Berl¨ªn en la mecedora

La 62? Berlinale ha abierto hoy el tel¨®n con Adi¨®s a la reina, una pel¨ªcula francesa con posibles. Que si Diane Kruger, que si L¨¦a Seydoux, que si director con aureola de autor, Benoit Jacquot.

Todo para una premiere en el que los caballeros (y sobre todo las damas) tendr¨¢n dificultades para lucir sus mejores galas en la alfombra roja, especialmente porque los hombres del tiempo pronostican que a las ocho de la tarde los term¨®metros marcar¨¢n doce grados bajo cero. El tiempo g¨¦lido le daba a la Potsdamer Platz (n¨²cleo urbano del festival) un aspecto algo fantasmal mientras periodistas de todo el mundo recog¨ªan sus acreditaciones bajo techo y husmeaban el programa del certamen en busca del cine m¨¢s caliente.

La Berlinale propiamente dicha arranca ma?ana, con docenas de proyecciones de todo tipo de pel¨ªculas y documentales, en una edici¨®n que se va a mover entre la estrella de turno y el autor en ciernes, entre Angelina Jolie y Brillante Mendoza; entre Meryl Streep y Guy Maddin; entre Steven Soderbergh y James Marsh. Ser¨¢ una ocasi¨®n ¨²nica para saber qu¨¦ se cuece en la cocina del festival alem¨¢n, sometido en los ¨²ltimos a?os a un interminable vaiv¨¦n de postulados: ahora se apuesta por el nombre que llena las calles de fans y ahora por el cine que ning¨²n otro festival de categor¨ªa A se atrever¨ªa a programar. Este a?o parece que lo segundo ser¨¢ m¨¢s importante que lo primero: Marley, la pieza de Kevin McDonald (el potente director de El ¨²ltimo rey de Escocia) sobre la leyenda del reggae, documentales sobre los indignados, Yemen, la primavera ¨¢rabe o el tsunami de Jap¨®n se mezclar¨¢n con pel¨ªculas de los hermanos Taviani, el mencionado Mendoza o el ¨²ltimo (y contundente) trabajo de Werner Herzog.

Adem¨¢s, despu¨¦s de ¨Ccasi- una d¨¦cada de olvido el cine espa?ol vuelve a competici¨®n en la Berlinale. La pel¨ªcula que rompe el muro se llama Dictado, la protagonizan B¨¢rbara Lennie y Juan Diego Botto y la dirige Antonio Chavarr¨ªas. Debutar¨¢ el s¨¢bado, el d¨ªa m¨¢s fuerte del certamen, en una demostraci¨®n de que a Dieter Kosslik, director ad eternum del festival, ha querido dar visibilidad a nuestro cine. La otra presencia patria en Berl¨ªn se llama La chispa de la vida, la firma Alex de la Iglesia y la apadrina (o quiz¨¢s serio mejor decir ¡°amadrina¡±) la actriz Salma Hayek, algo que siempre ayuda a la hora de hacerse con algo de atenci¨®n medi¨¢tica.