El hombre que se parec¨ªa a Joe Strummer
El proyecto de una nueva calle en Granada al l¨ªder de The Clash reaviva la memoria de un hombre que lleg¨® ah¨ª para encontrar a Lorca y pasar desapercibido
Corr¨ªa el invierno de 1984 y los rumores de que el l¨ªder de The Clash se refugiaba en Granada eran continuos. ¡°En el Silbar hay un guiri que se parece much¨ªsimo a Joe Strummer, tienes que venir a ver si es ¨¦l¡±. Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa, cantante del grupo 091, dj y asiduo del garito -del que Antonio Mu?oz Molina hab¨ªa escrito que era ¡°un bar largo como un t¨²nel¡± donde ¡°los duros jinetes de antifaz y chupa de cuero beben ginebra canalla¡±- no pudo resistirse y volvi¨® al pub para cerciorarse de que su colega estaba en lo cierto: ¡°Esa noche acabamos cerrando el bar con ¨¦l dentro y sin que nos hubiera dicho qui¨¦n era por mucho que lo intentamos¡±. Aquel tipo, vestido de negro riguroso y con las mangas de la camiseta remangada, que apenas hablaba espa?ol y no paraba de tomar notas, hab¨ªa llegado hasta el epicentro de la movida granadina para conocer a los miembros de 091. ¡°Al final de la noche yo me lanc¨¦ y puse una canci¨®n de un grupo franc¨¦s llamado Coraz¨®n Rebelde. Le coment¨¦ a Joe que imitaban perfectamente el sonido de The Clash. Al final con una sonrisa tuvo que declararse¡±, recuerda divertido Garc¨ªa.
Esa noche fue el comienzo de un amor a primera vista que se perpetuar¨ªa en el tiempo. El Ayuntamiento de Granada aprob¨® a principios de enero colocar una calle en la ciudad con su nombre, tras la propuesta del PSOE y el apoyo en las redes sociales, como Facebook y Twitter, de la que se est¨¢ pendiente saber cu¨¢l ser¨¢ y la fecha de colocaci¨®n de la placa. El paso andaluz de Strummer por las playas de San Jos¨¦ (Almer¨ªa) y Granada tambi¨¦n se ha visto revitalizado con el reciente estreno del documental Quiero tener una ferreter¨ªa en Andaluc¨ªa (2011) de Carles Prats, Antonio Jes¨²s Garc¨ªa y Javi Navarrete.
Su primer contacto con la poes¨ªa de Lorca fue a trav¨¦s de los discos vinilos de Paco Ib¨¢?ez
Aquel amor de la barra del Silbar se traslad¨® al estudio de grabaci¨®n donde los 091 preparaban la maqueta que acab¨® siendo el segundo disco de la banda granadina Mas de 100 lobos (Zafiro, 1986): ¡°Joe se implic¨® much¨ªsimo con aquel proyecto¡±, asegura Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa. Tanta fue su implicaci¨®n que en su inter¨¦s por grabar el sonido de una persiana para el inicio y el cierre de la maqueta rompi¨® la entrada del estudio. Luego llegar¨ªa el desencanto con la forma de trabajar de las grandes discogr¨¢ficas: ¡°Cuando nos fuimos a grabar a Madrid el disco no acab¨® sonando igual y Joe se sinti¨® un incomprendido¡±, relata Antonio Arias, excomponente de 091 y ahora cantante de Lagartija Nick. ¡°?l quer¨ªa que aquel ¨¢lbum lo grab¨¢ramos en espa?ol para m¨¢s tarde hacerlo en ingl¨¦s, con letras que ¨¦l nos ayudar¨ªa a escribir¡±, explica Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa. Pero aquel proyecto nunca llegar¨ªa.
Una furia capaz de romper persianas, la misma con la que descubri¨® el Ron P¨¢lido cola y con la que hizo amigos que lo ve¨ªan como uno m¨¢s y no como una estrella de la escena punk, no se entiende sin la llegada a Granada del autor de London Calling siguiendo los pasos de Lorca: ¡°Su primer contacto con su poes¨ªa fue a trav¨¦s de los discos vinilos de Paco Ib¨¢?ez que las hermanas Romero hab¨ªan tra¨ªdo a Londres desde M¨¢laga. En concreto el disco de Lorca y G¨®ngora -con dibujo de Dal¨ª en contraportada- y el directo de Olympia de Paris¡±, cuenta Richard Dudanski, amigo de Joe Strummer y bater¨ªa de 101¡¯ers, la primera banda de un joven John Graham Mellor. Era la ¨¦poca de los squats londinenses y su relaci¨®n amorosa con Palmolive, Paloma Romero, una joven andaluza que acabar¨ªa siendo bater¨ªa de The Slits y The Raincoats.
