El d¨ªa en que la Historia atropell¨® a Jean-Jacques Annaud
El director franc¨¦s, maestro del g¨¦nero hist¨®rico, estuvo rodando en T¨²nez durante la revoluci¨®n de los jazmines, que supuso el inicio de la primavera ¨¢rabe
Jean-Jacques Annaud ha paseado por lo m¨¢s profundo del medievo (El nombre de la rosa), las cuevas m¨¢s inh¨®spitas de la Prehistoria (En busca del fuego), la cara rom¨¢ntica de la Indochina francesa de los a?os treinta (El amante). El cineasta franc¨¦s se ha perdido por las aristas del Himalaya en los tiempos en que China se anexion¨® T¨ªbet (Siete a?os en el T¨ªbet), por las ruinas de una Stalingrado sitiada en la II Guerra Mundial (Enemigo a las puertas) o entre los matojos en una isla de la Grecia ancestral (Su majestad Minor). A sus 68 a?os, Annaud estaba acostumbrado a rodar pel¨ªculas hist¨®ricas, a ser ¨¦l quien domara y moldeara la Historia a su antojo, hasta que un d¨ªa lleg¨® la Historia y le atropell¨®.
El 17 de enero de 2011, el director estaba filmando en T¨²nez. Un par de semanas antes hab¨ªa fallecido Mohammed Bouazizi, el joven que al quemarse a lo bonzo dio el pistoletazo de salida de la primavera ¨¢rabe. Pero hasta ese lunes de enero, la producci¨®n de Oro negro hab¨ªa avanzado sin ser afectada por las protestas y las manifestaciones. Ese d¨ªa Ben Ali, el presidente de T¨²nez, huy¨® del pa¨ªs. Annaud sonr¨ªe. Su pelo cano lleva d¨¦cadas impoluto, y sus maneras educadas y francas hacen que su interlocutor se acomode tranquilo preparado para una buena historia. ¡°En los ¨²ltimos veinte a?os he estado muy interesado en el mundo ¨¢rabe, y he viajado por ¨¦l junto a mi familia. Y me he dado cuenta de que es una curiosa mezcla de religi¨®n, amor, grandiosos paisajes, gente y... esos eternos perfumes de la pen¨ªnsula ar¨¢biga. La presi¨®n del sistema estaba ah¨ª, aumentando sobre su gente. En este tiempo me peguntaba por qu¨¦ no hay pel¨ªculas sobre este mundo m¨¢s all¨¢ de gente con cinturones explosivos o de soldados estadounidenses en Irak o Afganist¨¢n, sent¨ª que hab¨ªa cierta injusticia. No me gusta ir adonde va la gente: tienes que buscarme en lugares alejados de los turistas. Cuando me lleg¨® la propuesta del productor Tarak Ben Ammar de adaptar la novela Oro negro, entend¨ª que ah¨ª estaba la respuesta a mis intereses¡±.
El mundo ¨¢rabe es una curiosa mezcla de religi¨®n, amor, grandiosos paisajes, gente y... esos eternos perfumes de la pen¨ªnsula ar¨¢biga" Jean-Jacques Annaud
A¨²n estamos en el pr¨®logo de la historia, Annaud necesita su tiempo y sus palabras para construir los cimientos de su discurso. Saltamos la selecci¨®n del reparto (el primero en fichar fue Antonio Banderas ¨Cque se present¨® con la frase: ¡°mira c¨®mo parezco ¨¢rabe¡±), la preproducci¨®n y vamos al 17 de enero. ¡°Hab¨ªamos estado rodando los d¨ªas anteriores viendo c¨®mo las protestas crec¨ªan y crec¨ªan, c¨®mo la revoluci¨®n de los jazmines se expand¨ªa por las calles. Y ese lunes Ben Ali, que hab¨ªa presidido T¨²nez en los ¨²ltimos 23 a?os, se fue del pa¨ªs. Nosotros no est¨¢bamos en la capital, sino en los estudios Empire, en Hammamet. Empez¨® el runr¨²n en el plat¨® y pronto todos los t¨¦cnicos cogieron los m¨®viles y llamaron a sus casas, sencillamente para preguntar a sus madres o esposas si estaban bien. Pero seguimos trabajando, no hubo ni caos ni ning¨²n problema¡±. Ese d¨ªa, porque al siguiente se evacu¨® al equipo extranjero por seguridad. Annaud se qued¨® all¨ª. ¡°C¨®mo iba a irme. Me picaba la curiosidad. Sin embargo, a los cuatro d¨ªas todos los actores regresaron y seguimos trabajando¡±.
Iron¨ªa del destino, Oro negro es un drama hist¨®rico que se desarrolla durante los a?os de los primeros descubrimientos de petr¨®leo en Arabia, a inicios del siglo XX. Dos grandes tribus, lideradas por un emir (Antonio Banderas), que cree en exprimir ese oro negro, y un sult¨¢n (Mark Strong), que se niega a venderse a los extranjeros y apuesta por las tradiciones, se enfrentan por los terrenos y por sus familias: sus hijos (Freida Pinto y Tahar Rahim, el protagonista de El profeta) est¨¢n enamorados. Es el nacimiento de las naciones ¨¢rabes, el advenimiento del crudo como nuevo arma de poder, el final de los viejos rituales tribales. ¡°Es cierto que no he hecho pel¨ªculas sobre el aqu¨ª y el ahora. Porque no me interesa sentar doctrina, porque creo en que puedo ense?ar m¨¢s si desplazo mis historias al pasado. ?Te interesa una historia sobre los fanatismos, sobre el poder de la lectura? Probablemente no, pero de eso iba El nombre de la rosa, y la gente la vio. ?C¨®mo puedo lograr que el p¨²blico descubra que est¨¢ pasando hoy en el mundo musulm¨¢n, que entienda las revueltas y los lamentos de sus habitantes? Con Oro negro (que se estrena ma?ana viernes 20 en Espa?a), describiendo sus or¨ªgenes, porque aunque esta historia es ficci¨®n, cuenta c¨®mo el siglo XX acab¨® con siglos de sus viejas tradiciones y surgi¨® su mundo actual. Y sin tener que meter un mensaje o hacer cine social¡±. Y Annaud sigue declamando sus viajes y sus aprendizajes, como los viejos narradores que saben c¨®mo hipnotizar al p¨²blico con sus palabras, su tono y su sonrisa.
Babelia
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