La resurrecci¨®n de Demi Moore y Pamela Anderson: Hollywood s¨ª da segundas oportunidades
¡®La sustancia¡¯ y ¡®The Last Showgirl¡¯ apuestan por estrellas que hab¨ªan desaparecido de la primera plana y que quieren su premio Oscar. A los 52 a?os, Cameron Diaz tambi¨¦n regresa tras una d¨¦cada con ¡®De vuelta a la acci¨®n¡¯ en Netflix
Lo describi¨® a las claras Jaime Lee Curtis cuando gan¨® al premio Oscar en 2023 por Todo a la vez en todas partes: ¡°Tengo 64 a?os y he sido actriz desde los 19. He hecho pel¨ªculas de terror y vendido yogur para cagar. Nunca pens¨¦ escuchar mi nombre aqu¨ª¡±. Esta temporada, tras el empuje que recibi¨® su carrera por el premio, vuelve a estar en las quinielas por The Last Showgirl, protagonizada por Pamela Anderson, otra actriz redignificada por la industria que ve la oportunidad como la manera de quitarse los fantasmas de la miniserie biogr¨¢fica Pam y Tommy, que resucit¨® su perfil m¨¢s escabroso, su v¨ªdeo sexual: ¡°Ser reconocida por mi trabajo y no por los momentos chabacanos es la mejor venganza¡±, ha dicho en la promoci¨®n.
El regreso a la primera plana de una actriz o actor veterano querido que el p¨²blico cre¨ªa desaparecido o relegado es una de las narrativas imperantes en el ciclo de premios que lleva al Oscar. Como si fueran Norma Desmond en la pel¨ªcula El crep¨²sculo de los dioses, numerosos int¨¦rpretes maduros, y sus agentes, preparan a?o tras a?o campa?as para reinventarse y volver a jactarse con aquello de: ¡°Estoy lista para mi primer plano¡±. Este 2025, ese grito, que mezcla el marketing con cierta justicia po¨¦tica, lo encabeza Demi Moore (Nuevo M¨¦xico, EE UU, 62 a?os).
Al ser coronada mejor actriz en los Globos de Oro por La sustancia, llena de ese metamensaje sobre c¨®mo la trat¨® Hollywood, Moore record¨® las bases de su carrera en un potente discurso: ¡°Llevo haciendo esto 45 a?os, y es la primera vez que gano un premio como actriz [...]. Me recuerda que s¨ª pertenezco¡±. Campa?as con un mensaje as¨ª no solo son fundamentales para hacerse con la preciada estatuilla, sino para que alguien con su perfil, una estrella de las de antes, reconfigure su carrera con una nueva mirada, gracias al prestigio de las canas.
Moore, que fue, en su momento, la actriz mejor pagada de Hollywood con Striptease, tiene algo que decir, aunque a veces la industria, como criticaba su propia pel¨ªcula, siga vi¨¦ndola como pasado. Quiz¨¢s nunca fue considerada una gran int¨¦rprete, pero este puede ser el empuje para resignificar su carrera a los 62 a?os, tras pasar una vida vapuleada por las cr¨ªticas a sus pel¨ªculas comerciales. ¡°Las mujeres maduras est¨¢n abriendo conversaciones y usando su fuerza y poder para explicar qui¨¦nes somos a esta edad. Y creo que es muy bonito¡±, reflexiona Cameron Diaz con EL PA?S en una videoconferencia por su regreso al cine tras una d¨¦cada.
Moore o Curtis no hab¨ªan desaparecido en realidad, pero la industria les dej¨® de ofrecer papeles prominentes. Las descartaron. Diaz decidi¨® hacer una retirada controlada por ella misma, cuando todav¨ªa la llamaban. En 2014 colg¨® los trastos y se centr¨® en su familia. Entonces, a los 42 a?os, hizo un discurso sobre edadismo y public¨® un libro sobre ello: ¡°No dejamos ni a los otros ni a nosotros mismos envejecer con dignidad. Y cumplir a?os es un privilegio¡±, dec¨ªa justo antes del retiro. Su regreso una d¨¦cada despu¨¦s, con De vuelta a la acci¨®n en Netflix, no es un golpe sobre la mesa a su carrera como el de Moore o Anderson, sino una comedia de acci¨®n en la que reivindica que con 52 puede repetir los papeles que le dieron el ¨¦xito, igual que veteranos como Liam Neeson o Harrison Ford a¨²n pegan guantazos en pantalla.
