Chema Madoz, m¨¢s digital
El fot¨®grafo expone en una galer¨ªa de Madrid su nuevo trabajo, elaborado en los ¨²ltimos dos a?os Al contrario de lo que es habitual en su obra, ha echado mano de otras t¨¦cnicas en estudio para conseguir algunas de las im¨¢genes
Cuenta Chema Madoz (Madrid, 1958) que con cuatro a?os descubri¨® que "algunas cosas pueden cambiar de uso y de apariencia muy r¨¢pidamente". Esto lo aprendi¨® cuando una vecina les ense?aba a ¨¦l y a otros ni?os sus primeros n¨²meros y letras en la cocina de su casa, en el madrile?o barrio de San Blas, donde ella hab¨ªa improvisado una escuela. El primer d¨ªa de clase el peque?o Madoz lleg¨® el ¨²ltimo y se qued¨® sin mesita, pero la profesora abri¨® el horno y le dijo: "Este es tu pupitre". El ni?o se qued¨® mirando al interior negro del horno. Medio siglo despu¨¦s, Madoz, premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2000, sigue viendo un objeto e imaginando otro y ha hecho de esa costumbre su original y reconocible obra fotogr¨¢fica.
Madoz est¨¢ satisfecho: acaba de celebrar su cumplea?os, se ha publicado una revisi¨®n de sus Obras maestras (editada por La F¨¢brica) y ha estrenado exposici¨®n en la galer¨ªa Moriarty de Madrid, en el barrio de Chueca (c/ Libertad, 22). All¨ª estar¨¢n colgadas, hasta el 29 de febrero, 17 fotos en blanco y negro ¨Cla mayor¨ªa en gran formato¨C, elaboradas los dos ¨²ltimos a?os y que siguen "las mismas coordenadas" de su obra, los c¨¦lebres poemas visuales. Sin embargo, en esta ocasi¨®n ha necesitado "echar mano de otros porque algunas im¨¢genes se han resuelto con t¨¦cnicas digitales". "Es un trabajo en estudio que yo no pod¨ªa hacer", dice. Se trata de una novedad en este artesano de la fotograf¨ªa: "Hasta ahora las im¨¢genes las manipulaba yo solo".
Adem¨¢s, al contrario de lo que es habitual en Madoz, algunas de las fotos expuestas "carecen de car¨¢cter como objeto, es decir, no tienen uso". "Tengo la sensaci¨®n de que hay algunas de estas obras que se apartan de mi trabajo de siempre", reflexiona. Entre ellas est¨¢, por ejemplo, la mano de un maniqu¨ª que pide dinero y que tiene una ranura en su palma. Otra referencia al momento actual es la de un peque?o avestruz que esconde la cabeza en un huevo: "Significa que estamos tan sometidos que no queremos ver los problemas, pero esta huida nos lleva a nuestro propio origen, a lo que somos".
En otros casos est¨¢ el Madoz m¨¢s cl¨¢sico, el que convierte la forma en espiral de una caracola en una flor. O una de las instant¨¢neas que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n en la presentaci¨®n del pasado jueves: una libreta que lleva impresa en su tapa una malla con un texto de Borges sobre el laberinto. Puro juego.
Ideas
Este artista dice que las ideas le surgen "en ocasiones de forma fortuita, en cualquier lugar, y otras vienen de la reflexi¨®n". Despu¨¦s procura "componer con materiales" lo imaginado o bien hace un boceto. El lapso de creaci¨®n var¨ªa: "Puedo pasarme varios meses con una foto o resolverla en una sola ma?ana". Lo que siempre intenta es que lo mostrado en sus exposiciones "forme un conjunto, que haya cierta solidez y relaci¨®n. Pero no hay un tema concreto que las agrupe, las fotograf¨ªas se resuelven por s¨ª mismas, son autosuficientes".
En definitiva, "todo forma parte de un n¨²cleo, de la misma cabeza, de la misma forma de mirar", esa que le empuja a "la subversi¨®n de las ideas preconcebidas", tal y como hizo su vecina cuando de ni?o convirti¨® la puerta de un horno en el primer pupitre de Chema Madoz.
Babelia
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