Quiso que compr¨¢ramos palas para desenterrar el cuerpo de Federico Garc¨ªa Lorca
La admiraci¨®n se transform¨® en versos de homenaje que viven en canciones como Spanish Bombs (London Calling, 1979): ¡°Me cont¨® que la escribi¨® en un viaje a Costa Rica y en ella dice Oh, please, leave the ventana open (Oh, por favor, dejad la ventana abierta), en clara alusi¨®n a los versos del poema Despedida de Garc¨ªa Lorca¡±, explica Jes¨²s Arias, m¨²sico, periodista y amigo granadino de Joe Strummer. Esa misma admiraci¨®n lo llevar¨ªa a querer encontrar el cuerpo del poeta de Fuente Vaqueros en una de sus m¨²ltiples escapadas a Granada: ¡°Me recogi¨® en un coche enorme que hab¨ªa comprado gracias al dinero que le prest¨® Santiago Auser¨®n y fuimos hasta Viznar. All¨ª quiso que compr¨¢ramos palas para desenterrar el cuerpo de Federico Garc¨ªa Lorca, pero le quise hacer ver primero el lugar para que se diera cuenta de que aquello era imposible. Una vez all¨ª y despu¨¦s de la profunda emoci¨®n que sinti¨® al verlo me hizo prometer que escribir¨ªamos una canci¨®n juntos y que alg¨²n d¨ªa ir¨ªamos all¨ª todos los amigos y tocar¨ªamos¡±, cuenta Arias, que a¨²n tiene grabada una de las frases que Strummer le susurr¨® cerca del lugar donde est¨¢ enterrado Lorca: ¡°A¨²n puedo escuchar el grito de los muertos¡±.
De hecho, esa canci¨®n se iba a llamar Lorca, aunque Strummer, que falleci¨® en 2002 a los 50 a?os, nunca complet¨® la letra. Como tampoco lo hizo de otra composici¨®n que prometi¨® hacer con Jes¨²s Arias: una canci¨®n que hablara del bombardeo de todas las ciudades llamadas Granada por un pelot¨®n de soldados americanos. Una peque?a venganza por haber usado Rock The Casbah como lema en la Guerra de Irak, seg¨²n le confes¨® a Arias: ¡°En abril de 2002 le ense?¨¦ la m¨²sica y me prometi¨® que las grabar¨ªamos; pero de Trance Blues solo lleg¨® a hacer un verso: I am a soldier at the top of the world¡±.
¡°Sensible, muy generoso y gran bebedor¡± ¨C as¨ª lo recuerdan quienes lo conocieron- acab¨® confes¨¢ndole a Jes¨²s Arias que hab¨ªa venido a Granada a ¡°sentir el dolor de los errores de The Clash¡±. Hab¨ªa pasado poco tiempo desde que la banda decidiera expulsar al guitarrista Mick Jones y le quedaran dos a?os de vida al grupo. Poco a poco ese dolor se transform¨® en el placer que le produc¨ªa no ser reconocido en una ciudad donde sol¨ªa celebrar su cumplea?os, el 21 de agosto. Como aquel en el que Strummer cumpl¨ªa 40 y, rodeado por familiares y amigos en una terraza de un bar en el Campo del Pr¨ªncipe, entre los que se encontraba Jes¨²s Arias, un vagabundo con acorde¨®n fan de The Clash le ret¨® a cantar Jimmy Jazz sin creerse que aquel ¡°guiri¡± era ¨¦l: ¡°Si eres Joe Strummer, canta esto¡±. El m¨²sico callejero a¨²n no se lo cre¨ªa: ¡°Bueno, la voz se parece bastante. Pero, si quieres, probamos con London Calling¡±. ¡°Para colmo, dos turistas brit¨¢nicas en la mesa de al lado les lanzaron unas monedas y les dijeron: ¡°Son¨¢is exactamente igual que The Clash¡±, recuerda Arias. Al final, Fabrizzi, el vagabundo, tuvo que reconocerlo: ¡°Cuando acabaron y antes de irse me pidi¨® una ¨²ltima cosa: ¡®Dile que s¨ª, que es Joe Strummer¡±. As¨ª Strummer volvi¨® a ser ese guiri del pub Silbar, ese hombre que se parec¨ªa a Strummer.
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