Merece un spin-off: la condesa viuda de Grantham

Hay personajes secundarios que merecer¨ªan ser protagonistas de su propia serie. En Quinta Temporada vamos a repasar algunos de nuestros favoritos, empezando por uno de los personajes m¨¢s carism¨¢ticos de Downton Abbey, serie de la que la cadena brit¨¢nica ITV acaba de emitir su ¨²ltimo cap¨ªtulo y que se ver¨¢ en Antena 3 "pr¨®ximamente". Esta segunda temporada, que ha situado a los personajes en plena Primera Guerra Mundial, deja a sus seguidores con la tranquilidad de saber que contar¨¢n con un especial de Navidad y tercera temporada de ocho cap¨ªtulos para oto?o de 2012.

Este drama de ¨¦poca ambientado en las primeras d¨¦cadas del siglo XX muestra las vicisitudes de se?ores y criados en una gran mansi¨®n inglesa. Cada personaje tiene entidad propia, conocemos todos (o casi todos) sus secretos. Pero hay uno que destaca por encima de los dem¨¢s. En el mismo momento en que aparece en pantalla, estamos ansiosos por que abra la boca para conocer su opini¨®n en forma de breve pero contundente frase lapidaria. Hablamos, por supuesto, de Violet, la condesa viuda de Grantham. O, lo que es lo mismo, Maggie Smith.

La condesa viuda de Grantham, mujer de apariencia fr¨ªa, controladora y distante, es la matriarca de la familia. Su hijo es ahora el responsable de llevar las riendas de Downton Abbey, pero ella est¨¢ siempre atenta a cada decisi¨®n que pueda afectar al destino de Downton.

"?Qu¨¦ es un fin de semana?"

Su estilo de vida choca con el del resto de mortales que viven fuera de las comodidades con que contaba una gran familia a principios del siglo XX. Por eso, cuando el heredero de Downton, el primo Matthew, es invitado a una cena familiar, Violet no oculta su estupefacci¨®n al escuchar por primera vez a alguien referirse al "fin de semana".

(Los v¨ªdeos que enlazamos pertenecen a la primera temporada y est¨¢n en versi¨®n original; de otra forma no se podr¨ªa entender la grandeza de este personaje).

En la primera temporada de la serie, llega a la gran mansi¨®n la electricidad y el tel¨¦fono, inventos sin los que hoy en d¨ªa se nos hace impensable la vida pero que a una mujer como lady Grantham pillaban ya mayor. Incluso una silla giratoria es demasiado para esta dama. Eso s¨ª, nunca pierde la compostura, esa flema brit¨¢nica ni ese fin¨ªsimo sentido del humor que la caracterizan.

Lady Grantham: "?Santo cielo! ?D¨®nde estoy sentada?"

Matthew: "En una silla giratoria."

Lady Grantham: "?Otra de sus geniales ideas?"

Matthew: "No, la invent¨® Thomas Jefferson."

Lady Grantham: "?Por qu¨¦ todo hoy en d¨ªa supone una lucha con un americano?"

"A ning¨²n ingl¨¦s se le ocurrir¨ªa morir en la casa de otro"

En varias ocasiones, Violet ha dirigido sus ¨¢cidos comentarios contra personajes de otras nacionalidades. Los ingleses figuran para ella muy por encima que el resto de los mortales en la escala moral. Su objetivo preferido son los estadounidenses, contra los que no duda en dirigir sus dardos envenenados incluso en presencia de su nuera estadounidense:

Cora: "Las cosas son distintas en Am¨¦rica."

Lady Grantham: "Lo s¨¦. All¨ª viven en tiendas."

El futuro de Downton es uno de los problemas principales (o el ¨²nico, m¨¢s bien) que tiene la familia Grantham. La condesa est¨¢ siempre alerta a las decisiones que se toman en la casa. En ocasiones se siente relegada de esa toma de dicisiones, pero siempre encuentra la forma de dejar clara su posici¨®n respecto a cualquier asunto. Tanto en la primera como en la segunda temporada, la vemos mover los hilos para favorecer a los habitantes de Downton. Especial inter¨¦s mostrar¨¢ en el futuro de su nieta mayor, lady Mary.

Cora: "Entonces, ?somos amigas?"

Lady Grantham: "Somos aliadas, querida. Lo cual puede ser mucho m¨¢s efectivo."

"De un modo o de otro, todo el mundo camina hacia el altar con la mitad de su historia escondida."

La condesa viuda de Grantham no ser¨ªa la misma si no tuviera el cuerpo, la voz y la caracterizaci¨®n que le regala la gran Maggie Smith. Con dos Oscar y cinco premios BAFTA en su haber, entre los m¨²ltiples reconocimientos que ha merecido a lo largo de su carrera, la actriz ha encontrado en lady Grantham un fil¨®n para derrochar toda su expresividad y dotar al personaje de una personalidad ¨²nica. Un regalo que ha sabido aprovechar y con el que disfrutamos los afortunados espectadores.

"No seas derrotista, querida, es muy de clase media".

As¨ª es Violet, condesa viuda de Grantham. Un personaje que no dialoga: sentencia. Y que nos deja perlas inolvidables. Ante una declaraci¨®n de principios semejante, my lady, no tenemos nada m¨¢s que a?adir:

"Soy una mujer, Mary. Puedo ser tan contradictoria como me plazca".