El almuerzo de la gente corriente
Fernando Trueba, candidato al Oscar a la mejor pel¨ªcula de animaci¨®n por 'Chico y Rita' comparte mesa con Brad Pitt y Meryl Streep en la antesala de la ceremonia de entrega de los premios
Como si fuera una comida m¨¢s. Esa es la insistencia de los 150 candidatos al Oscar que anoche acudieron al almuerzo de los nominados que un a?o m¨¢s celebr¨® la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr¨¢ficas para reunir a sus invitados a la mayor fiesta del cine cuando todav¨ªa no hay ganadores ni perdedores. Como si fuera cosa normal para Fernando Trueba, candidato a mejor pel¨ªcula de animaci¨®n con Chico y Rita, posar junto a Brad Pitt, Meryl Streep y Rooney Mara para la misma foto. O como si Viola Davis se vistiera todos los d¨ªas con estas galas, en un impresionante vestido turquesa. ¡°Me tendr¨ªas que ver en casa¡±, brome¨® oronda la candidata a mejor actriz por Criadas y se?oras.
Quiz¨¢ la situaci¨®n sea m¨¢s normal para George Clooney y Brad Pitt, estrellas a los que adem¨¢s de la candidatura a mejor actor les une una larga amistad. ¡°La gente en sus casas se piensa que estamos todo el d¨ªa juntos pero lo cierto es que no nos ve¨ªamos desde hace un a?o hasta que nos cruzamos en los Globos de Oro. No nos pasamos la vida en el Hilton bebiendo champagne¡±, a?adi¨® el doble nominado de Clooney, como actor por Los descendientes y como guionista con Los idus de marzo. Para Clooney la experiencia no fue nueva, como para Streep, esta ¨²ltima batiendo su propio r¨¦cord de candidaturas al Oscar.
Este almuerzo es ya una tradici¨®n en la Academia que aviva el inter¨¦s sobre unos galardones que buscan retener su prestigio y su audiencia en un mar de galas de premios. Adem¨¢s, con este encuentro se alivian tensiones entre los candidatos y se aprovecha para decirles lo que deben y no deben hacer la noche de autos el pr¨®ximo 26 de febrero. Principalmente, que acorten sus discursos si reciben el premio. Todo ello regado de ¡°alcohol gratis¡± como brome¨® el gamberro de Clooney y con un men¨² de salm¨®n acompa?ado de canap¨¦s de pato a la barbacoa y carne con especias estilo Indochina adem¨¢s de un postre de sorbete de mango.
Una comida r¨¢pida donde estuvieron adem¨¢s Glen Close y Janet McTeer por Albert Nobbs, Michelle Williams y Kenneth Branagh por Una semana con Marilyn, o Berenice Bejo y Jean Dujardin con El artista, entre otros. Y donde se cruzaron conversaciones sobre el amor del actor franc¨¦s por los bollos de canela t¨ªpicamente americanos, la curiosidad morbosa de si Rooney Mara se hizo un piercing en un pez¨®n para Millenium o no (s¨ª lo hizo) o el dinero que le puede deparar esta candidatura a Gary Oldman, reconocido finalmente con la nominaci¨®n a mejor actor tras una carrera que estos ¨²ltimos a?os le hab¨ªa relegado a interpretar el papel de malo. ¡°Esos los haces por dinero. Y ahora les va a costar¡±, dijo hablando de su proximidad al Oscar como un honor. ¡°Es un grupo de gente normal¡±, a?adi¨® de nuevo Octavia Spencer, candidata como mejor secundaria por Criadas y se?oras. Gente corriente como Bejo cuyas preocupaciones se han acabado porque ya tiene el vestido que lucir¨¢ en los Oscar y que, lo m¨¢s importante, le gusta a su marido, el tambi¨¦n candidato y presente en esta comida, Michael Hazanavicius.
No s¨®lo de estrellas vive el Oscar y otros 130 candidatos de nombre menos popular que el de Clooney o Pitt se unieron a este almuerzo, repartidos por todas las mesas entre actores y directores. Trueba se sent¨® con ellos para una comida que poco tuvo que ver con aquella con que le agasaj¨® la Academia hace ya cerca de dos d¨¦cadas cuando se llev¨® el Oscar a mejor pel¨ªcula extranjera con Belle Epoque. ¡°Comimos los cinco directores candidatos el d¨ªa de antes de los Oscar con Billy Wilder, con Stanley Donner¡ ?te puedes imaginar las conversaciones! Una comida que nunca olvidar¨¦¡±, mantiene a¨²n en la memoria de ese otro almuerzo que adem¨¢s le dej¨® numerosas fotos con sus ¨ªdolos, im¨¢genes a las que ahora puede sumar las que se tom¨® junto a Pitt o Streep. Eso s¨ª, con chaqueta prestada porque en el avi¨®n le perdieron la maleta.
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