Jorge VI 'se sienta' en el trono de Hollywood

La lecci¨®n de toda esta historia, seg¨²n confes¨® el director de El discurso del rey, es "hazle caso a tu madre". La otra lecci¨®n, aunque no la expres¨® nadie sobre el escenario del teatro Kodak de los ?ngeles, es que basta con querer hacer la gala m¨¢s joven de la historia de los Oscar para que salga la m¨¢s rancia y ?o?a que se recuerda. Ni el magnetismo de James Franco, ni la luminosa simpat¨ªa de Anne Hathaway fueron suficientes para levantar un guion soso y aburrido. Tampoco ayud¨® que en todos los premios de la noche no hubiera una sola sorpresa, ni una emoci¨®n fuera de lo previsto.

El discurso del rey fue la ganadora de la 83? edici¨®n de los Oscar. Tom Hooper, el director del filme, le dedic¨® el Oscar a su madre, quien en 2007, despu¨¦s de asistir a la lectura de una obra de teatro, le llam¨® para decirle: "Hijo, acabo de encontrar tu pr¨®xima pel¨ªcula". La lectura era de una obra que narraba la historia de c¨®mo Jorge VI de Inglaterra tuvo que enfrentarse a una tara f¨ªsica, su tartamudez, para poder ser rey de una nueva era: la de la radio. El discurso del rey (una pel¨ªcula amable sobre una vetusta monarqu¨ªa europea) lograba ayer el Oscar a la mejor pel¨ªcula, al mejor director, al mejor guion original y al mejor actor protagonista, Colin Firth, sin duda un hombre de aire majestuoso y exquisitos modales. No hubo mujer a quien el int¨¦rprete brit¨¢nico no cediera el paso con ese cuerpo envarado y esa contenci¨®n de la que tambi¨¦n quiso hacer gala sobre el escenario al recoger su premio. Soso, para qu¨¦ negarlo, aunque Firth sea de esos hombres que hace de los defectos virtud. Seg¨²n explic¨® m¨¢s tarde lo que ahora le apetece es cocinar: "me relaja". Tampoco estuvo muy sembrada una embarazada Natalie Portman que, llorosa y con las manos en su tripa, dijo que ahora le espera el papel m¨¢s importante de su vida. "Ahora solo quiero quitarme esta ropa, tumbarme en la cama y descansar", a?adi¨® la actriz que no, no llamar¨¢ a su hijo Oscar. "?Por Dios!"

El reparto de la tarta de premios de la noche empez¨® precisamente en manos dos actores disfrazados de camareros de banquete. Javier Bardem y Josh Brolin entregaron el Oscar al mejor guion adaptado y original. El primero fue para La red social (Aaron Sorkin); y el segundo, para El discurso del rey (David Seidler). "?El discurso del escritor!", exclam¨® Seidler. "Esto si que es aterrador". El autor y guionista de la pel¨ªcula de la noche, un tipo de aire s¨®lido y voz imponente, dedic¨® su Oscar a todos los tartamudos del mundo. "Esta es la historia de un ex tartamudo a otro", dijo. "Yo lo sigo siendo, siempre lo ser¨¦, aunque ninguno de ustedes hoy pueda notarlo". Despu¨¦s de la gala, Seidler confes¨® que aunque no era un mon¨¢rquico empez¨® esta historia hace m¨¢s de 30 a?os con la ayuda de la Reina madre. Fue ella quien le pidi¨® que esperara a su muerte para contarla "Nunca pens¨¦ que vivir¨ªa tanto", dijo el escritor. Sobre la hija de Jorge VI, la actual monarca a?adi¨®: "Sabemos que la reina de Inglaterra ha visto la pel¨ªcula y se ha sentido muy emocionada al ver el retrato que hemos hecho de su padre. Nosotros nos alegramos enormemente por ello". Al otro guionista premiado de la noche, Aaron Sorkin (La red social), tambi¨¦n le preguntaron por el personaje en el que se basa su historia, Mark Zuckerberg, y el rechazo que ha mostrado por el filme sobre sus a?os universitarios. "A ninguno de nosotros le gustar¨ªa que hicieran una pel¨ªcula de como ¨¦ramos con 19 a?os, y lo entiendo, pero esa y no otra era nuestra pel¨ªcula". Los dos guionistas confesaron tambi¨¦n entre bambalinas que viven un bromance (suma de brother -hermano- y romance: una casta pero intensa amistad entre varones heterosexuales) desde que empez¨® una temporada de premios que ha enfrentado una y otra vez El discurso del rey y La red social. "Es incre¨ªble, pero nos hemos hecho muy amigos".

