NBA y 'hip-hop', una relaci¨®n dif¨ªcil
La estrella del 'rap' Snoop Dogg la emprend¨ªa hace poco con Pau Gasol. Es la ¨²ltima de las an¨¦cdotas de una relaci¨®n pasional, la de la liga profesional de baloncesto estadounidense y el 'hip-hop'. Un repaso a 30 a?os de amancebamiento: de Beastie Boys a Jay Z
No solo la prensa deportiva recogi¨® la ofensa. Algunos portales de pop enfocaban estas navidades hacia el rapero Snoop Dogg por sus insultos a Pau Gasol. No era la primera vez; ya hab¨ªa advertido que en el vestuario de Lakers hab¨ªa problemas de chicas. Ahora no fue tan ir¨®nico. ¡°Es jodidamente blando; un beb¨¦ destetado¡±, declaraba el autor de Doggystyle desde Twitter. En esa red social la artiller¨ªa golpea con m¨¢s alcance que la escondida en las rimas.
En 1984, Kurtis Blow compon¨ªa una canci¨®n sobre este deporte. Con ¡°Basketball¡± comenzaba el idilio entre la NBA y el hip-hop con la misma inocencia del primer amor. La relaci¨®n se afianz¨® en los noventa, cuando Michael Jordan traslad¨® las posibilidades humanas casi a poderes de superh¨¦roes. Los raperos eleg¨ªan jugadores para mostrar jerarqu¨ªa. Jordan era el talento, el s¨ª porque lo valgo, el modelo de Jay-Z (¡°soy el Jordan del micr¨®fono¡±). Shaquille O¡¯Neal representaba la fuerza bruta, el s¨ª porque s¨ª. Notorious B.I.G. le tuvo presente en sus rimas, pero la cultura del avasallamiento no le sirvi¨® para evitar una muerte a balazos por un presunto ajuste de cuentas entre bandas. Tupac Shakur, rival de la costa este, hab¨ªa sido acribillado seis meses antes en Las Vegas.
Lejos de las tensiones, la liga americana iba creciendo de la mano de la cultura juvenil. Los Beastie Boys sol¨ªan mofarse con ingenio de los Knicks cuando las victorias no llegaban a la franquicia neoyorquina. Otros se lo tomaban en serio. Common buscaba cierta conciencia de raza y as¨ª plasmaba rimas con jugadores menores: la timidez de Craig Hodges no est¨¢ en el recuerdo de muchos aficionados. Y los hubo que, a falta de un discurso competitivo, hablaban de inteligencia. ¡°Soy como John Stockton / no necesito anotar / hago que este juego sea mejor / solo con estar en pista¡±, rapeaba C. Rayz Walz. Mejor le hubiera ido a Gasol con ¨¦l que con Snoop Dogg.
El 1 de noviembre de 2005 la alianza sufri¨® su primera crisis. La NBA barr¨ªa de la mesa el ¡°s¨¦ t¨² mismo¡± como modelo a seguir e impon¨ªa a sus jugadores un c¨®digo en el vestir. Disparado su crecimiento global, parece que la liga no quiso arriesgar su imagen. La cultura del hip-hop qued¨® se?alada: camisetas sin mangas, pantalones ca¨ªdos, gorras, cadenas y collares eran erradicados de canchas y ruedas de prensa. Fue un h¨¦roe callejero, encumbrado a estrella de la canasta desde su diminuto metro ochenta y tres, quien tom¨® la rebeli¨®n. ?l mismo hab¨ªa liderado aquel nuevo styling que ahora consideraban violento. Allen Iverson lanz¨® la primera piedra. La sospecha de racismo ¨Ctres de cada cuatro jugadores son de raza negra- fue combatida desde casi todas las esferas de la sociedad norteamericana. El mandam¨¢s David Stern utiliz¨® en su defensa el nombre del rapero que cuando habla todos callan. Jay-Z era propietario de New Jersey Nets ¡°y no vest¨ªa de manera descuidada¡±.
Con unos ingresos superiores al mayor salario de la NBA, el marido de Beyonc¨¦ conoc¨ªa la magnitud del negocio. Con gran dominio de la met¨¢fora y buen juego de pies en la escala de grises, Jay-Z se presentaba como gran rival a batir por la agudeza social de otro de los grandes. Con Nas se las tuvo tiesas durante a?os. Firmar¨ªan la paz de una guerra en la que no hubo sangre, aunque Nas se reserv¨® un ¨²ltimo golpe con el definitivo Hip-Hop Is Dead. ¡°Todo suena igual, han vendido el juego / recuerdo cuando no todo era negocio / y ahora nos reunimos aqu¨ª para honrar a los difuntos¡±, recordaba quien una vez vendi¨® su imagen a Sony. Pero nunca las ideas, ser¨ªa su coartada.
La pol¨¦mica se fue olvidando. Despu¨¦s de sacar un single como Jewelz (?las joyas que le prohibieron?), Iverson firmaba con Stern el cese de hostilidades. Se abr¨ªa una nueva etapa en la que el hip-hop, m¨¢s que muerto como afirm¨® Nas, estar¨ªa de parranda. Kanye West a?adi¨® una nueva dimensi¨®n a la competencia entre raperos. ¡°Tengo la clase de Michael Jordan y Ralph Lauren se aburr¨ªa antes de vestirme¡±, fanfarroneaba. La normativa sobre la imagen cre¨® un nuevo paradigma. Ahora estrellas como LeBron James desaf¨ªan antiguas leyes de est¨¦tica y Kevin Durant aparece en p¨²blico con una mochila atada cual colegial. Como antiguos objetivos de la ira del hip-hop. A Jay-Z se le ve donde florecen los d¨®lares, cerrando un trato con el banco Barclays para patrocinar el nuevo estadio de los Nets o ech¨¢ndole el guante a un lema de los indignados de Wall Street para ilustrar camisetas de su marca de ropa. E incluso Snoop Dogg redacta un tweet elogiando a Pau Gasol cuando la cosa funciona.
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