Ellos act¨²an solos (y triunfan)
¡®La rendici¨®n¡¯ y ¡®Guillermito y los ni?os, ?a comer!¡¯ ilustran el ¨¦xito del g¨¦nero del mon¨®logo, que no se limita a la comedia. Los factores econ¨®micos y de calidad apuntalan este auge
Un paseo sin intenci¨®n por la Gran V¨ªa madrile?a o por cualquier otra zona de Espa?a en la que se condensen las salas teatrales bastar¨ªa para percibir la acumulaci¨®n de carteles de obras en cuyo apartado de ¡°int¨¦rpretes¡± aparece un solo nombre. Si, adem¨¢s, ese mismo paseo se hubiera dado hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, la comparaci¨®n a trav¨¦s del tiempo dejar¨ªa patente que lo de los mon¨®logos ha sido una explosi¨®n en toda regla. M¨¢s all¨¢ de las grandes metr¨®polis, de Mallorca a Gij¨®n, de Sevilla a Zaragoza, los one person show est¨¢n en boga. Y no solo proliferan los t¨ªtulos: el p¨²blico, protagonista a fin de cuentas, tambi¨¦n acompa?a en la escalada. Dos espect¨¢culos, Guillermito y los ni?os, ?a comer! y La rendici¨®n, (en los teatros Lara y Microteatro por dinero de Madrid, desde el 21 de enero y a partir de 7 de febrero, respectivamente), dan prueba, adem¨¢s, de que el g¨¦nero no se reduce al soliloquio humor¨ªstico -la conocida como stand up comedy-, aunque este pueda ser su principal fil¨®n comercial.
¡°Es la fuerza del directo. Parece que est¨¦n actuando para ti¡±, se aventura a explicar Sigfrid Monle¨®n, director de La rendici¨®n. Con dos temporadas y 20 funciones a sus espaldas, esta adaptaci¨®n de la novela del mismo nombre de la estadounidense Toni Bentley explora, con una buena porci¨®n de iconoclastia, lo sublime a trav¨¦s del sexo anal femenino. ¡°Lo m¨¢s potente de un mon¨®logo es la honestidad, la vitalidad¡±, a?ade en conversaci¨®n telef¨®nica desde Suiza la int¨¦rprete, Isabelle Stoffel, que tambi¨¦n se hizo cargo del texto. ¡°Es diferente del teatro dialogado, donde tu pareja es otro actor. Aqu¨ª, tu pareja es el p¨²blico¡±.
Inmediatez, cercan¨ªa, intimidad. Todas ellas parecen estar detr¨¢s del auge de los mon¨®logos. Pero con la crisis en los titulares de cada noticia, la pregunta se vuelve inevitable: ?C¨®mo influye el hecho de que estas producciones sean, por norma general, opciones m¨¢s baratas? ¡°El sector teatral, como cualquier otro, est¨¢ afectado, y creo que la causa de que haya este boom de mon¨®logos es econ¨®mica pura y dura¡±, opina Alberto N¨²?ez, el director del festival Escena Contempor¨¢nea que, no obstante, ha apostado por otro tipo de obras en su presente edici¨®n. ¡°No hay trabajo, y hay mucha gente que quiere estar en escena¡±. Para el dramaturgo y presidente de la Asociaci¨®n de Autores de Teatro, Jes¨²s Campos, la explicaci¨®n se completa estimulada por los medios: "El menor coste de producci¨®n es un aliciente, tambi¨¦n su car¨¢cter unipersonal, pero quien lo pone de moda es la televisi¨®n".
Gastos y recortes aparte, la calidad sigue siendo definitoria. En el caso de La rendici¨®n, texto y actuaci¨®n han sido sistem¨¢ticamente loados por p¨²blico y cr¨ªtica. Guillermito y los ni?os, ?a comer!, adaptado de una obra de Guillaume Gallienne, arras¨® en Francia, donde logr¨® hacerse, entre otros, con el prestigioso premio Moli¨¨re. ¡°Guillermito es un ni?o pijo abandonado a su suerte, al que desde peque?o tratan diferente. Durante una hora y media de mon¨®logo, va de malentendido en malentendido, hasta alcanzar un desenlace que a m¨ª me parece precioso¡±, cuenta Secun de la Rosa, quien le da vida. ¡°El texto es apasionante: es tierno, tambi¨¦n duro, tambi¨¦n c¨®mico... ?No me extra?a que en Francia le hayan dado tantos galardones!¡± El pa¨ªs galo, precisamente, se encuentra inmerso en una oleada paralela de one person shows: estrellas consagradas como Sophie Marceau, Charlotte Rampling o Fabrice Luchini, junto a otras emergentes, se han lanzado en los ¨²ltimos tiempos a la aventura del yo frente al mundo.
A pesar de tratarse, a fin de cuentas, de dos mon¨®logos, Guillermito y La rendici¨®n atestiguan tambi¨¦n que las diferencias ¨Cy grandes- son posibles dentro de un g¨¦nero con f¨¦rreos l¨ªmites intr¨ªnsecos. Mientras que La rendici¨®n se presenta en un espacio ¨ªntimo, frente a una audiencia reducida (¡°Es el off del off de Madrid¡±, apunta Sigfrid Monle¨®n), Guillermito vive su catarsis en el imponente escenario del Lara. ¡°Me da un poco de susto, porque es un teatro serio¡±, reconoce De la Rosa. ¡°Pero tienes que vivirlo con generosidad¡±. No en vano, las penas, pero tambi¨¦n las glorias, son m¨¢s si no se reparten.
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