El director del Instituto Cervantes tendr¨¢ rango de secretario de Estado
El nuevo reglamento incluye adem¨¢s cambios en el consejo de administraci¨®n La norma puede estar lista antes de dos a?os
Los nuevos tiempos, por el momento, exigen ligeros retoques. Pero el futuro traer¨¢ una nueva ley para el Instituto Cervantes. Sus responsables prev¨¦n que puede estar lista antes de dos a?os. Para el plazo inmediato, la entrada del nuevo director, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, con diferentes competencias a las de sus predecesores, exige una modificaci¨®n del reglamento: entre otras cosas para otorgar al m¨¢ximo responsable de la instituci¨®n rango de secretario de Estado.
La reorganizaci¨®n estar¨¢ lista en unas dos semanas. Aparte de la subida de rango de los nuevos directivos, se prev¨¦n cambios en la composici¨®n del consejo de administraci¨®n. Anteriormente, dicho ¨®rgano contaba con un presidente ¨Ccargo que ocupaba el secretario de Estado de Cooperaci¨®n, dependiente del ministerio de Exteriores- y tres vicepresidencias que reca¨ªan en el subsecretario del ministerio de Exteriores y otras dos para Cultura y Educaci¨®n.
Al unirse en el nuevo Gobierno esos dos ministerios en uno, el nuevo consejo se reducir¨¢ a un presidente y un vicepresidente que ocupar¨¢n, por parte de Exteriores el responsable de Cooperaci¨®n Internacional y por parte del ministerio que dirige Jos¨¦ Ignacio Wert, el secretario de Estado de Cultura.
Pero lo que V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, como nuevo director del Cervantes, ha querido dejar claro son las competencias que le correspondan a ¨¦l y al nuevo secretario general que trabajar¨¢ a fondo con el director. La representaci¨®n que De la Concha reclama es b¨¢sicamente institucional. Si se le ha nombrado es, entre otras cosas, para aprovechar sus m¨²ltiples contactos con el mundo ling¨¹¨ªstico hisp¨¢nico a nivel global.
El nuevo director se centrar¨¢ en la diplomacia y la alta pol¨ªtica mientras que en la figura del secretario general, que ser¨¢ Rafael Rodr¨ªguez-Ponga, deben recaer tareas ejecutivas y de funcionamiento interno hasta el momento reservadas para el responsable m¨¢ximo. El nuevo director tendr¨¢ rango de secretario de Estado y el siguiente en el escalaf¨®n, de subsecretario.
Pero De la Concha aspira a cambios profundos de estrategia en el instituto Cervantes. La vocaci¨®n de alianza con Hispanoam¨¦rica que quiere darle requiere infraestructuras en todos los pa¨ªses de habla hispana. Por eso ha pensado que los centros dependientes de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI), equivalentes en su labor de promoci¨®n cultural a los Cervantes, pasen a formar parte del nuevo instituto.
Todo eso requiere una nueva ley que sustituir¨ªa a la actual, que tiene ya 20 a?os. Dicha reforma estar¨¢ cerrada antes de dos a?os, dentro de la presente legislatura, apuntan en Educaci¨®n y Cultura. La expansi¨®n de la estrategia a lugares donde previamente por ley no deb¨ªa estar presente requiere un amparo legal.
Pero en el ¨¢nimo de los nuevos cambios queda el deseo de clarificar las competencias que los ministerios deben tener en el futuro del Cervantes. Las luchas encarnizadas desde la ¨¦poca de C¨¦sar Antonio Molina como ministro de Cultura del gobierno Zapatero contra los responsables de Asuntos Exteriores -la cartera que tiene m¨¢s peso sobre la instituci¨®n- requieren una clarificaci¨®n urgente sobre el papel.
En dicho reequilibrio, el peso del ¨¢rea cultural deber¨ªa contar con m¨¢s contundencia en el futuro. El Instituto Cervantes est¨¢ llamado a ser buque insignia de la acci¨®n cultural exterior. Eso, aparte de las intenciones hasta ahora expuestas, debe contar con su cuota de poder real.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.