Con el paso de los a?os la banda Korn ha ido dando la raz¨®n a aquellos esc¨¦pticos que ve¨ªan gato encerrado en la propuesta de Johnathan Davis. En plena orfandad postgrunge, su ¨¢lbum de debut, el hom¨®nimo Korn (1994), producido por el pope Ross Robinson, logr¨® sumar a los sonidos metaleros a una legi¨®n de fans aficionados a los ritmos sincopados del hip-hop: bandas como Helmet, Faith No More o Pantera, cada una en su estilo, ampliaron las posibilidades r¨ªtmicas del metal, huyendo de las hasta entonces obligadas simetr¨ªa y velocidad en los compases. Korn irrumpi¨® en aquel momento dando vida a lo que se denomin¨® nu metal, una excrecencia de la llamada The New Wave of American Heavy Metal. All¨ª desembarcaron con carta de naturaleza los berridos junto a los samples, el scratch junto a la distorsi¨®n. Parec¨ªa una opci¨®n est¨¦tica sincera, pero los puristas del metal renegaron.
- G¨¦nero: Heavy metal
- T¨ªtulo: The path of totality
- Sello: Roadrunner
- A?o: 2011
- Puntuaci¨®n: 0
Los aficionados m¨¢s abiertos de miras se dejaron seducir (me incluyo), y tambi¨¦n lo hicieron con el segundo ¨¢lbum de la banda Life is peachy (1996). El idilio de la banda con una conocida marca de ropa deportiva (que los convirti¨® en abanderados del chandalismo) empez¨® a dejar claro ante qu¨¦ tipo de artistas nos encontr¨¢bamos. Banda superventas donde las haya, con Follow the leader (1998) Korn alcanz¨® al fin gloria planetaria en un ecosistema rendido hacia esos raperos metaleros tipo Fred Durst o el propio Davis, que ya parec¨ªan una parodia de s¨ª mismos hace una d¨¦cada. Siguieron estirando el chicle con media docena de ¨¢lbumes y recopilatorios hasta nuestros d¨ªas cuando Korn nos regala The path of totality. Se trata de un disco (te¨®ricamente) de dubstep, ese cerebral estilo de electr¨®nica nacido en Reino Unido. S¨ª, electr¨®nica, pero a priori no deber¨ªa ser un cambio tan radical, puesto que las rupturas r¨ªtmicas y el protagonismo del color sobre la pincelada eran ya una se?a de la banda. Para engolfarse en el beat Korn ha echado mano de Skrillex (ni?o bonito del dubstep y del electro house estadounidense) y de un pu?ado de nombres como Noisia, Excision, Downlink¡ ninguno con (buena) reputaci¨®n continental. Con independencia de su ¨¦xito comercial y de las alabanzas que ha cosechado el ¨¢lbum en otros medios, The path of totality es un mal disco de dubstep y peor disco de metal. Electr¨®nica y dureza no son conceptos para nada re?idos: desde NIN, pasando por Filter, The Prodigy, Ministry, etc¨¦tera, larga es la n¨®mina de ¨¢lbumes que tocan con solvencia ambos extremos. Ah¨ª est¨¢ Audio, v¨ªdeo, disco, lo ¨²ltimo de Justice, una valiente y lograda revisi¨®n desde la m¨²sica disco de las claves del heavy metal. Korn no logra nada de eso: solo exacerbar sus carencias y subrayar sus tics m¨¢s detestables.?
Valoraci¨®n: 0 ABERRANTE, el mundo ser¨ªa mejor sin ¨¦l; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.