Psicoan¨¢lisis de la fotograf¨ªa
Fot¨®grafos como Cartier-Bresson, Robert Doisneau, Helmut Newton, Nan Goldin o Martin Parr revelan sus secretos profesionales en una edici¨®n de tres DVD con 33 entrevistas y un libro. Un compendio que constituye un autoan¨¢lisis del proceso y las motivaciones de su trabajo
La m¨ªtica serie Contactos, impulsada durante a?os por el Centro Nacional de la Fotograf¨ªa de Francia y la cadena televisiva Arte, aparece ahora en el mercado espa?ol en una excelente edici¨®n ¨ªntegra de tres DVD. Entre 1989 y 2004 se realizaron los 33 episodios que componen la serie completa, cada uno de ellos de 13 minutos de duraci¨®n y dedicado a un fot¨®grafo. La idea original parti¨® de William Klein: cada fot¨®grafo elegido presentar¨ªa y comentar¨ªa personalmente sus hojas de contactos. Se trataba inicialmente de mostrar un material de uso interno desconocido para el p¨²blico: las impresiones en papel de un rollo o de una secuencia de negativos que sirven al fot¨®grafo para revisar su trabajo y seleccionar las im¨¢genes. El atractivo de la propuesta consist¨ªa en que estas hojas de contactos mostrar¨ªan tanto los aciertos como los errores, tanto las fotograf¨ªas seleccionadas para ser mostradas como las desechadas, permitiendo a trav¨¦s de los comentarios del fot¨®grafo vislumbrar su m¨¦todo de trabajo y sobre todo el proceso de selecci¨®n definitiva de las im¨¢genes. Aunque algunos de los episodios siguen fielmente esta idea de partida, muy pronto el marco de an¨¢lisis, o quiz¨¢s ser¨ªa m¨¢s adecuado denominarlo autoan¨¢lisis, desbord¨® la idea original para convertirse en un exacto autorretrato, a trav¨¦s de su obra, de cada uno de los artistas seleccionados.
Se oye la voz en ¡®off¡¯ del fot¨®grafo mientras vemos en pantalla sus obras, construy¨¦ndose un ¨ªntimo y fluido di¨¢logo
La f¨®rmula se mantiene inalterable a lo largo de los 33 episodios: el ¨²nico motor de la narraci¨®n es la voz en off del fot¨®grafo mientras vemos en pantalla sus obras, construy¨¦ndose un ¨ªntimo y fluido di¨¢logo entre lo que vemos y lo que o¨ªmos. La efectividad y versatilidad de tan sencillo m¨¦todo se revela extraordinario teniendo en cuenta la extrema variedad de autores y estilos incluidos en la serie. De hecho el conjunto de los 33 autores pr¨¢cticamente recorre el conjunto de concepciones, pr¨¢cticas y sensibilidades que encontramos en el medio fotogr¨¢fico durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. La simple relaci¨®n de fot¨®grafos ya lo pone de manifiesto: desde Cartier-Bresson a Jeff Wall, pasando por Nan Goldin, Araki, William Klein, Raymond Depardon, Doisneau, Elliot Erwitt, Giacomelli, Helmut Newton, Don McCullin, Sophie Calle, Andreas Gursky, Sugimoto, Lewis Baltz, Thomas Ruff, John Baldessari, Bernd y Hilla Becher, Boltanski, Roni Horn, Thomas Struth o Wolfgang Tillmans.
Cartier-Bresson, por su parte, condensa en unos minutos su conocido pensamiento sobre la fotograf¨ªa
Seguro que se puede echar de menos alg¨²n nombre, pero lo que es incuestionable es que la n¨®mina de fot¨®grafos es indiscutible en calidad y representatividad. En un intento por definir, agrupar y clasificar a los diversos autores, cada uno de los tres DVD que componen la serie tiene un t¨ªtulo que corresponder¨ªa a un momento u orientaci¨®n del medio fotogr¨¢fico: La gran tradici¨®n del foto-reportaje, La renovaci¨®n de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea y La fotograf¨ªa conceptual. Es aqu¨ª donde aparece el ¨²nico defecto que podr¨ªa objetarse a un magn¨ªfico proyecto, la adscripci¨®n err¨®nea o un tanto arbitraria de algunos nombres a una u otra categor¨ªa: por ejemplo, la adscripci¨®n de Helmut Newton al reportaje, o la de Martin Parr a la fotograf¨ªa conceptual. Una cuesti¨®n menor que no enturbia en absoluto la densa perspectiva que ofrece el visionado de los 33 episodios no s¨®lo sobre el trabajo de cada uno de los fot¨®grafos sino tambi¨¦n acerca de los enormes cambios y transformaciones ocurridos en el campo fotogr¨¢fico durante las ¨²ltimas d¨¦cadas: la incorporaci¨®n de la fotograf¨ªa al ¨¢mbito de las artes pl¨¢sticas, el abandono de la hoja de contactos que simboliza con claridad un cambio de m¨¦todo y concepci¨®n, la preocupaci¨®n por el formato de las im¨¢genes, la aparici¨®n de las herramientas digitales, el cuestionamiento y problematizaci¨®n de la objetividad, la hibridaci¨®n del medio con otros soportes, etc¨¦tera.
Los diferentes episodios de la serie van dejando clara constancia de estos cambios: las im¨¢genes de las hojas de contactos que protagonizan los primeros cap¨ªtulos van dando paso a la visi¨®n de las obras en el espacio expositivo o a la presentaci¨®n de borradores, preparativos o esquemas de trabajo previos a la toma. El azar, como elemento fundamental en la construcci¨®n de la imagen al que aluden muchos de los fot¨®grafos del primer DVD dedicado al foto-reportaje, es sustituido por la relaci¨®n o la vinculaci¨®n entre concepto y visi¨®n o idea e imagen.
