Robin Thicke: 'Love after war'
'Soul'
Despu¨¦s de la publicaci¨®n de su cuarto ¨¢lbum, Sex threapy: The session, donde sorprendi¨® a todos con un pronunciado giro hacia posiciones m¨¢s urbanas, mezcla resolutiva de R&B impetuoso y rap para todos los p¨²blicos, el cantante y productor Robin Thicke se convirti¨®, oficialmente, en una opci¨®n m¨¢s que fiable para plantarle cara a Justin Timberlake en la lucha por reinar en el R&B blanco del momento. Pero los resultados comerciales y el impacto de ese salto expresivo no fueron los esperados ni deseados, de ah¨ª que en Love after war el vocalista norteamericano se plantee un dr¨¢stico cambio de rumbo que desmienta con rotundidad y claridad las comparativas con Timberlake y le permitan rastrear otro nicho de mercado. Y quiere hacerlo r¨¢pido, sin marear la perdiz: An angel on each arm y I¡¯m an animal, las dos canciones de apertura, buscan inspiraci¨®n en el funk-soul de los setenta, dos trallazos retro, vistosos, euf¨®ricos, en los que Thicke se emplea a fondo para dejarle claro a quienes dudaban de ¨¦l que hay vida, fuerza y solidez m¨¢s all¨¢ del falsete.
Por desgracia, esta doble invocaci¨®n del sonido Stax, inspirada y apropiada para potenciar su registro vocal, se queda en una simple an¨¦cdota dentro de un viaje musical que no tarda mucho en estropearse. A partir del tema titular Thicke se desinfla, ralentiza el tempo, suaviza las formas y se dedica en exclusiva a exponer su faceta m¨¢s bobalicona, que se traduce en una sucesi¨®n de baladas rutinarias, medios tiempos sensuales, flirteos poco cre¨ªbles con la bossa nova o el pop adulto y vueltas y vueltas sobre el mismo tema. El cantante domina bien el registro de neocrooner soul conquistador y seductor, y en canciones como Tears on my tuxedo o What would I be, que podr¨ªa firmar sin problemas John Legend, esa faceta queda magn¨ªficamente representada, pero la sensaci¨®n es que abusa y explota hasta el agotamiento este registro porque es lo que se supone que est¨¢ esperando su p¨²blico. Y en ese cometido, en el de dar un volantazo hacia un tono y una est¨¦tica m¨¢s madura y cercana, Love after war no acaba de funcionar a pleno rendimiento, sobre todo despu¨¦s de comprobar en el arranque del ¨¢lbum que el californiano tiene voz y argumentos como para aspirar a ser algo m¨¢s que un cantante mojabragas.
Puntuaci¨®n: 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.
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