?ltimo paso a dos del a?o dual Espa?a-Rusia
Una gala con las figuras del Bolsh¨®i, Mariinski y Mijailovski pone fin a 350 actividades culturales
Uliana Lopatkina (Kerch, Crimea, Ucrania, 1973), ¨²ltima diva del ballet acad¨¦mico, desvelaba esta semana en este diario su clave del misterio del ballet: "Parece dif¨ªcil de entender, pero llega a las personas profundamente, porque siempre hay espectadores a los que, no se sabe por qu¨¦, les gusta lo que ven y vuelven a ver bailar. Es como los oyentes fieles a la m¨²sica cl¨¢sica, que siempre vuelven a Bach o Mozart". Anoche se celebr¨® en el Teatro Real la gala de clausura del a?o dual Espa?a-Rusia, creado para fomentar relaciones e intercambios culturales, as¨ª como la colaboraci¨®n pol¨ªtica entre ambos pa¨ªses. Y se eligi¨® como protagonista a ese mismo misterio. Para celebrarlo, los mejores de sus oficiantes: los solistas de los teatros Bolsh¨®i, Mariinski y Mijailovski, dirigido por Nacho Duato, el exdirector de la Compa?¨ªa Nacional de Danza.
Uliana Lopatkina, la m¨¢s esperada, fall¨® a ¨²ltima hora a causa de una enfermedad
La Gala de las estrellas del ballet ruso pone el final espa?ol a un programa de m¨¢s de 350 actividades celebradas entre Espa?a y Rusia durante 2011. De esa colaboraci¨®n han surgido citas culturales imprescindibles como la exposici¨®n de Obras maestras del Museo del Prado en el Museo Hermitage de San Petersburgo (febrero) y su espejo: la muestra Tesoros del Hermitage en el Prado (noviembre).
En septiembre, la obra de Salvador Dal¨ª se instal¨® en el museo Pushkin de Mosc¨² y el viernes el Bolsh¨®i acoger¨¢ la ¨²ltima actuaci¨®n de la gira del Ballet Nacional de Espa?a con las obras Dualia y La leyenda en lo que ser¨¢ la clausura rusa del a?o dual y a la que acudir¨¢ la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde.
Qued¨® demostrado que la escuela eslava ha sabido modernizarse
Pero, ay, el misterio de Uliana Lopatkina qued¨® sin desvelar ayer en el Real. Los 1,75 metros de estatura de Lopatkina y su cabellera rojo fuego no pudieron subirse anoche al escenario del coliseo madrile?o. La primera bailarina del legendario Mariinski de San Petersburgo tuvo que descolgarse del elenco a ¨²ltima hora por enfermedad.
Seg¨²n el programa original de la gala, interpretar¨ªa El baile ruso, con m¨²sica de Chaikovski y coreograf¨ªa de Aleksandr Gorski, y El cisne de Saint-Sa?ns con coreograf¨ªa de Fokin, papel por cuya interpretaci¨®n la comparan con los grandes mitos de la danza. La solista Anastasia Kolegova, compa?era de Lopatkina en el Mariinski, la sustituy¨® anoche en la gala del Teatro Real con solvencia en estos dos dificil¨ªsimos pasajes en los que el relev¨¦ y las puntas son algo as¨ª como un estado mental.
El final result¨® un tanto predecible, pero ejecutado con gran perfecci¨®n
Los Reyes de Espa?a presidieron la velada, a la que tambi¨¦n acudieron Trinidad Jim¨¦nez, ministra de Asuntos Exteriores en funciones; Alexander Zhukov, viceprimer ministro de la Federaci¨®n de Rusia; Alexander Kuznetsov, embajador ruso en Madrid; Luis Felipe Fern¨¢ndez de la Pe?a, embajador espa?ol en Mosc¨²; Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde de Madrid; as¨ª como Gregorio Mara?¨®n, presidente de la Fundaci¨®n del Teatro Real, y Miguel Mu?iz, director del teatro, entre otros.
Anoche qued¨® demostrado que la t¨¦cnica y la pasi¨®n que la escuela rusa le imprimi¨® al ballet cl¨¢sico desde el siglo XVIII han sabido modernizarse y sortear todas las pruebas que la historia ha puesto en su camino. Nombres como Svetlana Zakharova, Yevgeny Ivanchenko, Filipp Stepin, Natalia Osipova, Ivan Vasiliev, Elena Yevseeva, Yuri Smekalov, Anastasia Matvienko y Denis Matvienko, entre otros, probaron ampliamente que el alma eslava es una de las m¨¢s dotadas para la disciplina, el sacrificio y la emoci¨®n pura imprescindibles para convertir en sublime un arte basado, fundamentalmente, en el sufrimiento del cuerpo.
Las escenograf¨ªas invitaban a recordar Los sue?os, de Kurosawa
El programa comenz¨® con el paso a dos cl¨¢sico con m¨²sica de Chaikovski y coreograf¨ªa de Balanchine interpretado por Viktoria Tereshkina y Semyon Chudin. Fueron especialmente emocionantes el paso a dos de El Corsario de Petipa, interpretado por Anastasia y Denis Matvienko, un bailar¨ªn con un giro y una flexibilidad prodigiosas que levantaron la primera ovaci¨®n un¨¢nime de un p¨²blico tal vez demasiado predispuesto al aplauso compulsivo. Aguas de primavera, con m¨²sica de Rachmaninov y coreograf¨ªa de Messerer, fue puesta en pie por Elena Yevseeva y Yuri Smekalov. Serenata con coreograf¨ªa del italiano Mauro Bigonzetti e interpretada por Natalia Osipova e Ivan Vasiliev result¨® ser el claro ejemplo de que los grandes teatros de la tradici¨®n cl¨¢sica pueden adentrarse en los agitados oc¨¦anos de la danza contempor¨¢nea con fuerza y determinaci¨®n. Aunque Relevations con la m¨²sica de John Williams compuesta originalmente para la pel¨ªcula La lista de Schindler result¨® una apuesta un tanto comercial y tra¨ªda por los pelos para una gala de estas caracter¨ªsticas. Osipova y Vasiliev, acompa?ados por las bailarinas del cuerpo de baile del Bolsh¨®i, se encargaron de un final un tanto predecible: el Grand Pas de Don Quijote, pero ejecutado con un nivel de t¨¦cnica y perfecci¨®n tales que hacen pensar que es en el c¨¢non cl¨¢sico donde se desenvuelven con todo lo que saben y tienen para ofrecer.
Las escenograf¨ªas de Vyacheslav Okunev y Alexander Klevetenko resultaron eficaces con la simplicidad de unos cicloramas enmarcados con dibujos de maderas doradas sobre los que se proyectaban pinturas cl¨¢sicas que hac¨ªan recordar aquella pel¨ªcula de Akira Kurosawa Los sue?os en la que los personajes evolucionaban dentro de cuadros so?ados por el director japon¨¦s.
Todos aquellos que no pudieron asistir a la funci¨®n, tienen la oportunidad de ver a partir de hoy los mejores momentos de esa noche a trav¨¦s de Palco Digital del Teatro Real (www.palcodigital.com).
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