El trabajo de edici¨®n de los diferentes registros que se desarrolla a partir de las hojas de contacto se contrapone claramente a la previsualizaci¨®n de la imagen en otros autores. El t¨¦rmino artesano que reclaman para definirse a s¨ª mismos algunos fot¨®grafos, como por ejemplo Cartier-Bresson, deja paso al estatuto de artista. El fot¨®grafo William Klein compara la hoja de contactos con el div¨¢n del psicoanalista, y realmente podr¨ªa decirse que la serie viene a ser efectivamente como sentar al fot¨®grafo en el div¨¢n. Las reflexiones de unos y otros son l¨®gicamente muy diferentes, y en cierto modo revelan algo de la personalidad de cada uno. Algunos son emotivos, casi confesionales, otros se sit¨²an muy adecuadamente en una posici¨®n de distanciamiento cr¨ªtico con la propia obra, y otros se acercan tambi¨¦n con coherencia al magisterio y cierto didactismo.
Es destacable, por ejemplo, el ejercicio testimonial que llevan a cabo Raymond Depardon y Mario Giacomelli, en dos de los episodios m¨¢s interesantes de esta serie. El primero, centr¨¢ndose en sus conocidas im¨¢genes del asilo de San Clemente en Venecia, realiza un s¨®lido ejercicio de desmitificaci¨®n y un autorretrato sobre el dolor a partir de la angustia y el desconcierto del fot¨®grafo ante lo que ve. Giacomelli, con una alta dosis de espontaneidad, expone sugerentes ideas sobre el uso de la luz, con sus caracter¨ªsticos blancos quemados y sus siluetas negras, y sobre el tr¨¢nsito en sus im¨¢genes desde la realidad hacia el ensue?o. William Klein convierte la lectura y explicaci¨®n de sus hojas de contacto en una especie de diario. Cartier-Bresson, por su parte, condensa en unos minutos su conocido pensamiento sobre la fotograf¨ªa y revisa especialmente su pr¨¢ctica del retrato. Doisneau, que se define no como ¡°cazador¡± sino como ¡°pescador¡± de im¨¢genes, expone la vertiente m¨¢s ir¨®nica y maliciosa de su trabajo, y explica bien el tr¨¢nsito en su trayectoria desde una cierta mordacidad en sus inicios hacia un lado m¨¢s tierno y emotivo, algo que resume en buena medida la deriva en general de la fotograf¨ªa humanista que ¨¦l mismo representa. Es interesante tambi¨¦n la autocr¨ªtica que explicita el reportero de guerra Don McCullin al poner de manifiesto las contradicciones que le asaltan en el desarrollo de su oficio y el riesgo de hipocres¨ªa ante el teatro del dolor. En el episodio de Nan Goldin, que equivale a revisar con ella su ¨¢lbum de familia (¡°utilizaba la c¨¢mara como si fuera mi memoria¡±), la fot¨®grafa aprovecha para rechazar las convencionales interpretaciones de su trabajo y reivindicar su obra como una mirada hacia la condici¨®n humana, el dolor y la dificultad de sobrevivir. Sophie Calle, por su parte, dota a su relato de la misma condici¨®n, simult¨¢neamente ficticia y autobiogr¨¢fica, que desprenden sus proyectos. Araki, para quien sus fotos son su diario y la c¨¢mara su memoria, se muestra tan sentimental como tormentoso en su suntuoso acercamiento al sexo y la muerte. Hiroshi Sugimoto, para quien la ¡°visi¨®n interior¡± es lo primero que se impone en su trabajo fotogr¨¢fico, revisa y sintetiza su obra como una reflexi¨®n sobre el tiempo que le permite sondear la historia de la conciencia humana.
Ficha
Contactos. Los mejores fot¨®grafos del mundo revisan los secretos de su profesi¨®n. Intermedio. Barcelona, 2012. 3 DVD. 408 p¨¢ginas. 29,95 euros
Martin Parr, divertido y mordaz, aplica toda su iron¨ªa para explicar su acercamiento a la vertiente m¨¢s desgarradora, disfuncional y desordenada de nuestra sociedad. Mientras Andreas Gursky dice sentirse como un aparato que deja constancia y expresa el esp¨ªritu del tiempo con im¨¢genes universalmente v¨¢lidas, Thomas Ruff y Lewis Baltz se muestran, por el contrario, sorprendentemente cercanos en su escepticismo sobre la accesibilidad de la verdad y el papel que en ello puede jugar la fotograf¨ªa. Jeff Wall explica pormenorizadamente su relaci¨®n con la pintura y el fotomontaje, la relaci¨®n que hay en sus im¨¢genes entre fragmento y microcosmos, la verdad de lo real como idea de referencia de todo su trabajo y la importancia de la fealdad y lo grotesco. Boltanski habla del ¨¢lbum familiar y de ¡°la peque?a memoria¡± y Roni Horn reflexiona sobre su inter¨¦s por recolectar acontecimientos circulares y c¨ªclicos. Bernd y Hilla Becher explican con tanta exactitud como didactismo su influyente obra y la metodolog¨ªa de su trabajo. Y Thomas Struth cierra abruptamente su relato con una rotunda y provocadora afirmaci¨®n: ¡°Tengo la impresi¨®n de que la facultad para leer fotograf¨ªas no est¨¢ muy desarrollada actualmente, por ello es importante hablar un lenguaje preciso en las im¨¢genes para evitar malentendidos¡±. Quiz¨¢s una de las mayores virtudes de la serie Contactos sea, finalmente, contribuir a mejorar nuestra capacidad para leer fotograf¨ªas y comprender el medio fotogr¨¢fico.
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