Las eternas contradicciones de familia
El filme se arma a partir de una de esas tesituras que obligan al protagonista y, por ende, al espectador, a plantearse un conflicto moral
Los v¨ªnculos de afinidad y consanguinidad definen a la familia, pero hay ocasiones en las que, a fuerza de estiramientos, los lazos que la unen son tan ligeros que lo natural se vuelve artificial. Y sin embargo, aun en esos momentos, nos aferramos a la estirpe. ?Por necesidad, por educaci¨®n, por cultura, por religi¨®n, o simplemente porque hay algo interior, gen¨¦tico, que lo demanda? Los descendientes, nuevo trabajo del siempre interesante Alexander Payne, autor de Election, A prop¨®sito de Schmidt y Entre copas, se arma a partir de una de esas tesituras que obligan al protagonista y, por ende, tambi¨¦n al espectador, a un conflicto moral, uno de esos c¨²mulos de circunstancias que hubiesen hecho las delicias del Krzysztof Kieslowski del Dec¨¢logo: en apenas unos d¨ªas un hombre se ve sepultado por una doble losa; su mujer entra en coma tras un accidente y se entera de que esta le estaba siendo infiel. ?Y ahora qu¨¦?
LOS DESCENDIENTES
Direcci¨®n: Alexander Payne.
Int¨¦rpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2011.
Duraci¨®n: 115 minutos.
Semejante punto de partida puede dar lugar a variados tipos de relato, incluido uno rayano en el culebr¨®n. Pero Payne opta, adem¨¢s de por el conflicto moral, por una valiente doble v¨ªa: primero, hurgar en los or¨ªgenes de la instituci¨®n familiar casi como algo at¨¢vico; y segundo, otorgarle un tono de comedia, entre lo negro y lo dram¨¢tico, que encienda el inter¨¦s de las situaciones no s¨®lo por el dolor intr¨ªnseco sino tambi¨¦n por el componente rid¨ªculo extr¨ªnseco que contienen, lo que convierte a la pel¨ªcula en algo tan fresco como trascendente.
Como suele ocurrir en Payne, en su puesta en escena se mezcla la naturalidad casi de documental con alguna imagen de impacto (la hija bajo el agua de la piscina) y, en el debe, detalles un tanto pedestres (?esa ¨²nica cortinilla!). Pero su escritura siempre es afilada, tanto por su humor como por su amor. Los personajes se hacen venerables m¨¢s por sus defectos que por sus virtudes, quiz¨¢ porque sus deficiencias son tambi¨¦n las nuestras. Lejos del manique¨ªsmo de buenos y malos, es la imperfecci¨®n de todos y cada una de las criaturas de la pel¨ªcula la que hace de ellas seres humanos. Y, al igual que en la iran¨ª Nader y Simin, una separaci¨®n, otra de las grandes de la temporada, lo mejor de Los descendientes es que todos encuentran sus razones. Aunque sea para cagarla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.