¡®La guerra de las galaxias¡¯ se lanza a otra dimensi¨®n

El resultado final quedaba bastante veros¨ªmil. Hab¨ªa pilotos, naves gal¨¢cticas, cables y cajas, es decir, una reconstrucci¨®n cre¨ªble del hangar de unos rebeldes que preparan la batalla final contra un imperio estelar. Eso s¨ª, la sala quedaba un poco vac¨ªa. As¨ª que finalmente George Lucas y su equipo decidieron emplear unos recortables de cart¨®n para recrear m¨¢s astronaves al fondo del hangar. Al fin y al cabo, era 1977 y all¨¢ donde no llegaban los recursos tecnol¨®gicos interven¨ªan fantas¨ªa y chapucillas. Aun as¨ª los efectos especiales de La guerra de las galaxias fueron considerados revolucionarios, tanto como la pel¨ªcula. Unos 35 a?os despu¨¦s el cart¨®n ha sido sustituido por el ordenador y la saga gal¨¢ctica m¨¢s famosa de la historia del cine, ya reestrenada una vez tras su remasterizaci¨®n, se lanza ahora a la tercera dimensi¨®n: el 10 de febrero debuta en Espa?a la versi¨®n 3D de La amenaza fantasma, primer cap¨ªtulo seg¨²n el orden cronol¨®gico de la trama, aunque cuarto por orden de realizaci¨®n.

La pel¨ªcula deber¨ªa ser la primera entrega de una novela tridimensional que cada a?o propondr¨¢ la reedici¨®n de otro cap¨ªtulo, siguiendo la l¨ªnea temporal de la historia: El ataque de los clones en 2013, La venganza de los Sith en 2014, y, luego, las tres pel¨ªculas originales. Sin embargo la duraci¨®n del proyecto depende mucho de la taquilla: esa es la inc¨®gnita determinante de una ecuaci¨®n que los asistentes al preestreno de hoy en Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid) no acababan de entender.

Al terminar la proyecci¨®n, los juicios sobre la galaxia en 3D oscilaban de ¡°regular¡± a ¡°no merece la pena¡±. Algunos le ofrec¨ªan a Lucas la justificaci¨®n de que el filme fue rodado en 1999 y ha tenido que ser readaptado a las tres dimensiones. Pero la mayor¨ªa suspend¨ªa el nuevo proyecto del cineasta. ¡°El 3D apenas se nota, los combates est¨¢n desaprovechados. Lo mejor son los subt¨ªtulos amarillos del principio¡±, comentaban dos amigos.

La guerra de las galaxias sigue siendo capaz de despertar entusiasmo y pasi¨®n en varias generaciones

S¨ª gustaba la idea al otro lado de la gran pantalla, entre los protagonistas de la saga. ¡°Nuestra imagen en 3D sale ganando¡±, afirmaba uno de los soldados imperiales que se paseaba por el atrio del cine. Las tropas de asalto, acompa?adas por Darth Vader y Anakin Skywalker, formaban parte de la Legi¨®n 501, un grupo de aficionados que participan en eventos disfrazados de los personajes de La guerra de las galaxias. ¡°Me he venido de Valencia¡±, contaba Anakin, antes de lanzarse a una suerte de psicoan¨¢lisis de su trayectoria como Jedi: ¡°Se habla demasiado de mi infancia, mientras que podr¨ªan haber profundizado m¨¢s en mi paso al lado oscuro de la Fuerza¡±.

Mochilas de Yoda, ni?os disfrazados del cazador de recompensas Boba Fett, familias de Jedis improvisados que probaban el nuevo videojuego de la saga. D¨¦cada tras d¨¦cada, La guerra de las galaxias sigue siendo capaz de despertar entusiasmo y pasi¨®n en varias generaciones. Para Mario Heras y Roc¨ªo Rom¨¢n (de 19 y 16 a?os) hay varias explicaciones: ¡°La trama, los efectos especiales y la lucha entre Jedi y Sith¡±. El secreto es parecido seg¨²n Manuel Pi?¨®n, de 68 a?os: ¡°La lucha entre el bien y el mal fascina a todos¡±.

Tanto que la saga ha recaudado centenares de millones de euros y Lucas lleva a?os pidi¨¦ndole horas extra a su gallina de los huevos de oro. Videojuegos, libros, cofres de DVD, mu?ecos, s¨¢banas, adem¨¢s de la revisi¨®n de la saga llevada a cabo para la versi¨®n en Blu-ray reci¨¦n editada: al director estadounidense se le ha acusado de explotar la pelea entre Jedi y Sith para enriquecerse. ¡°Para m¨ª ya no es un cineasta, sino un mercachifle¡±, asegura David Bernal (27 a?os). Aun as¨ª ancianos, adultos y j¨®venes siguen bebiendo de la fuente de Lucas. Nacho ?lvarez lo hizo por primera vez cuando ten¨ªa 13 a?os. Hoy tiene 36 y ha llevado a sus tres hijos a escuchar la llamada de la galaxia. Para ¨¦l, la clave es que ¡°la historia sigue vigente¡±. Ya sea de cart¨®n o en tres dimensiones.