director de la parte musical de una noche impecable en la que solo falt¨® que cantara Cohen. La literatura la puso uno de los miembros del jurado que le otorg¨® el premio en junio, el catedr¨¢tico Andr¨¦s Amor¨®s, que estuvo tal vez demasiado "catedr¨¢tico" para la ocasi¨®n. ?l fue el encargado de analizar las claves de la poes¨ªa del cantante y de leer algunos de sus versos que, en su voz, nunca terminaron de sonar naturales.
Justo lo contrario de lo que sucedi¨® durante las breves y brillantes palabras de Laura Garc¨ªa Lorca, que quiso agradecer a Cohen la amorosa divulgaci¨®n que ha dado a la obra de su t¨ªo, para el que, dijo, ha conseguido lectores que sin ¨¦l nunca hubiera tenido: "La vida de un poema se prolonga en cada traducci¨®n". No digamos en cada canci¨®n. Laura Garc¨ªa Lorca habl¨® del viaje que va del poema Peque?o vals vien¨¦s del escritor a la canci¨®n Take This Waltz y de este, ida y vuelta, a la versi¨®n flamenca de Enrique Morente. Termin¨® leyendo en su impecable ingl¨¦s y en un espa?ol rimado con much¨ªsima gracia el poema de Leonard Cohen Lorca vive en Nueva York. En sus versos, ir¨®nicos pero desgarradores, su admirador de Montreal imagina vivo al genio espa?ol, harto de los gitanos y de su guitarra, informado de su propia muerte pero a salvo en la Gran Manzana... una ciudad que no le gusta.
Un flamenco de Montreal. El guitarrista Javier Mas acompa?a a Leonard Cohen con su la¨²d desde que en 2007 este lo escuch¨® tocar en un disco homenaje a su obra en el que participaban varios m¨²sicos espa?oles. Desde entonces es uno de los puntales de su directo: en la canci¨®n Who By Fire el solo del espa?ol dura tanto como la intervenci¨®n del canadiense. Horas antes del concierto de Gij¨®n, Mas explicaba a este peri¨®dico la conexi¨®n musical entre ambos: "Siempre le ha interesado mucho que yo llevara sus canciones a la guitarra espa?ola. Ah¨ª nos hemos encontrado, en el Mediterr¨¢neo, porque ¨¦l tiene parte de sus ra¨ªces en Grecia. All¨ª nacieron canciones como So Long, Marianne.
So Long, Mr. Cohen. So Long, Marianne fue precisamente el tema que cerr¨® en el escenario una velada en la que, efectivamente, hasta el irland¨¦s Glen Hansard son¨® flamenco interpretando Famous Blue Raincoat. Fue el toque Mas, su virtuosismo y el de los m¨²sicos que le acompa?aron: una guitarra, un viol¨ªn y un caj¨®n. A ellos se sumaron las hermanas Webb, que abrieron con Dance Me To The End Of Love y cerraron con la sobrecogedora y salm¨®dica If It Be Your Will. Por el escenario pas¨® tambi¨¦n el cantaor Duquende, que interpret¨® su particular versi¨®n de My Gypsy's Wife y la Nana del caballo grande, de Lorca.
El hombre que no canta El resto del homenaje espa?ol de la noche corri¨® a cargo del gijon¨¦s Nacho Vegas, acompa?ado por Montse ?lvarez (de Nosotr?sh) y Mar ?lvarez (de Pauline en la playa). Vegas interpret¨® Ocho y medio, un tema propio; una versi¨®n en asturiano de El partisano -tambi¨¦n versionada por Cohen- y su adaptaci¨®n de The Stranger Song, habitual en su propio repertorio. Antes habl¨® de su devoci¨®n por alguien que, confes¨®, no le gust¨® nada cuando, en 1988, con 13 a?os, lo escuch¨® por primera vez: "Estaba serio, iba con traje negro y no cantaba, hablaba". Luego llegar¨ªa el descubrimiento de su primer disco en una vieja cinta de casete y el inter¨¦s por Leonard Cohen de grupos que a ¨¦l le interesaban como REM o Pixies. Despu¨¦s de agradecerle su magisterio a Cohen, que escuchaba desde el palco, el cantante asturiano le hizo una advertencia que tiene que ver con la pasi¨®n del canadiense por Lorca: "Tenga cuidado porque tal vez le toque estos d¨ªas estrechar la mano de alguno de los que lo asesinaron".
?Literato o cantante? Un d¨ªa antes del concierto, Vegas ponderaba el valor literario de la obra de Cohen -"sus letras funcionan perfectamente como poemas"- a la vez que matizaba: "Las canciones son un g¨¦nero en s¨ª mismo. Cohen toma un tema tradicional franc¨¦s, como El partisano, y lo hace muy suyo, pero es que los suyos tienen algo que solo est¨¢ en la tradici¨®n: son canciones puras, esenciales, como si no estuvieran escritas para ser tocadas sobre un escenario sino que hubieran nacido en la fiesta, en el trabajo o en la guerra". En medio de un ensayo, el propio Javier Mas daba su opini¨®n: "Trabajando con ¨¦l te das cuenta de que controla mucho lo que hace. Ese es su m¨¦todo. Es lento. Repite y repite. Cada acorde, cada palabra". ?Literato, cantante? "Es un poeta extraordinario, pero adem¨¢s, un gran m¨²sico. Solo hay que pensar en la maravillosa melod¨ªa que puso al poema del vals de Lorca, otro poeta atravesado por la m¨²sica".
?Aleluya! Cuando se apag¨® el ¨²ltimo acorde de So Long Marianne, Leonard Cohen se puso en pie en el palco para aplaudir a los m¨²sicos. La duda de si cantar¨ªa o dir¨ªa al menos unas palabras atraves¨® la sala, entregada. La resolvi¨® ¨¦l retir¨¢ndose, aunque al instante tuvo que volver: el Joven Coro de la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias estaba interpretando su Hallelujah, una de las canciones con m¨¢s versiones de la historia de la m¨²sica moderna pero que ayer pareci¨® escrita, si no para un pr¨ªncipe asturiano, s¨ª para la lira del rey David. O para un coro de ¨¢ngeles.
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