Aunque para viejos amigos, Randy Newman. El m¨²sico cant¨® por en¨¦sima vez en el show (ha sido 20 veces candidato), gan¨® el segundo Oscar de su carrera por Toy story 3 y fue de lejos el m¨¢s divertido en el turno de agradecimientos. La pel¨ªcula de Pixar fue, adem¨¢s, la mejor de animaci¨®n del a?o. Su director, Lee Unkrich, explic¨® como el filme es un homenaje a su abuela, la mujer, dijo, que siempre crey¨® en ¨¦l. "Ella muri¨® cuando yo estaba trabajando como montador de Toy story y el d¨ªa que me desped¨ª de ella no lo olvidar¨¦ nunca. Cont¨¦ a los guionistas de la pel¨ªcula aquel ¨²ltimo encuentro porque quer¨ªa que el final de Toy story 3 fuera un homenaje a ella".

La gala pretendi¨® ser emotiva con sus continuos flash backs al pasado de Hollywood. Efectos virtuales o de pantalla que no lograron demasiado calor en un patio de butacas que solo se puso en pie con la aparici¨®n de Billy Cristal, que desde 2004 no volv¨ªa al escenario de los Oscar. Las bajas temperaturas que desde hace unos d¨ªas azotan California contagiaron la zona caliente de la jornada, la alfombra roja. El paso de candidatos, invitados, publicistas, figurantes y guardaespaldas result¨® largo y pesado. Hac¨ªa fr¨ªo, mucho fr¨ªo, y quiz¨¢ eso desluci¨® la siempre espectacular entrada a la ceremonia. Algunos literalmente tiritaban (la ni?a de Valor de ley, Hailee Steinfeld); otros se frotaban los brazos para entrar en calor (Marisa Tomei y Darren Aronofsky) para entrar en calor o la espalda, como hizo la siempre sonriente Anne Hathaway al dise?ador italiano Valentino. Ni siquiera el impulsivo beso en la boca de Russell Brand a una reportera anim¨® el patio. El m¨¢s popular fue Justin Timberlake (se escucharon aullidos desesperados a su paso); los m¨¢s cari?osos, Annette Bening y Warren Beatty (siempre de la mano); la m¨¢s veloz, Pen¨¦lope Cruz (pas¨® por la alfombra roja como un suspiro); el m¨¢s caballeroso, Colin Firth y el m¨¢s ensimismado, Jesse Eisenberg, el cabizbajo y t¨ªmido protagonista de La red social.

Christian Bale (ganador al mejor actor de reparto por The Fighter) tambi¨¦n super¨® su aversi¨®n a las multitudes. Con su acento del norte de Inglaterra y su frondosa barba record¨® a Jimi Hendrix cuando le preguntaron por su extrema entrega al trabajo. "Le sangraban los dedos al tocar la guitarra. Yo, como ¨¦l, har¨ªa lo que sea por llegar al fondo de lo que hago. Aunque quiz¨¢ ya soy mayor para ir demasiado lejos. Ya no soy invencible como hace unos a?os. Ahora tengo un hijo, y m¨¢s miedos". Bale a?adi¨®: "Lo que hacemos los actores es mucho m¨¢s grande que nosotros mismos. Todo lo que ha rodeado a esta pel¨ªcula es maravilloso. Pero que nadie lo olvide: los premios son algo abstracto, es mejor no hacerles demasiado caso".