¡°Por fin ponemos el foco en lo que les pasa a las mujeres de esa edad y lo lanzamos a la cara del espectador. Ahora podemos decir la palabra menopausia en una conversaci¨®n. Nunca se hab¨ªa hablado de ello. Nos estamos respetando m¨¢s¡±, responde Diaz desde Berl¨ªn. Y a?ade: ¡°Creo que Demi y su pel¨ªcula hablan de eso mejor que nadie. Te muestra lo que la sociedad espera de las mujeres y lo que las mujeres esperan de s¨ª misma, y lo hace de la forma m¨¢s atrevida. Creo que cada una lo experimenta de una manera. Yo ahora interpreto a una madre, que es precisamente mi lugar en la vida. A m¨ª me ha salido natural, pero todas queremos cumplir esas expectativas¡±.
Diaz decidi¨® dar este paso al salir del encierro por la covid: ¡°El mundo se abr¨ªa de par en par, y era el momento id¨®neo. Adem¨¢s, sab¨ªa en lo que me met¨ªa. Si iba a estar 10 o 12 horas alejadas de mi familia, quer¨ªa que fuera con alguien con quien estuviera a gusto y pas¨¢rmelo bien¡±, dice de Jamie Foxx, con quien justo rod¨® su ¨²ltima pel¨ªcula en 2014 (cuando encaden¨® tres estrenos), Annie, y que la acompa?a en la entrevista. ¡°Me siento una privilegiada por poder volver tras 10 a?os¡±, insiste.
Pero no todas las actrices siempre tienen esa opci¨®n. Hay toda una generaci¨®n de protagonistas de dramas taquilleros de los ochenta y noventa a las que la industria llen¨® de traumas y dej¨® en segundo plano. Como Debra Winger (Oficial y caballero), Rebecca de Mornay (Risky Business), Lori Petty (Le llaman Bodhi), Madeleine Stowe (El ¨²ltimo mohicano), Anabella Sciorra, Alicia Silverstone, Rosanna Arquette o Juliette Lewis. Pocas como Meryl Streep o Nicole Kidman (y las arriesgadas elecciones que vuelven a ser palpables en Babygirl, otro papel que redefine a las actrices maduras) son capaces de mantenerse en primera plana.
Jane Fonda se retir¨® en 1990 por su matrimonio con Ted Turner y regres¨® 15 a?os despu¨¦s con La madre del novio, recuperando su carrera como actriz c¨®mica con proyectos livianos. Igual que la televisi¨®n espa?ola descubri¨® a una nueva generaci¨®n a Amparo Bar¨® (7 Vidas), Emma Penella o Gemma Cuervo (Aqu¨ª no hay quien viva). Aunque nunca se fue, Winona Ryder tuvo su resurgir con Stranger Things. Y no solo pasa con las mujeres. Quentin Tarantino, por su vena de cin¨¦filo de serie B, es un experto en recuperar la carrera de actores que parec¨ªan alejados de la primera plana. John Travolta ha reconocido en varias ocasiones que Pulp Fiction le dio una segunda oportunidad, lejos de su estilo Tony Manero. Tampoco Paramount quer¨ªa a Marlon Brando en El padrino tras una serie de fracasos que hab¨ªan marchitado su estrella. Escapar del arquetipo no es f¨¢cil en Hollywood.
Desde la nominaci¨®n al Oscar de Travolta, la estrategia volvi¨® a funcionar con Brendan Fraser (La ballena) o Mickey Rourke (El luchador), aunque despu¨¦s en este caso Hollywood no supo qu¨¦ m¨¢s hacer con ¨¦l. ¡°Empec¨¦ en este negocio hace 30 a?os, y nunca fue f¨¢cil para m¨ª, pero hab¨ªa una facilidad que solo apreci¨¦ cuando me dejaron de llamar¡±, dijo Fraser al recoger su estatuilla. El relato se repite cada a?o. Otros como Robert Downey Jr. lograron reconducir su carrera para, despu¨¦s de su embate con las drogas y la prisi¨®n, convertirse en el m¨¢s taquillero de la mano de Marvel, ya con 41 a?os. A los 60, cobrar¨¢ m¨¢s de 80 millones por regresar a los Vengadores. ?l supo convertirse en otro tipo de icono, y mantenerlo. Igual que lo busca Pamela Anderson, que estrena su pel¨ªcula en Espa?a el 14 de marzo y acaba de participar en la nueva Ag¨¢rralo como puedas: ¡°Siempre pens¨¦ que era capaz de m¨¢s¡±, reconoc¨ªa esta semana en el programa The View. Hollywood olvida, y Hollywood recuerda. Es el ciclo sin fin.
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