Martirologio de la vida cotidiana
'San Lorenzo M¨¢rtir' habla del padecer cotidiano, del dolor que se cuela por las rendijas, a trav¨¦s de met¨¢foras que enlazan la historia del santo romano con la vida dura de hoy
El escenario dentro del escenario es un cuchitril de cuatro metros cuadrados, contra cuyo fondo un joven c¨¢mara lanza im¨¢genes en tiempo real de las rayas de coca que anda preparando, y de la chica que tanto le gusta. Estamos en el cumplea?os m¨¢s triste del mundo, por mucho Happy Birthday que ponga en los gorritos de cucurucho de sus invitados: hasta el confetti cae con languidez contagiosa. Teatro Xtremo nos sit¨²a en un interior real: uno de esos micropisos que las tasadoras valoraron en veinte a?os de salario sin que nadie les llamase al orden ni les acusase de conspirar para alterar los precios de las casas. Mientras el anfitri¨®n cocina, la invitada se unta espuma de afeitar para depilarse las piernas, las axilas y su pubis mohicano. El cocinero lanza sobre la sart¨¦n un chorro de vino que levanta una llamarada de medio metro, y ella, que lleva un rato tizn¨¢ndose todita entera, comienza a dejar contra la pared las huellas de su carne, quemada por simpat¨ªa.
SAN LORENZO M?RTIR
Creadores e int¨¦rpretes: Luisa Torregrosa, Iv¨¢n Goto y Ricardo Campelo Parabavides. Espacio sonoro: Sm@s#. Foto: Ricardo Bautista. Espacio, iluminaci¨®n y direcci¨®n: R. Campelo Parabavides. Compa?¨ªa: Teatro Xtremo. Madrid. Teatro Lagrada. Del 14 al 16 de febrero.
La ligaz¨®n definitiva entre lo que le sucede a la joven y lo que se cuece queda hecha cuando el c¨¢mara la pinta desnuda contra el foro, envuelta en llamas. De una revista de moda que hojea sobre el suelo, ¨¦l toma y proyecta rostros de modelos cuyos ojos la moza contornea: luego el cocinero les har¨¢ llorar l¨¢grimas de mayonesa. En casa del pobre, todo pasa por la comida. En este cuartucho de ocho metros c¨²bicos, escenario dentro de un escenario, la temperatura dram¨¢tica sube con la cocci¨®n, y el olor del guiso, mezclado con el de la pintura (usada en abundancia), da un olor que estimula y estomaga.
A trav¨¦s de met¨¢foras que enlazan la historia del santo romano con la vida dura de hoy, San Lorenzo M¨¢rtir habla del padecer cotidiano, del dolor que se cuela por las rendijas o por debajo de la puerta, del da?o aceptado para seguir adelante y del contraste que produce la belleza en medio de lo ¨¢spero. Teatro Xtremo ha fraguado un espect¨¢culo intenso y sin tregua, una performance teatral muda cuyo sentido se cierra con una certera analog¨ªa entre lo que se cocina y lo que se desea. ¡°Asado estoy, denme la vuelta y coman¡±, dice en lat¨ªn la leyenda de la peque?a talla que el Museo Catedralicio de Ja¨¦n tiene de un San Lorenzo sufriente, en cuyos ojos y nariz desembocan unos conductos por los que en su d¨ªa se vert¨ªan l¨¢grimas y sangre, como algunas mu?ecas de hoy vierten otros fluidos. De tal fuente de inspiraci¨®n, tal espect¨¢culo.
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