Postales desde el pasado

Desde la ventanilla se pod¨ªan ver los geranios. Francisco Guijarro a¨²n recordaba aquel detalle de la ¨²ltima vez que hab¨ªa pasado por la estaci¨®n madrile?a de Torrelodones, en un tren camino de El Escorial. As¨ª que al acercarse a esa parada, muchos a?os despu¨¦s, avis¨® a su compa?era de viaje, Sonia Bernaldo, del bonito paisaje que les esperaba. Sin embargo, el nuevo Torrelodones les ense?¨® otra cara: ya no hab¨ªa flores, sino un ¡°edificio moderno y horrendo¡±, cuenta Guijarro.

La mente decepcionada de Bernaldo empez¨® entonces a pensar en la f¨®rmula para rebobinar el mundo. A fuerza de darle vueltas al asunto, su trabajo (dise?adora de p¨¢ginas web, al igual que Guijarro) le ofreci¨® la soluci¨®n: un mapa digital donde todos pudieran colocar y compartir sus fotos antiguas. Hizo falta un a?o de trabajo, y seis meses de desarrollo concreto, hasta que Bernaldo, Guijarro y su colega Jorge de Aguinaga parieran Cronicae.com.

A lo largo de tres semanas (la web debut¨® el 22 de diciembre) esa suerte de ¨¢lbum de familia mundial ya ha acogido a m¨¢s de 1.000 parientes. Cualquiera puede acceder, registrarse y catapultar sus fotos amarillentas de anta?o desde un caj¨®n olvidado hasta la Red. Eso s¨ª, antes hay que digitalizarlas. De hecho, entre centenares de postales, el usuario Borja Meneses ha publicado precisamente una imagen de la estaci¨®n de Torrelodones del 1 de enero de 1985.

Camino de la ambici¨®n (¡°?Haz historia!¡±, reza el lema de la p¨¢gina web), Cronicae ha volado de d¨¦cada en d¨¦cada y hecho escala en medio planeta. De la calle principal de Kuta (Indonesia) en 1993 hasta el Jard¨ªn del parque God en Colorado (EE UU) en 1950, pasando por la plaza Navona de Roma en enero de 1960, sus banderitas coloridas cuelgan de todos los continentes.

'Cronicae' naci¨® hace tres semanas y cuenta con m¨¢s de 1.000 usuarios, sobre todo espa?oles

Pese a ello el mapa desvela todav¨ªa muchos vac¨ªos. Guijarro y Bernaldo se justifican con el hecho que acaban de empezar y que, a¨²n as¨ª, tienen usuarios ¡°hasta en la Ant¨¢rtida¡±, aunque la mayor¨ªa proceden por ahora de Espa?a y Latinoam¨¦rica. Presumen adem¨¢s de que Cronicae se puede traducir a 53 idiomas, gracias a que aprovecha el? servicio de Google.

La comprensi¨®n inmediata es imprescindible para que el proyecto ¡°nos una y nos desarme¡±, una de las razones que llev¨® a los tres creadores hasta la meta. ¡°Las fotos del pasado nos recuerdan de d¨®nde venimos, nos transmiten humanidad¡±, asegura Guijarro. Aunque el objetivo final sube el list¨®n bastante m¨¢s. ¡°Queremos que el mundo se retrate audiovisualmente¡±, apunta Bernaldo.

No quieren, en cambio, ganar dinero. Guijarro y Bernaldo repiten hasta tres veces que ya sacan de su trabajo el provecho suficiente como para volcarse sin af¨¢n de lucro en la caza a las cromos del pasado. Adem¨¢s, prometen que pronto Cronicae permitir¨¢ compartir documentos v¨ªdeos y audios. O, lo que es lo mismo, ver y escuchar la historia. Para olerla, habr¨¢ que esperar a que la tecnolog¨ªa lo permita. Una l¨¢stima: seguro que aquellos geranios de Torrelodones perfumaban divinamente.